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Diario de un Confinamiento

by Mª Elena Picó

Pages 6 and 7 of 293

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Un día, me desperté y todo había cambiado, nada era como antes, era de noche, miré el reloj y eran las 14:00 de la tarde, no sé si era mi cabeza o es que oía unos ruidos muy extraños que venían de fuera, me levanté y abrí las ventanas y vi muchos animales en libertad, estaba lloviendo a cántaros, aun así los animales sobrevolaban por mi casa, era muy raro, ¿por qué llovía tanto?.

Me fijé y los animales que volaban no eran pájaros, no sabía lo que eran ya que con la niebla no se veía bien, ero tenían unas alas muy largas. Yo solo pensé que serían imaginaciones mías así que me vestí y bajé a desayunar, abrí la nevera y cual fue mi mi sorpresa que la nevera estaba abarrotada de comida ¿qué esta pasando?
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Llamé a mi madre para ver lo que ocurría y no me contestó. Después de cinco minutos el teléfono sonó, rápidamente lo cogí, pero no había nadie al otro lado. Eso me asusto mucho. Para calmarme, me cogí unas galletas y me senté al sofá a ver la televisión. Las noticias hablaban todo el rato de algo llamado coronavirus, ¿qué será eso?, bueno no creo que sea preocupante.

Después me fui de casa a dar una vuelta, seguía lloviendo, alguien me gritó desde el balcón y me dijo: niña, ¿qué haces por la calle?, vuelve a tu casa. La verdad es que no hice mucho caso. Seguí caminando y vi que todas las cafeterías y bares estaban cerrados. A lo lejos, al final de la calle vi unas luces rojas y azules que parpadeaban, parecía la policía y giré a un callejón estrecho por si acaso, en ese callejón había un hombre con un abrigo negro y un sombrero, también llevaba una mascarilla en la cara, me escondí para que no me viera porque me daba un poco de miedo.

Al llegar a casa, dejé mi paraguas en el paragüero y subí a mi habitación, no sé qué pasó que me dio un flash y ocurrió una cosa alucinante, me desperté y todo había cambiado, por fin era de día y todo había vuelto a la normalidad.

Palabras y Espejos, Leyre Zagalá Zagalá, 3ºE
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Llamé a mi madre para ver lo que ocurría y no me contestó. Después de cinco minutos el teléfono sonó, rápidamente lo cogí, pero no había nadie al otro lado. Eso me asusto mucho. Para calmarme, me cogí unas galletas y me senté al sofá a ver la televisión. Las noticias hablaban todo el rato de algo llamado coronavirus, ¿qué será eso?, bueno no creo que sea preocupante.

Después me fui de casa a dar una vuelta, seguía lloviendo, alguien me gritó desde el balcón y me dijo: niña, ¿qué haces por la calle?, vuelve a tu casa. La verdad es que no hice mucho caso. Seguí caminando y vi que todas las cafeterías y bares estaban cerrados. A lo lejos, al final de la calle vi unas luces rojas y azules que parpadeaban, parecía la policía y giré a un callejón estrecho por si acaso, en ese callejón había un hombre con un abrigo negro y un sombrero, también llevaba una mascarilla en la cara, me escondí para que no me viera porque me daba un poco de miedo.

Al llegar a casa, dejé mi paraguas en el paragüero y subí a mi habitación, no sé qué pasó que me dio un flash y ocurrió una cosa alucinante, me desperté y todo había cambiado, por fin era de día y todo había vuelto a la normalidad.

Palabras y Espejos, Leyre Zagalá Zagalá, 3ºE