IMPRESIONES SOBRE POEMAS DE ALBERTI

Barquero yo de este barco, sí, barquero yo. Aunque no tenga dinero, sí, barquero yo. Rema, niño, mi remero. No te canses, no. Mira ya el puerto lunero, mira, miraló.

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He decidido escoger este poema ya que entre todos los que he leído es el que me ha transmitido más sentimientos. La manera en la que el autor comparte su frustración me ha llevado a reflexionar sobre diferentes cuestiones. Me ha hecho pensar acerca de la voluntad que poseen las personas al enamorarse. Otra de las razones por las que lo he escogido es porque considero que tiene muchos puntos de vista, con múltiples interpretaciones posibles que facilitan la posibilidad de sentirse identificado. Por esta razón, a pesar del significado que el propio autor le da, yo he llegado a interpretarlo de otra manera y a darle un significado mas profundo y personal.

&nbsp;Tú todavía, general botijo, caudillo cantimplora sin pitorro, liliputiense, hijo de zorra cabezorra y cabezorro. Di, Francisco, ¿hasta cuándo, con tus bordados camisones nuevos, de cara al sol y caraculeando, nos tocarás la yema de los huevos? Contempla, rebozado cochifrito, la desgraciada Italia de Benito, la Alemania de Adolfo destrozada. Pero siendo tan chico de estatura para contemplar nada, sube a admirarlas, paticuesco enano, desde la interminable sepultura de tanta España muerta por tu mano. ¿Qué ves? Verde te veo, no de aquel bello azul, azul de Prusia, que la Falange (luego Falangeta cuando se le encogió y heló el respiro traseramente en Rusia) viera desvanecerse en la puñeta. ¿Duermes tranquilo, Franco? Cómo son al sentarte tus mañanas, si atacado de espaldas y de flanco por tus erectas guardas africanas velas sin vela, ¡oh Canco, Canco, Canco! &nbsp;Arriba ya, paneque! baila, andorga; peonza que al final democratizas; baila, culo hecho trizas, baila, Generalismo pandorga, sieso manido, sieso patibulario, tieso y patitieso! Muerto estás ya, Paquita la Católica, Isabel del Ferrol y de Castilla. Tu España carajólica te despide: ¡Presente!, mientras en los luceros, amarilla, sube tu gloria de mojón caliente.

Este poema lo he escogido por dos motivos principales. El primero es que dentro de todas las artes que existen, la poesía ocupa un lugar bajo en mi lista de favoritas, y normalmente me resulta confusa y de aparente carencia de sentido, debido a mi inexperto ojo, pues no dudo de su significado y valor artístico. Esto unido al interés que me suscita el periodo de la Guerra Civil, y cómo cada uno contribuyó como mejor podía al esfuerzo bélico. En este caso, Alberti como poeta contribuyó con su poesía política para animar a las tropas gubernamentales y criticar al enemigo, incluso publicó su revista El Mono Azul. A mi parecer, este tipo de poesía que trasciende el arte y refleja con mayor claridad la historia que vivían sus autores, no mediante simbolismos, sino mediante la temática en sí misma, se encuentra increíblemente infravalorada dentro del mundo de la lírica. De este modo, exponiéndola aquí, puedo contribuir, aunque poco, a su difusión.

El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar! ¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad? ¿Por qué me desenterraste del mar? En sueños la marejada me tira del corazón; se lo quisiera llevar. Padre, ¿por qué me trajiste acá? Gimiendo por ver el mar, un marinerito en tierra iza al aire este lamento: ¡Ay mi blusa marinera; siempre me la inflaba el viento al divisar la escollera!

Mi elección al escoger este poema se basa en la afinidad que he tenido, tengo y tendré por el mar y todo aquello relacionado con él. Quizás la poesía no es la disciplina literaria que más domine o comprenda, pero al leer esta obra he conseguido identificarme profundamente con la sensación de melancolía que se siente al abandonar el mar, descrita por Alberti, que personalmente suele venirme cada año al terminar el verano y tener que volver a la capital.

He escogido el poema Lo que dejé por ti, de Rafael Alberti, por distintos motivos: Primero, al descubrir los temas presentes en el fragmento, me sentí directamente relacionado con el autor.

En este aspecto, pienso constantemente en episodios anteriores en mi vida de los cuales era feliz y a los cuales desearía volver, como mi infancia. Por otro lado, ante la duda y la agonía mostrada por el autor al tomar la decisión de marcharse al exilio sin saber lo que le deparará. Siento esa misma sensación al tomar importantes decisiones, el no saber si la elección ha sido la correcta sumado a los sacrificios que debes realizar

Te digo adiós, amor, y no estoy triste. Gracias, mi amor, por lo que ya me has dado, un solo beso lento y prolongado que se truncó en dolor cuando partiste. No supiste entender, no comprendiste que era un amor final, desesperado, ni intentaste arrancarme de tu lado cuando con duro corazón me heriste. Lloré tanto aquel día que no quiero pensar que el mismo sufrimiento espero cada vez que en tu vida reaparece ese amor que al negarlo te ilumina. Tu luz es él cuando mi luz decrece, tu solo amor cuando mi amor declina.

Un poema de desamor no parece algo fuera de lo común, el dolor de la partida mezclado con la certeza de hacerlo por el bien mayor. Buscando entre los poemas de Alberti hallé este, me cautivó desde el momento en el que mis ojos se posaron en los dos primeros versos, desde un principio el poeta sabía que no iba a ser un para siempre, que ese amor no iba a ser fácil y uno de los dos debía marcharse al final, sin pena, pero sin alegría pura. Leer esta obra me transportó a la situación, en una tan difícil y desgarradora que duele el hecho mismo de respirar. No estoy segura de si fue un cumulo de casualidades o el propio destino, pero en el momento de encontrar este poema sonaba de fondo en mi habitación la canción llamada Already Gone de Slepping at last, una canción con un tema extremadamente relacionado. El poema me ha enseñado que por mucho que se ame a alguien, nosotros debemos ir primeros, en estos casos hay que ser egoísta y pensar en uno mismo, saber desprenderse de una relación que no hace más que dañar a ambas partes es una de las lecciones más importantes de esta vida.

He escogido este poema porque mientras buscaba obras de Alberti, el título de esta y la relación que tiene con su contenido me llamó la atención. Esto se debe a que a primera vista, Lo que dejé por ti es un enunciado que me transmitió mucho más que otros como La Paloma o Amaranta. Me hizo pensar que se trataría de un poema amoroso, dedicado a una mujer por la que el poeta ha tenido que abandonar cosas con el fin de estar con ella, pero, tras leerlo al completo, especialmente en la última estrofa donde menciona a Roma, me di cuenta de que era posible interpretarlo de varias formas: como una declaración de amor hacia alguien o como una representación de la nostalgia que Rafael Alberti sintió al abandonar Buenos Aires para irse a Roma, dejándolo todo atrás. Esta doble forma de entender el significado del poema y la gran expresividad del título en comparación al resto fueron los factores que me decantaron por él.

He escogido este poema porque me ha llamado la atención todo lo que transmite y la sencillez con la que está escrito. A lo largo todo el poema narra, haciendo uso de la antítesis, cómo se equivoca a paloma, a la que relaciona con un “tú” femenino. Este uso tan evidente del recurso literario ya nombrado y la dificultad simbólica que esconde el significado son lo que me ha hecho escoger esta obra. Otra razón por la que he decidido escoger el poema es porque había escuchado una canción de Serrat sobre esta obra.&nbsp;

A pesar de la calidad de la mayoría de los poemas de este autor; este me ha marcado porque al igual que el autor, rechazo ese estereotipo y esa forma de ser, impuesta por la sociedad referido a la nula apariencia de emociones en los hombres. Puede que después, mi personalidad no diste mucho del estereotipo, pero en ningún momento quiero encasillarme y ser de la forma que me han dicho que los hombres deben ser. Mi forma de ser la debe descubrir cada uno y en ningún momento ser juzgado por su personalidad.

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Este poema no lo he elegido al azar, sino que llevo escuchándolo desde que era muy pequeño en mi casa y siempre me ha encantado tanto leerlo como oírlo. No recuerdo la primera vez que lo escuché pero si recuerdo donde lo leí por primera vez, era un libro viejo de mi abuelo y en él había algunos papeles sueltos con poemas impresos en ellos. Uno de esos poemas impresos era este y lo leí recordando la cantidad de veces que lo había escuchado. La paloma me hacía mucha gracia y siempre recordaba ese poema como "El poema de la paloma" y la verdad que no iba poco encaminado en el título. He escogido este poema no solo por lo que significa para mí como un recuerdo familiar sino también como una forma de verme reflejado en la paloma, que se encuentra confusa al igual que yo, que en algunos momentos de mi vida me he sentido desorientado y perdido y al echar la vista atrás me he dado cuenta de que estaba equivocado en muchas de las cosas que hice. Yo creo que equivocarse es humano y que está bien hacerlo siempre y cuando sepas recular, darte cuenta del error y, si se puede, enmendarlo como es debido.

Si mi voz muriera en tierra

Si mi voz muriera en tierra llevadla al nivel del mar y dejadla en la ribera. Llevadla al nivel del mar y nombradla capitana de un blanco bajel de guerra. Oh mi voz condecorada con la insignia marinera: sobre el corazón un ancla y sobre el ancla una estrella y sobre la estrella el viento y sobre el viento una vela!

(“Marinero en tierra”, 1924)

Este poema de "Si Mi Voz Muriera En Tierra", pertenece al poemario Marinero en tierra. Su tema principal es la añoranza del mar y el deseo de estar cerca cuando llegue la muerte. Su amor por el mar y su pueblo, El Puerto de Santa María, es tan grande que desea morir allí. Incluso que su voz siga viva viviendo en el mar de su tierra. En el poema aparecen muchos elementos ligados a la vida marinera que tanto añora, ya que se encuentra en Madrid deseando volver a Cádiz. Así alude al bajer, un tipo de barco; a la insignia, al ancla, al viento, a la vela y a las estrellas. Además, en los primeros tres versos el poeta no muestra su última voluntad: si muere en Madrid, en vez de en su pueblo, su cuerpo debe ser llevado al Puerto y ser enterrado en la costa. En los tres siguientes versos, el cuarto, quinto y sexto, se reafirma, otorgándole valor a su voz, que debe ser condecorada como marinera. Por último, en la última estrofa, su voz, ya condecorada, toma el papel de protagonista para estar siempre cerca del mar, aunque ya no esté su cuerpo.&nbsp; Creo que este poema es una representación del amor tan profundo que le tenía Rafael Alberti a su tierra y, aunque en ese momento estuviera en otro lugar, sabía diferenciar perfectamente entre hogar y casa, y su hogar era El Puerto de Santa María.

Poema 19 de Canciones del alto valle del Aniene.

Rafael Alberti está exiliado en Roma y, durante un paseo por el Valle del Aniene, echa de menos a su amigo Federico, compañero de la Generación del 27, asesinado al principio de la Guerra Civil. Se imagina que va caminando por la calle del Pinar para verle en la Residencia de Estudiantes de Madrid, pero al llamar a su cuarto se da cuenta de que ya no está. En su paseo en el exilio recuerda su risa y su forma de hablar, que le parecen únicas. Al final del poema el poeta expresa que aunque haya muerto, en su mente y en sus pensamientos, Lorca sigue vivo.

Camí de l'exili' (1940), óleo de Josep Franch-Clapers

Hoy las nubes me trajeron, volando, el mapa de España. ¡Qué pequeño sobre el río, y qué grande sobre el pasto la sombra que proyectaba! Se le llenó de caballos la sombra que proyectaba. Yo, a caballo, por su sombra busqué mi pueblo y mi casa. Entré en el patio que un día fuera una fuente con agua. Aunque no estaba la fuente, la fuente siempre sonaba. Y el agua que no corría volvió para darme agua.

En Canción 8, Alberti expone sus sentimientos al estar alejado de su país natal, España, tras ser exiliado durante la guerra civil Española. En estas líneas se puede apreciar cómo Alberti extraña enormemente a su patria y en concreto a Andalucía, donde se crió y vivió mucho tiempo. La razón por la que he elegido este poema es porque no solo me conmueve la situación que vivió&nbsp;Albertí, sino que de alguna manera en un momento de mi vida me he sentido de forma parecida, aunque, por supuesto, no de la misma manera, ya que nuestras situaciones eran completamente diferentes.&nbsp;Yo pasé un año en el extranjero para estudiar mientras que Albertí fue obligado a abandonar España y no pudo volver hasta muchos años más tarde.&nbsp;A pesar de esto, puedo sentirme identificada con los sentimientos que expone en su poema, con cómo desea volver pero no puede, y cómo se acuerda de todas las cosas que España posee y son importantes para él puesto que no puede encontrarlas en otros lugares.

Te amo así, sentada, con los senos cortados y clavados en el filo, como una transparencia, del espaldar de la butaca rosa, con media cara en ángulo, el cabello entubado de colores, la camisa caída bajo el atornillado botón saliente del ombligo, y las piernas, las piernas confundidas con las patas que sostienen tu cuerpo en apariencia dislocado, adherido al journal que espera la lectura. Divinamente ancha, precisa, aunque dispersa, la belleza real que uno quisiera componer cada noche.

El poema pertenece al libro Los 8 nombres de Picasso y no digo más que no lo digo, escrito por Rafael Alberti entre los años 1966 y 1970 en honor a su gran amigo Pablo Picasso. Este libro consta de 72 poemas escritos sobre y para el pintor y en el encontramos referencias tanto a la personalidad de Picasso como a obras del mismo. En su poema, Alberti hace referencia al cuadro Mujer en camisa sentada en un sillón utilizando un lenguaje muy visual, tratando de describir el cuadro de su cercano amigo. Consigue acercar al lector a un mundo de sensaciones, colores y sobre todo de imágenes durante todo el poema, ayudándose de abundantes elementos descriptivo tales como adjetivos valorativos. El simple hecho de que nombre el Journal situado sobre las piernas de la mujer se convierte en un elemento absolutamente pictórico cargados de resonancias. Emplea una rima sencilla, facilitando así la comprensión del mismo y con ciertas similitudes con la poesía popular. El poema es considerado un literaturización de la pintura ya que nos lleva a imaginar la obra de Picasso a la perfección.

Dejé por ti mis bosques, mi perdida arboleda, mis perros desvelados, mis capitales años desterrados hasta casi el invierno de la vida. Dejé un temblor, dejé una sacudida, un resplandor de fuegos no apagados, dejé mi sombra en los desesperados ojos sangrantes de la despedida. Dejé palomas tristes junto a un río, caballos sobre el sol de las arenas, dejé de oler la mar, dejé de verte. Dejé por ti todo lo que era mío. Dame tú, Roma, a cambio de mis penas, tanto como dejé para tenerte. Rafael Alberti

Del poemario «Roma, peligro para caminante» 1964-1967.

Se equivocó la paloma. Se equivocaba. Por ir al norte, fue al sur. Creyó que el trigo era agua. Se equivocaba. Creyó que el mar era el cielo; que la noche, la mañana. Se equivocaba. Que las estrellas, rocío; que el calor, la nevada. Se equivocaba. Que tu falda era su blusa; que tu corazón, su casa. Se equivocaba. (Ella se durmió en la orilla. Tú en la cumbre de una rama).

Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre se escucha que transita solamente la rabia, que en los tuétanos tiembla despabilado el odio y en las médulas arde continua la venganza, las palabras entonces no sirven: son palabras. Balas, balas. Manifiestos, artículos, comentarios, discursos, humaredas perdidas, neblinas estampadas. ¡Qué dolor de papeles que ha de barrer el viento, qué tristeza de tinta que ha de borrar el agua! Balas, balas. Ahora sufro lo pobre, lo mezquino, lo triste, lo desgraciado y muerto que tiene una garganta&nbsp; cuando desde el abismo de su idioma quisiera gritar lo que no puede por imposible, y calla. Balas, balas. Siento esta noche heridas de muerte las palabras. De un momento a otro (1942)

He elegido este poema porque me ha llamado la atención la fuerza y profundidad con la que el autor describe el sentimiento de impotencia y rabia que siente frente al dolor de una guerra: “sin sueño, por la sangre, la rabia, el odio, la venganza”. El ser humano ha sustituido las palabras por las balas. Se da cuenta entonces que, frente a ese sin sentido, “las palabras no sirven: son palabras”. Otra de las razones por la que he elegido este poema es porque este verso comentado anteriormente me ha hecho reflexionar sobre la situación que estamos sufriendo en medio de la pandemia. Las palabras no sirven: son palabras. Y también podemos sentir rabia e impotencia al oír tantas palabras de políticos, donde no hay planes específicos ni estrategias en esta guerra contra un enemigo invisible.

Nace en las ingles un calor callado, como un rumor de espuma silencioso. Su dura mimbre el tulipán precioso, dobla sin agua, vivo y agotado. Crece en la sangre un desasosegado, urgente pensamiento belicoso. La exhausta flor perdida en su reposo rompe su sueño en la raíz mojado. Salta la tierra y de su entraña pierde savia, veneno y alameda verde. Palpita, cruje, azota, empuja estalla. La vida hiende vida en plena vida. Y aunque la muerte gane la partida, todo es un campo alegre de batalla.

Este poema lo he elegido por el tema del que trata. Durante toda mi vida yo he sido un fanático de la Historia. Siempre me ha gustado saber cómo han sucedido los hechos que estudiamos y mucho más si se reflejan en primera persona, a flor de piel. En concreto, me resulta llamativo el tema de la dura batalla y cómo se vive desde la óptica de un soldado que está en medio de la guerra. También he de elogiar cómo Alberti es capaz de plasmar con sus palabras ese dramatismo.

Como se puede ver en numerosas obras de Alberti, el mar es un elemento ubicuo, y es que este forma parte de la personalidad, de la infancia y de la vida entera de Alberti, y al cual se siente muy unido. Para el autor es una parte fundamental de su existencia, que no envejece con él, sino que es inmutable y eterno como se puede observar en este poema. Aunque los años pasen, y avejentemos, siempre habrá algo que nos haga sentir como en casa, un hogar al que acudir. 

Tal vez, "oh mar" pertenece a Poemas de Punta del Este, 1951

Este poema fue publicado en 1938 en un recopilatorio titulado El poeta en la calle. La fecha de publicación, en plena guerra civil, está directamente relacionada con el mensaje que quiere retransmitir. En Galope, se observa un mensaje de defensa de la propiedad privada: “Galopa, caballo cuatralbo, jinete del pueblo, que la tierra es tuya.” Yo creo que no se aplica solo a esta situación, sino a cualquier otra de la vida. Al fin y al cabo, todos tenemos algo que queremos defender, ya sean unos valores concretos, un espacio físico, un estilo de vida… Y lo último que debemos hacer es dejar que nos arrebaten aquello que es verdaderamente nuestro. Por eso es tan necesario galopar en determinadas ocasiones. Sin duda, mi verso favorito es “que es nadie la muerte si va en tu montura”. Yo lo interpreto como una manera de honrar la muerte de los republicanos que dieron hasta su último aliento a aquello que tanto amaban.

A galopar - Paco Ibáñez y Rafael Alberti

Paco Ibáñez cantando el poema junto a Alberti

Se equivocó la paloma. Se equivocaba. Por ir al Norte, fue al Sur. Creyó que el trigo era agua. Se equivocaba. Creyó que el mar era el cielo; que la noche la mañana. Se equivocaba. Que las estrellas eran rocío; que la calor, la nevada. Se equivocaba. Que tu falda era tu blusa; que tu corazón su casa. Se equivocaba. (Ella se durmió en la orilla. Tú, en la cumbre de una rama.)

Entre el clavel y la espada, 1941

La primera vez que leí el poema fue como verme reflejado en un espejo. Los versos hablan de una paloma que se equivoca en muchas decisiones, haciendo todo lo contrario de lo que debería. A priori no pude evitar pensar en mí mismo, ya que la verdad es que yo también soy bastante patoso en ciertos aspectos cotidianos, por lo que me hizo gracia esta comparación con la paloma. Obviamente, sé que el poema no trata solo de una paloma torpe, sino que tiene un significado implícito que va más allá, y esta es otra de las razones que me motivó para escogerlo.

Lo que dejé por ti

Dejé por ti mis bosques, mi perdida arboleda, mis perros desvelados, mis capitales años desterrados hasta casi el invierno de la vida. Dejé un temblor, dejé una sacudida, un resplandor de fuegos no apagados, dejé mi sombra en los desesperados ojos sangrantes de la despedida. Dejé palomas tristes junto a un río, caballos sobre el sol de las arenas, dejé de oler la mar, dejé de verte. Dejé por ti todo lo que era mío. Dame tú, Roma, a cambio de mis penas, tanto como dejé para tenerte.

He elegido este poema porque es el que más me ha llamado la atención entre los que he leído, ya que Rafael Alberti expresa sus sentimientos hacia su tierra de una manera muy directa y ha conseguido que su mensaje me llegue de una forma más cercana y personal. También lo he escogido porque lo escribió en la época de su exilio y se pueden ver reflejados los sentimientos de todas las personas que tuvieron que abandonar sus lugares de residencia al igual que él.

Me aburro. Me aburro. Me aburro. ¡Cómo en Roma me aburro! Más que nunca me aburro. Estoy muy aburrido. ¡Qué aburrido estoy! Quiero decir de todas las maneras lo aburrido que estoy. Todos ven en mi cara mi gran aburrimiento. Innegable, señor. Es indisimulable. ¿Está usted aburrido? Me parece que está usted muy aburrido. Dígame, ¿adónde va tan aburrido? ¿Qué usted va a las iglesias con ese aburrimiento? No es posible, señor, que vaya a las iglesias con ese aburrimiento. ¿Qué a los museos -dice- siendo tan aburrido? ¿Quién no siente en mi andar lo aburrido que estoy? ¡Qué aire de aburrimiento! A la legua se ve su gran aburrimiento. Mi gran aburrimiento. Lo aburrido que estoy. Y sin embargo... ¡Oooh! He pisado una caca... Acabo de pisar -¡santo Dios!- una caca... Dicen que trae suerte el pisar una caca... Que trae mucha suerte el pisar una caca... ¿Suerte, señores, suerte? ¿La suerte... la... la suerte? Estoy pegado al suelo. No puedo caminar. Ahora sí que ya nunca volveré a caminar. Me aburro, ay, me aburro. Más que nunca me aburro. Muerto de aburrimiento. No hablo más... Me morí.

He elegido este poema porque nada más leerlo me llamó la atención. Es un poema muy distinto a todos los otros poemas de Alberti que he leído en mi búsqueda de un poema. En mi opinión es tan distinto al resto porque lo escribió en una etapa muy distinta de su vida, concretamente cuando se encontraba viviendo en Roma. Por otra parte, el tema del que trata me llamó la atención ya que yo siempre he dicho sobre mí misma que soy una persona que no se aburre y que como dice mi abuela, aburrirse es de tontos. Porque si aprovechamos la vida, siempre podemos sacar una parte buena de cada momento. Además, estando sola o acompañada siempre encuentro algo con lo que entretenerme. Pero, a decir verdad, últimamente, me encuentro como si estuviera viviendo el poema de Alberti, en un bucle de aburrimiento. Esto es algo que, sinceramente, me molesta mucho porque además llego a ese estado por cosas que no he elegido hacer yo y ya es dicho que las peores decisiones son las que no toma uno mismo.

Te digo adiós, amor, y no estoy triste Te digo adiós, amor, y no estoy triste. Gracias, mi amor, por lo que ya me has dado, un solo beso lento y prolongado que se truncó en dolor cuando partiste. No supiste entender, no comprendiste que era un amor final, desesperado, ni intentaste arrancarme de tu lado cuando con duro corazón me heriste. Lloré tanto aquel día que no quiero pensar que el mismo sufrimiento espero cada vez que en tu vida reaparece ese amor que al negarlo te ilumina. Tu luz es él cuando mi luz decrece, tu solo amor cuando mi amor declina.

Habla sobre un amor al que ha puesto fin, un amor que le ha dolido terminar, al que parece que tiene rencor. Se sentía y sigue sintiéndose triste por esa dura despedida, pero al fin y al cabo comprende que tenían que acabar porque se trataba de un amor que negaban por ambas partes. El autor agradece a la mujer todo lo que le ha dado y todo lo que han vivido, pero lo recuerda con nostalgia y rabia. Parece que Alberti escribe esté poema como despedida, un adiós difícil pero necesario.

Ven, mi amor, en la tarde de Aniene y siéntate conmigo a ver el viento. Aunque no estés, mi solo pensamiento es ver contigo el viento que va y viene. Tú no te vas, porque mi amor te tiene. Yo no me iré, pues junto a ti me siento más vida de mi sangre, más tu aliento, más luz del corazón que me sostiene. Tú no te irás, mi amor, aunque lo quieras. Tú no te irás, mi amor, y si te fueras, aún yéndote, mi amor, jamás te irías. Es tuya mi canción, en ella estoy. Y en ese viento que va y viene voy, y en ese viento siempre me verías.

(Versos sueltos de cada día, 1979-1982)

Tal como mencioné antes, este poema habla de un amor que es más fuerte que la separación. El vínculo que une a los amantes es tan poderoso que aunque uno de los dos se marche los sigue uniendo. Y es que este soneto Alberti defiende que el amor es como una energía, que a pesar de que haya algo que pueda mantener alejadas a dos personas, si éstas se quieren realmente, la cercanía de los corazones significa más que esa lejanía "aún yéndote, mi amor, jamás te irías."Además, creo que el poeta expresa también que los amantes son parte el uno del otro, "Es tuya mi canción, en ella estoy". En definitiva, este poema plantea el amor como una fuerza que trasciende el tiempo y del espacio.

El río Aniene en Subiaco (finales de la década de 1820) Andre Giroux

ALEJANDRA SÁNCHEZ FRAILE

Continuando con la tercera estrofa, nos encontramos con que Alberti nos cuenta que las palomas se quedaron tristes junto a un río, los caballos sobre el sol y que dejó de verte y de oler el mar. Creo que esto significa que con su radical cambio de vida, tuvo que sacrificar muchas cosas que le gustaban (el mar) y a muchas personas que actualmente lloran su marcha y que no lo volverán a ver (“palomas tristes”, “caballos sobre el sol”). Desde el significado amoroso, todo ello quiere dar a entender que se ha tenido que adaptar a una forma de vida distinta para estar con su amada, aunque de nuevo, podemos hallar rasgos que potencian la idea de abandonar un lugar geográfico, como la afirmación del último verso “dejé de verte” donde se ve con mayor claridad que dejó de lado un lugar específico y no una forma de vida.

Finalmente, en la última estrofa el autor le pide a Roma que le compense devolviéndole lo equivalente a lo que perdió. El significado más directo de esta parte es que Rafael Alberti le esté pidiendo a su nuevo lugar de residencia (Roma) una correcta adaptación para que pueda volver a llamarlo hogar y no sentirse vacío por dentro. Por otra parte y haciendo referencia al segundo punto de vista, puede que el autor utilice a Roma para referirse a su amada, a la que le pide una reciprocidad en el amor y espera el mismo sacrificio por su parte que el que él ha realizado por ella. 

Esta antología es una actividad de aula que se ha configurado sobre algunos poemas de R. Alberti que los alumnos han escogido libremente, según sus preferencias. La actividad se ha planteado teniendo en cuenta tres pasos: la elección, la motivación y la interpretación personal. No se ha puesto ningún filtro para que se decantasen por uno u otro texto, de ahí que algunos alumnos hayan escogido el mismo poema, que casi siempre coincide con los más difundidos del poeta gaditano. Son en su mayoría aquellos que están en el imaginario colectivo de muchos de nosotros. En cuanto a la motivación, sí que hubo un condicionante, pues se les pidió que seleccionaran poemas que tuvieran un componente emocional para ellos, intentando llevar el texto desde la esfera de lo ajeno hasta lo personal. Con el fin de que sintieran el poema como medio de expresión y comunicación de sus emociones. El último paso ha sido la explicación personal, una interpretación que va también encaminada al ámbito de las evocaciones y de la identificación con el texto. Debía ser una explicación que rehúyese el academicismo del comentario de texto que trabajamos en otros momentos. En este caso tocaba identificarse con los poemas y recrear las sugerencias que nos despiertan las palabras de Alberti.

En este poema, Rafael Alberti expresa su desasosiego frente a todas las cosas que ha perdido a causa de su traslado a Italia. Expresa su añoranza por las tierras de España que debe dejar atrás; como sus bosques, sus ríos y su mar; porque este país es en el que él ha disfrutado de sus paisajes y es el país donde él ha crecido.

También explica que lo que dejó atrás fue una tierra hostil y llena de peligros, ya que el país estaba siendo agitado por la Guerra Civil Española. Rafael Alberti nos transmite la esperanza que tiene de que Roma, la nueva ciudad en donde vive, le devuelva todo lo que le ha sido arrebatado. Espera una recompensa, pues es grande la pena de tener que alejarse del lugar al que se pertenece.

Alberti, a través de yo poético distanciado, expresa en este poema una representación de sí mismo de una forma humorística. El humor invade la mayor parte de la composición y le sirve para realizar una crítica a su propia persona, aunque esté expresada en tercera persona, lo que provoca que parezca que es algo que le dicen a él. Es curioso porque no parece importarle que le critiquen, es más,&nbsp;lo hace de manera clara y firme, lo que demuestra que es capaz de reírse hasta de sí mismo y de restar importancia a lo que digan los demás de él.

El tonto de Rafael&nbsp;

Por las calles, ¿quién aquél? ¡El tonto de Rafael! Tonto llovido del cielo, del limbo, sin un ochavo. Mal pollito colipavo, sin plumas, digo, sin pelo. ¡Pío-pic!, pica, y al vuelo todos le pican a él. ¿Quién aquél? ¡El tonto de Rafael! Tan campante, sin carrera, no imperial, sí tomatero, grillo tomatero, pero sin tomate en la grillera. Canario de la fresquera, no de alcoba o mirabel. ¿Quién aquél? ¡El tonto de Rafael! Tontaina tonto del higo, rodando por las esquinas bolas, bolindres, pamplinas y pimientos que no digo. Mas nunca falta un amigo que le mendigue un clavel. ¿Quién aquél? ¡El tonto de Rafael! Patos con gafas, en fila, lo raptarán tontamente en la berlina inconsciente de San Jinojito el lila. ¿Qué runrún, qué retahíla sube el cretino eco fiel? ¡Oh, oh, pero si es aquél el tonto de Rafael! &nbsp;

Publicado en la revista Lola (1928), luego incorporado a distintos poemarios posteriores.&nbsp;

Campo de batalla es un poema que trata de expresar el sentimiento del fervor en una batalla campal. Poniendo en contexto el poema, gracias al autor y al momento en el que lo escribió lo podemos situar en plena Guerra civil. Mediante varios adjetivos trata de trasmitir eL sentimiento de deseo por luchar, y sabiendo sus convicciones políticas, podría decirse que trata de transmitir el orgullo de poder hacerlo defendiendo sus ideas y entregar la vida por ellas en la batalla. La última estrofa es la que más he ha llamado la atención, ya que se entiende que a pesar de haber muerto, siente una satisfacción interior por el mero hecho de defender tus ideales y no dejarse influir por convicciones que no son las suyas. Si se lleva a un campo más actual y personal, este tema del que habla el autor es un tema muy presente, y más aún en situaciones críticas donde hay que elegir qué decisión tomar.

Yo conocía los poemas de Alberti y había leído varios antes de empezar a hacer este proyecto, pero nunca me habían llamado especialmente la atención. Mientras buscaba un poema para analizar, leí “Se equivocó la paloma” y me recordó a algo, pero no tenía claro a qué. Entonces, me acerqué a mis padres y les leí el poema. Ellos, al momento, me dijeron que había una canción de Serrat y Ana Belén recitándolo. Tras investigar un poco me di cuenta que es uno de los poemas más conocidos y trascendentes de Rafael Alberti, por lo que me pareció una buena composición para analizar. A su vez, el tema del fragmento, la interpretación errónea de lo que nos rodea, expresa de una forma aparentemente sencilla, pero con mucho simbolismo, una situación común en todas nuestras vidas, fue lo que me pareció interesante.

El tema principal de este poema tiene que ver con ese sentimiento de nostalgia que solemos tener al recordar aquello que se nos fue arrebatado en un momento dado. En este caso, Alberti habla precisamente sobre esa sensación generada por la ausencia y la añoranza que tiene un niño por su tan preciado mar. Alberti abandonó su ciudad natal en Cádiz, el Puerto de Santamaría, para mudarse a Madrid cuando tan solo era un niño. Se puede deducir que esta fue su motivación principal para escribir el poema, y que el niño no es más que un reflejo suyo. Además, este poema pertenece su primera etapa poética, en la que habla sobre la nostalgia en casi todos sus poemas. En la segunda estrofa, el niño le reprocha a su padre el haberle alejado del mar y haberle llevado a la ciudad, donde deja claro que no quiere estar. El autor utiliza la expresión "desenterrar del mar", haciendo referencia a la tierra en vez de al mar para expresar cómo el niño se siente perdido ante la situación de estar en la ciudad. En el resto del poema se vale de metáforas (...iza al aire este lamento...), hipérboles ("...la marejada me tira del corazón..."), y otros recursos literarios para remarcar la agonía producida por no estar en contacto con el mar y todo aquello que tanta paz y felicidad le transmitía. Por lo tanto, "El mar. La mar" es un poema en el que Alberti decidió centrarse en la expresión de ese sentimiento personal de melancolía producido por el arrebato de su tan querido mar.

“Si mi voz muriera en tierra” es uno de los poemas que más recuerdo de cuando era pequeña. Mis abuelos siempre han vivido en el sur de España, exactamente en Chiclana de la Frontera, Cádiz, y pasé varios años allí viviendo con ellos. Recuerdo cómo sonaba en el reproductor de cassettes y vinilos la versión grabada de la obra del cantante granadino Enrique Morente, "Si mi voz muriera en tierra (alegrías)", basada en el poema de Alberti. He elegido este poema por dos motivos, el primero porque tengo una relación muy cercana con el mar, debido a que pasé y todavía paso mucho tiempo en Chiclana de la Frontera. El segundo, porque entiendo el sentimiento de ser un “marinero en tierra” y añorar el mar, viviendo en un lugar lejano.&nbsp;

"Si mi voz muriera en tierra" (Alegrías)

La canción 8 de Rafael Alberti pertenece al libro Baladas y canciones del Paraná, publicado en 1954. Cabe destacar el contexto en el que escribe este poema, durante esta época, después de la guerra civil, Albertí había huido al extranjero, concretamente durante este periodo se encontraba en Buenos Aires, Argentina, más adelante veremos cómo hace referencia a este lugar en el poema. Albertí relata cómo se acuerda de su tierra natal, España, que había tenido que abandonar. Ahora se encuentra en un lugar, lejos de su familia, de Andalucía y de la cultura española. Es por esto por lo que se aprecia un tono melancólico y constante a lo largo del poema. Alberti nos transmite a través de metáforas numerosas sensaciones como, dónde se encuentra exiliado como a través de la metáfora “Yo, a caballo, por su sombra,”,. Podríamos ver aquí el caballo como el elemento que representa Argentina, lugar en el que se encuentra exiliado y como todos sabemos es famosa por sus caballos. En el verso siguiente, nos indica también de qué se está acordando, “busqué mi pueblo y mi casa”, es decir de España y de todo lo que esta implica. Hace referencia además a elementos familiares para él, como el patio, haciendo referencia a los patios andaluces, ya que él nació y vivió en Cádiz, sin embargo en este patio no hay fuente, siendo la fuente el elemento que representa la ausencia, ya que tradicionalmente los patios andaluces siempre han tenido cómo elemento céntrico una fuente. Sin embargo, nos transmite que aunque la fuente no esté presente (aunque él no esté en España) “la fuente siempre sonaba”, su corazón siempre estará en su tierra natal. Una última metáfora que utiliza es el agua, que representa a los recuerdos de España, que vuelven para darle fuerza.

El tono de estos versos del Alberti refleja claramente la crisis espiritual que acompañó al autor mientras escribía Sobre los ángeles. Alberti trasmite el sentimiento de no encontrarse a uno mismo, y de no encontrarse en el mundo. Comienza aludiendo al mar, tan presente en todas sus obras, refiriéndose al agua y a las olas como aquello que te arrastra consigo y que, finalmente te abandona, transmitiendo una cierta impotencia ante la vida. Es así como se siente el yo poético cuando dice “buscadme en la ola”; arrastrado. “Tú eres lo que va (…) lo que va y no vuelve”, dice el poeta, plasmando con amargura la fugacidad de aquello que no vuelve, y la evanescencia de las cosas, valiéndose de la metáfora con el viento que “se apaga y se enciende”. Alude también a la nieve, haciéndonos sentir el frío que siente. En la penúltima estrofa emplea otra metáfora con “la tierra movediza que no habla con nadie”. Una vez más el autor se muestra angustiado, solo, incluso perdido, en un entorno inestable, como nos confirma en el último verso “buscadme en el aire”.&nbsp; &nbsp;

Se equivocó la paloma, se equivocaba.

Trabajo colaborativo Alumnos de 2º G Bachillerato IES DIEGO VELÁZQUEZ

Este poema titulado “Se equivocó la paloma” de Rafael Alberti, está contenido en el libro Entre el clavel y la espada (1941). Como ya he mencionado, creo que el tema del poema es la percepción errónea de nuestro alrededor y como, individualmente, todos creemos estar en posesión de la verdad. El autor presenta a una paloma que, una vez tras otra, comete error tras error al interpretar el mundo que la rodea, de esta forma, si consideramos la paloma como una simbolización de cualquiera de nosotros, podemos pensar que la intención de Alberti es hacernos dudar de nuestra forma de ver el mundo, de nuestras ideas y remarcar que todo el mundo comete errores hasta cuando tratamos de no fallar. La relación de opuestos durante todo el poema, nos hace percibirlo como una paradoja constante de la que podemos extraer la misma idea antes mencionada, nunca podemos estar seguros de la dirección a la que nos dirige nuestra verdad, y si estamos tomando el camino correcto. El léxico simple utilizado durante el fragmento hace que sea asequible para cualquier persona, pero el uso de metáforas y el gran simbolismo del poema lo complican para aquellos más cultos y le otorgan una profundidad y significado que no podemos encontrar en la primera lectura.

Dibujos de Andrea del Canto 2º D Bach. Inspirados por Marinero en Tierra (Curso 2019/20)

¿POR QUÉ HE ELEGIDO ESTE POEMA?

Este poema nos dibuja a alguien que se siente perdido y, al mismo tiempo, alejado o ajeno al mundo que le rodea. Seguramente es la insatisfacción ante la vida la que lleva al yo poético a esta situación. Sin embargo, he elegido este poema por la universalidad de lo que transmite, esa sensación de soledad y de desorientación, que podrían considerarse incluso inherentes a la condición humana. Todos nos hemos sentido ángeles sin suerte.&nbsp;

Durante los años 20, época de gran agitación política se abre paso una promoción de poetas de excepcional calidad, denominados Generación del 27. A este movimiento literario pertenecen poetas como Salinas, Cernuda, Aleixandre, Lorca, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Rafael Alberti. Rafael Alberti nació en el Puerto de Santa María (1902-99) y tras varias publicaciones inicia una brillante trayectoria literaria con Marinero en tierra, una obra ligada al neopopularismo y por la que recibió el Premio Nacional de Literatura en 1925, le siguen en esta misma línea libros como La Amante&nbsp;y El alba del alhelí. En ellos se aprecia un interés por el estilo de autores como Gil Vicente o los poemas del Cancionero y Romancero españoles.&nbsp; A esta etapa de influjo tradicional, le sucede una surrealista, en la que Sobre los ángeles supone la irrupción violenta del verso libre y de un lenguaje simbólico y onírico. En los años 30, la obra de Alberti transita por un tono político, con el que el poeta muestra su apoyo a la causa republicana. Sin embargo, la victoria del bando sublevado lleva al escritor a un largo exilio, en el que su poesía revela una fuerte nostalgia por la patria, apreciable en obras como Retornos de lo vivo lejano y Baladas y canciones del Paraná. Después de su regreso a España en 1977, su producción poética continuó con la misma intensidad, prolongándose sin fisuras hasta muy avanzada edad. De entre los muy numerosos libros publicados cabría mencionar Fustigada luz, Lo que canté y dije de Picasso y Versos sueltos de cada día.

Alejandro Navarro y Gloria Valerieva, 2º G 

Rafael Alberti fue un destacado componente de la Generación del 27 y miembro del partido comunista de España, que vivió la Guerra Civil y se exilió por la dictadura franquista. Este poema pertenece al libro De un momento a otro (1942), publicado en Argentina. En él expresa el lamento al ver cómo las palabras han sido sustituidas por las balas, por la violencia y por la rabia. Se observa claramente su angustia por la guerra y por saber que la cultura es acallada por las balas. Ya no hay lugar para el debate y la paz. En la primera estrofa manifiesta cómo el odio, la rabia y la venganza no dejan lugar a las palabras. En la segunda, denuncia que los artículos, discursos y escritos de los periodistas y políticos están siendo sustituidos por las armas y la violencia. La tercera estrofa junto con el verso final es una especie de conclusión en la que reitera que las palabras están heridas y en peligro, y que él mismo sufre esa falta de libertad de expresión y censura.

He elegido este poema porque veo en él un reflejo de la cotidianidad del ser humano. Una mezcla entre dos vertientes de la vida: la soledad y la compañía, que configuran la vulnerabilidad de las personas. Tiene una fuerza inesperada en mí, por efecto de haber plasmado una visión tan visceral de la dualidad amor-tristeza, un tópico típico encarnado en una realidad menos romántica, menos idealista de lo que acostumbra.&nbsp;

Rafael Alberti escribe este poema con un sentimiento desesperado, haciendo referencia a lo difícil que le ha resultado marcharse a Roma, mencionando todas aquellas cosas que añora de su antiguo hogar y pidiéndole a su nueva ciudad de acogida que le dé todo aquello que ha dejado atrás.&nbsp; Sin embargo, yo personalmente he llegado a interpretarlo de distinta manera. Este poema me ha recordado al gran riesgo y sacrificio que conlleva enamorarse, a la sensación de pérdida del control sobre los pensamientos y la voluntad que se siente durante una relación. Cuando nos enamoramos nos inundan sensaciones de todo tipo: no podemos dejar de pensar en la otra persona, repasamos una y otra vez cada palabra, detalle o situación vivida junto a ella. Se incrementa nuestra energía tanto, que a veces nos impide conciliar el sueño y olvidamos la necesidad de comer. Nuestra percepción del mundo y el futuro se modifica, todo cambia de color y sentimos que podemos con lo que nos propongamos.&nbsp; En definitiva, experimentamos un estado de plenitud. Sin embargo, también se dispara la necesidad por estar con él o ella y hacemos lo imposible por aumentar el tiempo que pasamos junto a esa persona, abandonando actividades sociales, desatendiendo tareas, responsabilidades e incluso, dejamos atrás esas cosas que queremos con tal de estar con la persona que amamos.

A veces, amor mío, soy tu ángel de sombra. Me levanto de no sé qué guaridas, fulmíneo, entre los dientes una espada de filos amargos, una triste espada que tú bien, mi pobre amor, conoces. Son los días oscuros de la furia, las horas del despiadado despertar, queriéndote en medio de las lágrimas subidas del más injusto y dulce desconsuelo. Yo sé, mi amor, de dónde esas tinieblas vienen a mí, ciñéndote, apretándome hasta hacerlas caer sobre tus hombros y doblarlos, deshechos como un río. ¿Qué quieres tú, si a veces, amor mío, así soy, cuando en las imborrables piedras pasadas, ciego, me destrozo y batallo por romperlas, por verte libre y sola en la luz mía? Vencido siempre, aniquilado siempre, vuelvo a la calma, amor, a la serena felicidad, hasta ese oscuro instante en que de nuevo bajo a mis guaridas para erguirme otra vez tu ángel de sombra.

Retornos de lo vivo lejano, (1948-1952)

¿POR QUÉ HE ELEGIDO EL POEMA?

He elegido este poema precisamente porque me gusta mucho la idea que transmite. Alberti habla sobre algo inmutable, invariable que nos da una sensación de estar en nuestro hogar, por muchos cambios que se produzcan. En mi opinión, creo que no es el elemento el que te hace sentir en casa (en este poema, el mar al que Alberti siente tanto apego) sino más bien el sentimiento de que existan cosas perennes en nuestra vida que nos acompañan a lo largo de toda ella. Al estar alejados sentimos esa melancolía y añoranza que expresa el autor en otros de sus poemas, como en El mar. La mar. Hay una palabra de origen portugués, saudade, que expresa a la perfección esa sensación, cercana a la tristeza y al vacío, causada por la distancia que nos separa de ser u objeto querido, e implica el anhelo de querer regresar cerca de estos. A mi parecer, el hogar no es un lugar palpable y material sino que es el conjunto de emociones que nos evocan algunas personas o lugares.

EXPLICACIÓN DEL POEMA

En el poema Lo que dejé por ti, Rafael Alberti muestra desde su más profunda tristeza su pena al dejar atrás su tierra querida. En cada estrofa muestra cada una de las causas de su lamento. En la primera, el autor comienza añorando ciertas características que hacen de su tierra su hogar, desde lugares como su mar de Cádiz y sus bosques, hasta acciones cotidianas con las que ha convivido toda su vida. En el segundo, se muestra desconsolado por la situación que deja con su marcha. Tiene la conciencia intranquila tras abandonar su país en un momento en el que existen conflictos que dividen a la sociedad según sus ideales y que puede comprometer la libertad de gran parte de ellos, por ello la causa de su exilio. Finalmente, expresa el gran sacrificio que va a realizar dejando atrás todas estas cosas que forman su vida, en busca de su supervivencia.. Por ello, ruega a su destino, Roma, que le otorgue tanto beneficio como pena ha dejado en su camino. Es curioso cómo está construido este fragmento, pues parece en todo momento que se dirige a su amada, cuando en realidad esta es Roma, su ciudad en el exilio.

He elegido este poema por varias razones. En primer lugar, porque me gusta mucho el uso del humor para reírnos de nosotros mismos, sin miedo a la crítica. Además, la forma en la que Alberti la realiza a través de la tercera persona me resulta sorprendente, como si no fuera consciente de la burla hacia su ser. El poema permite conocer más a fondo al autor, su sentido del humor, cómo se describe a sí mismo y los defectos que ve en él, permitiendo a los lectores saber algo&nbsp;sobre su personalidad, incluso mostrando aspectos de sí mismo que quizá el lector nunca hubiera llegado a conocer.

Este poema de Rafael Alberti, llamado Canto, río, con tus aguas, trata el tema del constante sexismo pero este caso referido a los hombres. Se visibiliza así la postura de las mujeres, por razones obvias, pero aquellos estereotipos de los hombre se dejan en la sombra como si no existiesen. Depende de dónde nazcas y dónde te críes, pero generalmente los hombres deben mostrar una imagen ruda, de fuerza y, como se refiere el autor en el poema, ser una “piedra”. Esto que a priori puede parecer fuera de contexto o que se le da demasiada importancia, es muy importante porque a edades más avanzadas los hombres dejan de saber cómo controlar sus emociones, ya que desde pequeños se les ha enseñado a guardarlas y a que no deben llorar ni sentir nada. El cúmulo de toda la tristeza y rabia interior que en realidad sí sienten, ya que no la pueden mostrar como seres humanos a través de las emociones, se acumulan poco a poco y acaban por destruirlos por dentro y estallar con arrebatos de ira o la pérdida del control de uno mismo. Nadie debe ni puede retener sus sentimientos para siempre, y si lo hacen desde pequeños, de mayores tendrán un montón de problemas. Llorar no es síntoma de debilidad, es síntoma de que algo realmente te ha afectado y como es lógico, debes mostrarlo&nbsp;y expulsarlo a través de los mecanismos que tiene el cuerpo. El autor expresa claramente en el poema esta idea que acabo de explicar, sobre todo en los versos 5, 6, 14, 15, 16. No somos piedras, somos humanos y debemos caer en la cuenta lo antes posible.

Pese al dolor que le produce la marcha, el poeta decide finalizar ese amor perdido, ese amor ahora insalvable, ya vemos esta idea reflejada en el primer verso que nos dice "Te digo adiós, amor, y no estoy triste". En la segunda estrofa, Alberti nos muestra como desde el comienzo uno de ellos debía partir e irse, pese a la fuerza con la que se agarraban los amantes a ese amor maldito y condenado desde el principio, volviéndose desgraciados y rompiéndose poco a poco en el proceso. Aunque ese amor ha producido un dolor inmenso siempre quedará ahí, como memoria, como recuerdo, aunque la despedida es amarga no es triste ya que la lección, el amor y todo lo vivido permanecerá siempre, dolerá igualmente para toda la vida, pero se agradecerá aquello aprendido y experimentado, como con un desgarro emocional profundo se muestra el segundo verso: "Gracias, mi amor, por lo que ya me has dado". No todo en el amor es perfecto, por mucho amor que pueda haber, el dolor sigue ahí y al final, la historia no acaba como un cuento de hadas.

Al leer este poema, me ha llamado la atención que parecía una carta que Rafael Alberti le escribía a un amigo suyo porque le echaba mucho de menos. Al leerlo con más detalle me dio la sensación de que parecía que su amigo, Federico García Lorca esta vivo, aun habiendo muerto al principio de la Guerra Civil. En mi opinión, el poema expresa muy bien cómo debe de ser perder un amigo y una patria de un día para otro y cómo de debe de sentirse uno al estar tan lejos de casa durante tanto tiempo. Yo mismo he tenido la experiencia de vivir en el extranjero durante un año en Irlanda y aunque al principio se soportaba bien, a medida que pasaba el tiempo, estar tan lejos de la tierra donde has vivido siempre, donde está todo el mundo que conoces y todos tus familiares, no se hace tan fácil. Por otro lado, el año pasado, para un proyecto de inglés, tuvimos que hacer una entrevista a un familiar y yo decidí hacérsela a mi abuelo. Mi abuelo nació en los últimos años de la Guerra Civil y me contó con mucho detalle cómo fue vivir en esa época. Desde la entrevista, veo la Guerra Civil de una manera más profunda y realista. Por último, este poema me recuerda a la película que narra la vida de Unamuno, Mientras dure la guerra (2019). En ella Unamuno también pierde amigos por la intervención del gobierno franquista.

Este poema me llamó mucho la atención mientras investigaba la vida de Alberti, porque se trata de un poemario que el autor escribió en los 70 cuando mantenía un encuentro amoroso con Beatriz Amposta, mientras estaba casado con Maria Teresa León. Lo que significa que aunque ya rondaba la edad de setenta y cinco años, seguía teniendo el alma y la pasión de un chico de dieciséis. Por otra parte, me gusta que en un mismo poema mezcle los sentimientos de odio, tristeza o nostalgia y amor, que se aferre a esa relación prohibida, pero que a su vez la deje marchar porque sabe que ya no hay salida.

Dibujo de Andrea del Canto 2º D Bach. Inspirado por Marinero en Tierra (Curso 2019/20)

El poema se titula "El burro explosivo" y fue publicado en 1938, durante la Guerra Civil, por las Ediciones del 5ª Regimiento de Madrid. A través de estos versos traslucen sus convicciones republicanas y profundamente antifascistas. Alberti le dedicó este poema a Francisco Franco, uno de los generales artífices del golpe de estado que desencadenó la Guerra Civil y el que se convertiría en caudillo de España hasta su muerte en los años 70.&nbsp; El poema tiene un claro y continuo tono despectivo, que apreciamos con sus constantes insultos dirigidos contra el golpista fascista. Esto no es sino una muestra del profundo desprecio que el poeta sentía contra el fascismo y quienes lo apoyaban. Desprecio que se observa también al decirle a Franco que observe como tanto Hitler como Musolini habían destruido ya sus países con el fascismo, para acto seguido atacarle por su baja estatura. En la segunda estrofa, el poeta parodia el himno de la Falange, el partido fascista español, mofándose de este y tratando de humillar al dictador reduciéndole solo a algo molesto, incluso podríamos compararlo con la rabieta de un niño pequeño.&nbsp; Más adelante el poeta acusa al golpista de ser el culpable de todas las muertes y la destrucción que la guerra está ocasionando. A continuación, con los versos "¿Qué ves? Verde te veo,/ no de aquel bello azul, azul de Prusia" podríamos entender que afirma que a pesar de creerse tan poderoso y carismático como Hitler, no lo es, tachándole de fascista de segunda. Podríamos compararlo con un niño jugando al fútbol (Franco) soñando con ser como su jugador favorito (Hitler).&nbsp; Incluso el poeta acusa a Franco de homosexual, y de mantener relaciones sexuales con las tropas africanas que apoyaron su golpe de estado, asegurando que como consecuencia de las mismas sentía molestias que le impedían sentarse. Por último, podríamos destacar la referencia a personajes de la historia de España de hace siglos, Paquita la Católica, y naturales del mismo lugar que Franco, Isabel de Ferrol. Alberti afirma que estos ya están muertos, haciendo referencia, posiblemente, a que la visión de España que el dictador tenía era arcaica y había sido dejada atrás gracias al progreso.

El significado que este poema pueda tener no me queda muy claro y me parece de difícil comprensión. Hay una fuerte expresión de sentimientos que lo embellece. Este significado podría ser la reiteración de la equivocación de la paloma en la búsqueda de algo que el poema no nombra pero que podría ser el corazón de ese “tú” femenino al que hace alusión de forma indirecta en los versos “Que tu falda era tu blusa; que tu corazón su casa. Se equivocaba.”, en los que también podría referirse a que la paloma, representando a un “tú” masculino, amó a alguien que pudo no corresponderle, de ahí que diga que se pensó que su corazón era su casa cuando no lo era. Este poema lo escribió Alberti durante su exilio en Francia por la Guerra Civil española y para él sería una etapa dura o confusa. Esto podría estar relacionado con la simpleza con la que está escrita el poema y con su difusa comprensión.&nbsp;

Acuarela de Andrea del Canto 2º D Bach. Inspirado por Marinero en Tierra (Curso 2019/20)

Cuando me narraban el poema de pequeña, no necesitaba ver más allá del caballo cabalgando. Sin embargo, cuando crecí y me puse a analizarlo mejor, me quedé fascinada con el mensaje. Un mensaje de apoyo dedicado a los soldados que lucharon por defender aquello que consideraban como suyo durante la Guerra Civil Española. Escogí este poema principalmente debido a que yo soy una persona que comparte los ideales que promueve el bando republicano. El laicismo, las ideas antimonárquicas o democráticas, el comunismo, el anticlericalismo… son algunos de esos aspectos republicanos que defiende y muestra Alberti en sus obras. Aparte de por las cuestiones políticas, también lo escogí porque es el favorito de mi padre. De pequeña me recitaba algunos versos que me dedicaba a repetir hasta la saciedad. Al volverlo a leer, he recordado una parte de mí que hacía tiempo que había olvidado y me ha sido imposible no escogerlo para el trabajo.

Alberti recurre de nuevo a los ángeles como símbolo de los fragmentos de su alma y de las fuerzas incontrolables, fuera del alcance humano, que tienen sin embargo una decisiva influencia sobre nuestros actos. Algunas, sumidas en las sombras, despiertan la incertidumbre de la existencia, una dolencia o una nostalgia punzante que derriba al hombre. Las sombras para Alberti son los vestigios de un oscuro pasado, de un dolor que no consigue superar y que ocupaba su cuerpo y vida durante el exilio del poeta. Vive esta tristeza estremecedora en compañía. Vive entre amor y amargura con María Teresa León, su amada, y se sincera aquí con ella, se disculpa por el espacio que colma su pena entre los dos.&nbsp;

He elegido este poema porque me parece que es una declaración de un amor que sobrepasa las fronteras de la distancia o la ausencia. Para mí el amor es una parte muy importante de nuestras vidas y me siento muy identificada con el prisma desde el que se enfoca en este poema. El poeta cree que aunque alguno de los dos amantes se marchase nunca llegaría a irse realmente

realmente porque el amor los mantiene unidos. Representa la creencia de que el amor supera cualquier barrera y de que los amantes siguen unidos estén donde estén. Yo me identifico con este punto de vista porque considero que el amor es uno de los principales motivos que nos aportan felicidad y el deseo de vivir.

Este poema, que Alberti escribió cuando estaba viviendo en Roma, habla del aburrimiento. La explicación que yo le encuentro es que el poema en sí mismo es una metáfora del aburrimiento. Lo veo así porque interpreto el poema como un bucle, incluso en algunos momentos es repetitivo, como el mismo aburrimiento, ya que viene dado por elementos repetitivos que nos introducen en el bucle de no saber qué hacer. En el poema se observa a una persona que solo puede hablar de lo aburrido que está, algo extrapolable a esas tediosas situación en las no podemos pensar más que en lo aburridos que estamos. La idea de morir de aburrimiento la interpreto como una metáfora que tendría su explicación en que si nos pasamos la vida aburridos es que la hemos desaprovechado, pues vivir la vida sin ser felices es lo mismo que morir.

Como ya dije anteriormente, en mi opinión el poema se puede interpretar de dos formas, es por ello por lo que el análisis de su significado también va enfocado desde dos puntos de vista distintos. En la primera estrofa, cuando cuenta que dejó los bosques, la perdida arboleda y los perros desvelados, se puede entender como que el autor tuvo que dejar de lado ciertas costumbres para poder gustarle más a su amada, o simplemente está narrando todos aquellos elementos de su tierra natal que abandonó al irse a Roma. En este caso, es más lógico decantarse por el segundo significado ya que al final de esta primera parte menciona las capitales y un destierro que durará hasta el final de su vida (“el invierno de la vida”), dejando un poco más claro que está haciendo referencia a lugares geográficos y no a actitudes o formas de vida.

      En la segunda estrofa, señala catástrofes en proceso como temblores y fuegos no apagados para decir que ha dejado cosas inacabadas, que no ha sido capaz de cambiar de vida como le hubiese gustado, ya sea porque fue exiliado o por intentar gustarle a la otra persona. El mencionar que dejó su sombra en los desesperados ojos sangrantes de la despedida tiene la misma función: no pudo despedirse como es debido y se arrepiente de ello.

La canción del ángel sin suerte

Tú eres lo que va: agua que me lleva, que me dejará. Buscadme en la ola. Lo que va y no vuelve: viento que en la sombra se apaga y se enciende. Buscadme en la nieve. Lo que nadie sabe: tierra movediza que no habla con nadie. Buscadme en el aire. &nbsp;

El poema fue compuesto en París después de su exilio. Forma parte de su obra Entre el clavel y la espada", su motivo central es la soledad, sin embargo, los poemas de la tercera parte (entre los cuales está este) se centran en la esperanza. Es un poema con un significado simbólico complejo al que se le han&nbsp;encontrado&nbsp;muchas interpretaciones. Una de las interpretaciones más famosas de este poema es la que dice que Alberti se refería a él mismo como paloma y durante todo el poema él le contaba a su amada todos los errores que había cometido. El poema hace mucho hincapié en la equivocación con el uso de contrarios y verbos que hacen alusión a esta. Ejemplos de este uso de contrarios son: norte, sur; trigo, agua; mar, cielo; noche, mañana. Además el poema se construye bajo un paralelismo en su totalidad, pues utiliza la misma estructura y dota al poema de un ritmo que nos hace volver sobre el concepto de la equivocación.

Seguramente habrá interpretaciones muy sesudas de estos poemas, pero estas son las de unos alumnos que han hecho suya la voz de un tiempo y de una sensibilidad. Han querido mostrar, unos mejor que otros, la capacidad que tiene la literatura y la poesía, en particular, para vivir y sentir emociones a través de las palabras de otros. Podemos decir que esta actividad cobra sentido cuando recordamos palabras como aquellas en las que Antonio Gamoneda dice: "El poema no está completo hasta que alguien lo lee". También el mismo Benjamín Prado, con el compartimos esta actividad, nos transmite en algunos de los versos de su poema "Cuestión de principios" que los poemas deben escuchar a quienes lo leen o que saben lo que piensas. Muchas gracias a todos por estas recreaciones y emociones que&nbsp;han despertado la voz poética de R. Alberti.

IES Diego Velázquez&nbsp;(Torrelodones) Octubre de 2020

A Jacqueline,&nbsp; &nbsp;&nbsp;que vive dentro de los ojos del monstruo Siempre es todo ojos. No te quita los ojos. Se come las palabras con los ojos. Es el siete ojos. Es el cien mil ojos en dos ojos. El gran mirón como un botón marrón y otro botón. El ojo de la cerradura por el que se ve la pintura. El que te abre bien los ojos cuando te muerde con los ojos. El ojo de la aguja que sólo ensarta cuando dibuja. El que te clava con los ojos en un abrir y cerrar de ojos. El ojo avizor, agresor, abrasador, inquisidor. El ojo amor. El ojo en vela, centinela, espuela, candela, el que se rebela y revela. No cierra los ojos. No baja los ojos. Te quita los ojos. Te arranca los ojos y te deja manco o te deja cojo. Luego te compone o te descompone, la nariz te quita, luego te la pone, después te la quita o te pone dos. Ojo que te espeta, que te desjarreta, te agranda las tetas, te achica las tetas, te hace la puñeta, te levanta el culo, te deja sin culo, te vuelve un alambre, te ensarta en estambre, te ve del revés, todo dividido, tundido, partido, cosido, raído, zurcido, fluido. Ojos animales, letales, mortales, umbilicales. Ojos cataclismo, temblor, terremoto, maremoto, abismo, flor. Ojos toro azul, ojos negro toro, ojos toro rojo. Ojos. Son el con y es sin, son el sin y el con. Con esto y sin esto, traspuestos, opuestos, crueles, molestos, el sumo y el resto. El mundo tranquilo pendía de un hilo. Y el desbarajuste de la gran baraja cortó con su filo su pincel navaja. Salta el mundo, vuela. Hecho añicos canta, relincha, arde en vela, se espanta. ¡Afuera esos ojos! ¡Quítenme esos ojos! ¿Quién trajo esos ojos? Yo quiero ser flor. Pero soy un pez. Yo quiero ser pez. Pero soy manzana. Quiero ser sirena. Pero soy un gallo. Quiero ser la noche y soy la mañana. Mátenme esos ojos, virojos, pintojos, ojos trampantojos. Aquí la matanza, aquí la esperanza, el fusilamiento, el derrumbamiento, la paz, la bonanza. Ojo, que remonto plato. Ojo, que salto hecho jarra. Ojo, que giro paloma. Ojo, que remonto cabra. Vivan esos ojos. Luz para esos ojos. Líneas y colores para esos dos ojos. Todo el amor para esos ojos. El cielo entero para esos ojos. El mar entero para esos ojos. La tierra entera para esos ojos. La eternidad para esos ojos. Lo que canté y dije de Picasso, 1981

El poema está extraído del libro Entre el clavel y la espada (1941). Por la fecha en que lo escribió, se puede deducir que pertenece a una época escrita bajo el signo de la flor y de la muerte, la del compromiso, pero también la del amor... En este poema en concreto, Rafael Alberti habla sobre una paloma que se equivoca constantemente a lo largo de su vida, y menciona sus errores en cada estrofa a través de comparaciones entre opuestos. De este modo, se da a entender que el tema del poema es la errónea aprehensión del mundo en que vivimos. En los últimos versos, aparece una mujer de la que está enamorada esta paloma. La paloma piensa que la mujer también la ama ("que tu corazón su casa"), y enseguida se da cuenta de que se ha vuelto a equivocar, y ambos protagonistas duermen en lugares separados esa noche.

Acuarela de Andrea del Canto 2º D Bach. Inspirado por Sobre los ángeles (Curso 2019/20)

El motivo de que haya escogido este poema es por lo que me transmitió la primera vez que lo leí, al margen de lo que se quiere expresar realmente con él, a mí me transmitió un sentimiento de idealización al género femenino hablando de la belleza natural de la mujer. Vivimos en una época donde los estereotipos parecen ser obligatorios y las mujeres aparentemente debemos ir siempre arregladas y adoptar posiciones catalogadas como femeninas. Esta obra de Alberti, toma como tema la belleza femenina natural y despreocupada, lo que para mí debería ser la belleza aceptada por la sociedad ya que es la belleza real. La forma en la que Alberti se detiene a observar cada detalle y como los describe con un tono cálido, muestra según mi punto de vista la personalidad del autor y la forma en la que admira al género femenino me parece un digno de un ejemplo a seguir para muchas personas en la actualidad.

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