Book Creator

Animalandia

by jhon fredy gomez gonzalez

Cover

Star;
Loading...
CUENTO INFANTIL
Loading...
LOS MEJORES AMIGOS DE ANIMALANDIA
Loading...
Creado Por:
Daniela Pillimue.
Gimena Rosero.
Jhon Fredy Gomez.
Natalia Gonzalez.
Yenifer Burbano.
Erase una vez una ciudad llamada Animalandia, ésta estaba ubicada en medio de grandes montañas y paisajes hermosos, en la cual vivían animales de todas las especies, todos eran muy amigos entre sí pero en especial habían cinco amigos que eran inseparables pues se conocían desde que eran muy pequeños y asistían a la escuela, ahora ya eran unos adolescentes pero seguían compartiendo una bella amistad, este grupo de amigos lo conformaban Chorlo que era una hermosa paloma blanca, Leo un león muy divertido, Flora una garza solidaria, Rubby una cariñosa conejita y Murphy una oveja muy extrovertida, aunque todos tenían características y habilidades diferentes, se llevaban muy bien.
Un día estando en el parque, se reunieron los cinco amigos para comer helado, y mientras lo disfrutaban Leo dijo: 
¿Qué tal si hoy en la noche, nos reunimos en mi casa, para hacer una pijamada?
A lo cual los demás se quedaron pensando y dijeron:
¡Claro! sería interesante que pudiéramos contar historias.
Pero Rubby  la conejita, añade:
Pero que no sean historias de terror, porque me dan mucho miedo.
Y Murphy la oveja responde:
No, podemos contar una historia cada uno de lo que nos haya pasado alguna vez o de algo que nos guste mucho.
y Leo dice: 
Sí, así es, esta noche los espero en mi casa y podemos preparar palomitas de maíz para comer mientras contamos nuestras historias.
Chorlo, emocionado dice:
Sí, que rico, esta noche nos vemos.
Después de haber terminado de comerse el helado y de concretar lo que harían esa noche, los amigos se van a sus casas con el fin de pedirle permiso a sus padres para poder reunirse en casa de Leo y pasar una noche divertida.
Llegado las 7: 00 pm de la noche, uno a uno empiezan a llegar a casa de Leo el león quien se había ofrecido para recibirlos y poder compartir un rato ameno.
Estando ya todos dentro de la casa, la mamá de Leo, una leona grande y elegante les dice que les ha preparado palomitas de maíz, galletas, postre y una deliciosa limonada, a lo que los chicos se emocionan y le agradecen por tan noble gesto con ellos.
Después todos se dirigen a la habitación de Leo y llevan todo cuanto les ha preparado su madre, en el cuarto pusieron todo en una mesa y se sentaron en la alfombra para ver cuál sería el turno de cada uno para contar su historia, entonces Rubby dijo:
Pongamos los números hasta el cinco en un papel y lo echaremos a la suerte, según el número que saque cada uno ese será el turno para contar la historia.
Y Leo le respondió:
Si, es una buena idea.

Así lo hicieron y cuando ya estaban todos los papelitos en la bolsa, uno por uno sacaron el papelito y cuando ya todos tenían en la mano el papel, lo abrieron y así se dieron cuenta que Murphy sería el primero en contar su historia, luego seguiría Rubby, después Leo, seguido  chorlo y por último terminaría Flora.
Habiendo acordado los turnos, Alex les paso a cada uno una tazita con palomitas y se sentaron nuevamente para escuchar a Murphy, él empezó diciendo:
A mi a parte de salir con ustedes a pasear y divertirnos como siempre lo hacemos, me gusta mucho jugar fútbol, pero no lo había practicado porque no me resultaba muy bien a la hora de patear la pelota, pero hace una semana me pasó algo increible, en el barrio donde yo vivo hay un equipo de fútbol, pero nunca se me había ocurrido entrar a jugar, hasta ese día en el que uno de ellos se enfermó y tenían un campeonato aquel día, por lo que me buscaron para que jugara por el, al principio yo no quería pero mis padres me alentaron para que lo hiciera, al momento de salir a la cancha estaba temblando del susto, pues habia ido a vernos mucha gente, el partido estubo realmente interesante, ambos equipos eran muy buenos pero llego un momento en el que el equipo contrario cometió una falta grave y debiamos cobrar un penal, en este momento decidieron darme el turno a mi y aunque estaba asustado decidí que era la oportunidad perfecta para demostrarme a mí mismo que sí podía ser un buen futbolista, asi que mire a la portería y le pegue a la pelota y en cuestion de segundos escuche a todos los presentes gritar emocionados la palabra gol, por lo que me sentí muy feliz y mis compañeros de equipo me felicitaron, después de un rato terminamos el partido donde ganamos 2 a 1, cuando nos estabamos cambiando el entrenador del equipo se acerco para decirme que él estaría muy complacido si yo aceptaba hacer parte del equipo desde ese momento, a lo que yo emocionado y feliz respondí que sí, y ya llevo unas semanas tomando clases en las tardes y estoy feliz porque he aprendido mucho.

Cuando Murphy terminó de contar su historia, sus amigos le aplaudieron por no haber dejado que el miedo frustrara su sueño de jugar futbol.

Bueno ahora me toca a mí, dijo con orgullo Rubby la coneja. 
Chicos tengo muchas historias que contarles pero considero que la que les voy contar esta noche es la más interesante que he vivido en mi vida.
Y Leo respondió:
de seguro que si conejita Rubby. 
Rubby dijo:
Bueno sin más ni menos voy a empezar.

Esto me pasó en las vacaciones de verano cuando fuimos a la playa con mis padres, primeramente puedo decir que fueron unos días maravillosos los que pase allá ya que pude por fin conocer el mar y me la pase genial construyendo castillos de arena y surfeando en las olas del mar.
Pero no solo viví esto esos días si no que hubo un día más especial que todos porque aparte del sol, la playa y el juego, ese día fue cuando mis amigos y yo nos encontrábamos jugando con arena cuando vimos en el agua algo que se movía desesperadamente que era de color negro y de tamaño muy grande entonces nos sorprendimos y no puedo negar que teníamos un poco de miedo ya que nos habían dicho que en el mar habían muchos cosas peligrosas que nos podían hacer daño.
Pero yo sentía que eso que veíamos allí en el agua no era nada malo así que fui valiente y me acerque poco a poco a donde estaba esa cosas negra y grande y resulta que era un......
Un...... que? preguntaron sus amigos con miedo.
La coneja sonrió y siguió contando su historia.
Bueno chicos era un tiburón bebe que no pretendía hacerle daño a nadie sino que solo quería encontrar a su madre que se le había perdido desde hace un rato y ya estaba muy asustado de nadar solo por ahí. Entonces yo invite a mis amigos para que ayudamos al tiburón bebe de alguna forma, para que así pudiera por fin encontrar a su mama y ya no estuviera asustado, así que lo empujamos hasta lo más profundo que pudimos y le indicamos más o menos a donde podía estar su madre y el tiburón muy agradecido con nosotros son sonrió y se fue nadando más tranquilo.
Pero fue entonces donde me puse muy contenta porque pude estar allí en ese momento y poder ayudar a alguien que necesitaba ayuda en ese momento.

Fin de la historia exclamó la coneja.
 Fue allí cuando acababa de contar su historia la coneja Rubby cuando todos sus amigos se levantaron y aplaudieron muy fuerte por haber sido muy valiente y haber ayudado a ese tiburoncito.
Ellipse;
Leo dijo:
Esto esta muy divertido e interesante pero sigo yo
Flora respondió: Sí por favor Leo cuéntanos tu historia, de seguro es muy interesante.
Leo respondió: Claro que sí, mi historia es muy interesante.
Rubby dijo: Por favor empieza ya, estoy muy emocionada, ya quiero escuchar tu gran historia.

Leo dijo: `Listo amiguitos,  voy a empezar….
Desde que era muy pequeño siempre estuve acompañado de mi perrito Tom, era un perro muy divertido que me acompañaba, me cuidaba, era mi consentido, aquel amigo que le contaba todos mis anhelos y todo aquello que quería lograr en la vida. Sentía un gran alivio desahogarme con mi gran amigo, pues desde que había nacido, mi perro Tom siempre me había acompañado y no me imaginaba una vida sin él. Cuando tenía 5 años entre a la escuela, para mi era muy divertido ya que allí fue donde verdaderamente entendí, lo que quería ser de grande, pues esa bella institución había clase llamada música, en donde le enseñaban a todos los niños y niñas desde pequeños a tocar un instrumento musical, la verdad me sentía emocionado, pues había descubierto que una de mis cosas favoritas era la música, pensaba que en grande quería ser músico y el instrumento que más me llamaba la atención, era el piano, me sentía tan feliz y a la vez un poco triste, ya que sentía que no podría lograr mi sueño, pues pensaba que los grandes músicos eran personas importantes, pero muy en el fondo, sentía que si podría lograrlo para eso me iba a comprometer, me iba a dedicar hacer lo que tanto soñaba, para cumplir con mi anhelado sueño, claro está sin descuidar mis estudios. Así que decidí primero contarle a mis padres todo lo que había pensado llegar hacer de grande, mis padres muy contentos, me dijeron que me apoyaban y que con la ayuda de ellos y mi dedicación lo iba a lograr.
 Rubby dijo:Y si lo lograste ? ¿Cómo lo lograste?
Leo respondió : ¿Tú qué crees?
Rubby dijo: ¡Que sí!!!
PrevNext