La historia sobre una dulce niña que se enfrenta a los engaños de un Lobo Feroz.

Caperucita Roja

-Y los dientes... ¡Que dientes mas largos tienes! -Son para ¡¡comerte mejor!! Lanzando un terrible rugido, el lobo se abalanzó sobre Caperucita.

La niña se pasaba las horas rodeada de sus mejores amigos, los animalitos del bosque se divertían mucho escuchando a Caperucita.

La abuelita abrió la puerta y al ver al lobo lanzo un grito, se desmayó del susto y la arrastro hacia el armario, allí la encerró, después se puso un gorro de dormir y un camisón.

Caperucita oyó los gritos de auxilio de su abuela y la saco del armario y pudieron reunirse nuevamente.

Cantando feliz y dispuesta a obedecer a su madre, se adentro en el bosque. El búho, que la vio, fue a avisar al lobo feroz de la presencia de la niña.

La mamá de Caperucita lloró de miedo y alergia al conocer la aventura que vivió su pequeña hija.

Al verla desaparecer por el camino, el lobo tomo un atajo...

En una casita cercana a un frondoso bosque, vivía una preciosa niña, la llamaban Caperucita Roja por el color de la caperuza que llevaba siempre puesta.

Un día la mamá de Caperucita decidió hacerle un encargo la llamo y le dijo: -He preparado una cesta para que se la lleves a tu abuelita que esta enferma.

Caperucita notó algo raro en su abuelita, a lo que ella dijo: -¡Que orejas tan grandes tienes! -Son para oírte mejor... ¡Que nariz tan grande tienes! -Son para olerte mejor...

Pero la mamá de Caperucita siempre se enojaba porque descuidaba sus deberes, entonces Caperucita lloraba arrepentida y prometía enmendarse.

Jadeante y sudoroso, el lobo llegó en seguida a casa de la abuelita. Una vez que recupero el aliento, llamó decidido a la puerta.

El cazador se fijo por la ventana y al ver al lobo le disparo...

-El búho, que la vio, fue avisarle al lobo feroz de la presencia de la niña en el bosque. -El lobo se puso muy contento por la noticia, porque hace muchos días que no come, y la niña sera su bocado... El lobo salio corriendo por el bosque en busca de Caperucita.

-¿Y donde vive tu abuelita? -En la casa del otro lado del rió- respondió la niña.

-¿Quién es? -Pregunto la abuelita, que estaba en la cama enferma. -Soy un cazador que se ha perdido y necesita ayuda.

Caperucita Roja llamó a la puerta y escuchó la voz fingida del lobo: pasa nietecita.

Por suerte un cazador estaba cerca de la casa de la abuelita de Caperucita, escucho muchos gritos de la niña y gruñidos del lobo feroz. -¡Algo terrible esta sucediendo allí! El cazador echo a correr hacia la casa con una escopeta en mano.

Pero antes de eso le advirtió: -Ten mucho cuidado al pasar por el bosque y no te distraigas con tus amigos los animalitos, que se te hará noche. -Caperucita respondió: -No mamá, te prometo que ire directamente a la casa de la abuela.

-¡Vamos a ver quien llega primero! así nos divertiremos -propuso el lobo. Creyendo que se trataba de un juego Caperucita acepto y se echó a correr.

CAPERUCITA ROJA

-Buenos días, Caperucita me alegro mucho de verte por aquí. -Caperucita se sobresalto al ver al lobo, pero al ver que el lobo le hablaba con dulzura, cambio de actitud. El lobo le pregunto: ¿Dónde vas tan sólita? -Voy a casa de mi abuelita a llevarle esta cesta.