UN COLE CON CORONA Y SIN VIRUS

Había una vez un colegio llamado Soledad Sáinz situado en un bonito lugar del mundo donde todos y todas vivían felices.

Este colegio era maravilloso porque tenía una corona que daba poderes especiales y a la que todos cuidaban y protegían (en una vitrina de cristal) porque era su fuente de poder y salud.

En el cole había 9 clases o submundos:

Infantil 3 años era un bosque
Infantil 4 años una playa
Infantil 5 años una selva
Primero un castillo
Segundo un arrecife de coral
Tercero un glaciar
Cuarto un desierto
Quinto un volcán
Sexto una cueva con cristales luminosos.

Cada una de ellas estaban representadas por diamantes de distintos colores que formaban la corona principal, a la que cuidaban y defendían porque les hacía muy especiales.

Los habitantes (alumnos/as) de cada clase eran expertos en la magia de un elemento específico (agua, vegetación, arena etc…) que les convertía al pasar por todas ellas en brillantes ciudadanos y expertos convivientes.

En un inesperado momento de sus vidas, atacó al mundo un virus que destruyó sus diamantes, su salud y la magia de todos sus habitantes.

Para recuperar el trozo de corona (diamante) de cada submundo o clase, los habitantes (alumnos/as) del mismo debían trasladarse a algún lugar de sus mismas características (arena, agua…) y allí resolver un enigma que les ayudaría a volver a su vida anterior, a la felicidad.

Todos los profesores unidos, coordinados por el gran poder supremo (Directora) crearon a través de una fórmula un ascensor mágico que les podría trasladar a cualquier lugar… (6ºA)

Los alumnos de 6º B comenzamos nuestro viaje con nuestro elemento: el agua en sus diferentes estados. ¡Esto nos ayudará a llegar a nuestra meta!

Una vez cogimos el ascensor, llegamos a una gran selva,donde nos topamos con un nativo que nos advirtió :”los colores tenéis que encontrar si queréis triunfar”.

Y formuló su primer acertijo:
“Lo tiene la nube, lo luce la nieve y hasta la luna sube”.
Todos pensaron y dijeron:”EL BLANCO”.

El hombre de la nube asintió y dijo con tono solemne: “Allí os tenéis que marchar,buscad la gran nube blanca”

Construyendo una escalera de hielo, llegaron a la gran nube,,donde se encontraron el cristal blanco. Allí un nuevo hombre, llamado el maestro de la lava, les esperaba con el siguiente acertijo.

“Estoy en la sangre y no en el agua
Brillo en el fuego y no en la leña”.
Todos pensaron y dijeron: "EL ROJO".

De nuevo, el anciano asintió. “Hacia allí tendréis que caminar y encontrar la gran bolsa de lava”.

Pero de camino surgió un nuevo peligro: nos encontraron a nuestro terrible enemigo, el virus que nos quería infectar. Pero, cuando pensábamos que todo estaba perdido, el maestro de la lava nos dio gel y mascarillas, para evitar el contagio y poder así continuar nuestra aventura hacia el resto de los cristales.

Por ahora tenemos el cristal blanco y el rojo. Con nuestro poder, el agua, conseguimos al fin el ansiado diamante.

La clase de 5º A se preparó para comenzar su viaje . Eligieron como elemento “el fuego” por su fuerza y poder . Rápidamente se dirigieron al ascensor mágico que les llevó al centro de un volcán donde encontraron a un sabio cubierto en llamas .

El sabio les explicó que para superar la prueba tendrían que descifrar unas adivinanzas, todos se concentraron para responder. El sabio comenzó con la primera:

“Si quieres contar , por mi tienes que empezar “

Todos se quedaron muy pensativos hasta que
se dieron cuenta y respondieron:
¡El número 1!

El sabio asintió, este es el primer número del código secreto , después formuló la siguiente adivinanza : ¿cuál es la criatura que por la mañana camina a cuatro patas , al mediodía con dos y por la noche con tres?:

Todos estaban desconcertados porque no sabían la solución pero... una chispa se encendió en sus cabezas y respondieron ¡ las personas ! Muy bien respondió el sabio el siguiente número del código es el 9.

la siguiente adivinanza dice así: "carece de boca y come, no tiene piernas y huye allí donde aparece todo lo quema y destruye"

Rápidamente todos gritaron ¡el fuego! el sabio sonrió y les dijo que el tercer número era el 3.

A continuación les explicó que si descifraban la última adivinanza conseguirían el último número. Adivina quién soy: "cuanto más lavo más sucia voy".
Tuvieron que esforzarse mucho para descifrarla y se dieron cuenta de que la respuesta era el agua. Consiguieron el cero

Con estos cuatro números consiguieron el código secreto (1930). El sabio les dirigió a una gran puerta y les dio la llave para abrirla, antes tuvieron que introducir el código.

Cuando lo pusieron, ¡clas! se abrió la puerta y allí encontraron su querido diamante.

El sabio antes de despedirlos les explicó que aquel número tenía un significado porque era el año en el que se fundó el colegio y simbolizaba la unión de todos los niños.

Con fuerza y alegría comenzaron juntos su camino de vuelta.

La clase de 5ºB comenzó su aventura en el colegio. Antes de coger el ascensor mágico fueron muy precavidos y cogieron diferentes herramientas que les podrían servir para su viaje.

Los ocho aventureros y aventureras tomaron el ascensor mágico que les trasladó al volcán. Allí se encontraron al sabio que había ayudado a los otros grupos. El sabio les indicó que debían encontrar el diamante para seguir combatiendo al virus. Para ello debían marcharse a un bosque lejano.

Después de días caminando, localizaron aquel precioso lugar y decidieron dividirse para encontrar más rápidamente el diamante. Decidieron hacer los siguientes grupos:

Manuel y Ahmed se fueron hacia el río salvaje.

Adam y Anthony eligieron ir a las ruinas
del antiguo bosque.

Intissar, Cristina y Carmen encontraron
un llamativo pozo.

La profe Mari Paz les esperaba con las herramientas en el centro del bosque confiando en que iban a conseguir su objetivo.