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Yo , una gota de Agua Proyecto por un planeta más sostenible
e igualitario
Cuento . yo una gota de agua
Día del agua 22 de Marzo
Trabajo cooperativa
Cuentos hilados
Objetivos:
Aprender a estudiar de otra forma
valorar el agua como un bien vital
Respetar lo que nos rodea para mejorar la sostenibilidad
Reducir el consumo de agua.
Ensuciar lo menos posible
Aprovechar el agua en todos sus usos
Trabajar de forma colaborativa los objetivos de la agenda 2030 con estos cuentos
Cooperación y colaboración, todos han de buscar, ayudar a completar, respetar los trabajos y las opiniones de sus compañeros.
Competencias:
Cívico social
Lingüística
Científica
Emprendedurismo, cada grupo elige la herramienta digital
Aprender a aprender
Tics
Actividad abierta a la diversidad y a la inclusión . Todo suma
Recopilación de trabajos
Centros colaborativos:
Campus "Leonardo da Vinci"
Escuelas de Artesanos
ITE "Raffaele Piria - Ferraris/Da Empoli" di Reggio Calabria
Liceo Statale "G. Fracastoro"
IES VELES E VENTS
ITES "G. Calò"
CEIP las Higuerillas
Campus "Leonardo da Vinci"
Escuelas de Artesanos
ITE "Raffaele Piria - Ferraris/Da Empoli" di Reggio Calabria
Liceo Statale "G. Fracastoro"
IES VELES E VENTS
ITES "G. Calò"
CEIP las Higuerillas
Carlos Pascual Mifsud. 3 ESO B
Hola, me llamo Juan, y soy una gota de agua.
Para contarte esta historia nos tenemos que remontar a la creación del planeta cuando mi padre el Hidrógeno y mi madre el Oxígeno decidieron tenerme.
Tras una larguísima temporada en la que viaje por todo el mundo, empezaron a aparecer unos seres muy extraños que necesitaban bebernos para poder sobrevivir, a muchos de nosotros nos bebían, y ya no sabíamos más de ellos, pero un día conocí a una tal, sal, que lo que hacía era que si los seres esos me bebían, salían muy perjudicados.
Hola, me llamo Juan, y soy una gota de agua.
Para contarte esta historia nos tenemos que remontar a la creación del planeta cuando mi padre el Hidrógeno y mi madre el Oxígeno decidieron tenerme.
Tras una larguísima temporada en la que viaje por todo el mundo, empezaron a aparecer unos seres muy extraños que necesitaban bebernos para poder sobrevivir, a muchos de nosotros nos bebían, y ya no sabíamos más de ellos, pero un día conocí a una tal, sal, que lo que hacía era que si los seres esos me bebían, salían muy perjudicados.
Lucía se siente atemorizada y encuentra consuelo en Marta, que la consuela y la convence de cruzar las aguas desconocidas del mar. Durante el viaje las dos gotas se dieron a conocer hasta formar una fuerte relación de amistad que las ayudó a ser más seguras. Atraídos por la curiosidad, comenzaron a explorar los fondos marinos, ricos en algas y corales de diversas formas y colores, en algunas zonas el suelo del mar estaba decorado con piedras blancas, arena dorada o rocas angulares. También vieron varios tipos de pececitos, que nadaban, se perseguían y jugaban sin preocupaciones. Las dos gotas se divertían descubriendo cosas nuevas y en un momento dado notaron un brillo en la arena: era un cúmulo de conchas perladas, que envolvían un objeto que Lucía nunca había visto. Ella, curiosa, se acercó y preguntó con energía a Marta de qué se trataba. Marta, se enfadó y le respondió: querida Lucía, debes saber que en los últimos años, el hombre empezó a comportarse mal con nosotros, arrojando toda clase de basura al agua. Esta es una botella de plástico y sirve para contener una cierta cantidad de agua, sólo que cuando termine, debería arrojarse a la papelera... no al mar! Al hacerlo, además de contaminar, hace que la vida sea peligrosa para nosotros y para todos los seres vivos marinos. Lucía, interesada en responder: ¿Cómo sabes todas estas cosas?. La otra gota respondió diciendo que no era su primera vez en el mar, y que sus padres, los señores Azul, le habían advertido de los peligros a los que se enfrentaría. Las dos amigas, famélicas de conocer nuevas realidades, volvieron a nadar hasta que se metieron en un agua oscura y apestosa. La vista de Lucía y Marta comenzó a empañarse pero en la distancia vieron una pequeña gota que nadaba tristemente, y, intrigadas por esta agua particular, se acercaron y le pidieron explicaciones. La gota cruzó los ojos viendo el color aún cristalino de las dos y con nostalgia dijo:
"Hola, me llamo Pilar... Solía ser como ustedes, pero desde hace muchos años mi color se ha ido. Esto es por culpa de los humanos que continuamente contaminan el agua al arrojarnos descargas de empresas, petróleo y alquitrán y también los barcos que cuando pasan dejan una estela tóxica... " Pilar interrumpió el discurso con un fuerte golpe de tos y Lucía y Marta asustadas y preocupadas por su salud la arrastraron hacia un agua más clara para hacerla sentir mejorPilar interrumpió el discurso con un fuerte golpe de tos y Lucía y Marta asustadas y preocupadas por su salud la arrastraron hacia un agua más clara para hacerla sentir mejor. Consternadas y amargadas por lo que acababan de descubrir, saludaron a su nueva amiga y fueron en busca de nuevas explicaciones, pero ese día estaba muy caliente y sin previo aviso, las dos amigas comenzaron su viaje al cielo. Volvieron a sus familias y contaron sus aventuras y lo que habían aprendido. En conclusión, Lucía y Marta decidieron no volver a la Tierra o al agua hasta que vuelva a ser un lugar sano y habitable. Desde ese día todas las gotas se negaron a bajar de las nubes, la temperatura global se elevó, empezaron a derretirse los glaciares, cambiaron los hábitats naturales de los animales. Pero a pesar de eso, el hombre siguió desperdiciando agua y contaminando. "¿Podremos nadar entre las corrientes calientes y frías, entre peces coloridos, corales florecidos sin tener que preocuparnos por encontrar obstáculos o enfermarnos?" Preguntaron Lucía y Marta. (Camilla Boriosi, Sara Bianchini, Giulia Beati)