Primer capítulo

-¿Acaso el humo se disipará por completo alguna vez?-
se preguntaba Kevin Miller mientras navegaba en su pequeño barco por la bahía. Las hojas adoraban la superficie de la bahía, cuya agua formaba unas suaves ondas. Muchas veces se había hecho así mismo esta pregunta. Desde que su familia vivía por esta región ,y de eso hacía tanto tiempo que no podía recordarlo. Nadie había visto todas aquellas aguas sin nubes, por pequeñas que estas fueran. 
Había días, por supuesto, incluso semanas y meses enteros, ante todo un verano, en los que la bahía se veía inundada por la luz del sol. Los rayos se deslizaban por las ondas y enseguida se tenía la impresión de ser capaz de dominar todo el lago, pero incluso en tales días, las distantes orillas siempre aparecían cubiertas por bancos de humo y el horizonte presentaba unas finas nubes negras.

1. ¿Acaso el humo se disipará por completo alguna vez?
La vida en las grandes ciudades

-¿Acaso el humo se disipará por completo alguna vez?-
se preguntaba Kevin Miller mientras navegaba en su pequeño barco por la bahía. Las hojas adoraban la superficie de la bahía, cuya agua formaba unas suaves ondas. Muchas veces se había hecho así mismo esta pregunta. Desde que su familia vivía por esta región ,y de eso hacía tanto tiempo que no podía recordarlo. Nadie había visto todas aquellas aguas sin nubes, por pequeñas que estas fueran. 
Había días, por supuesto, incluso semanas y meses enteros, ante todo un verano, en los que la bahía se veía inundada por la luz del sol. Los rayos se deslizaban por las ondas y enseguida se tenía la impresión de ser capaz de dominar todo el lago, pero incluso en tales días, las distantes orillas siempre aparecían cubiertas por bancos de humo y el horizonte presentaba unas finas nubes negras.

Kevin había intentado atravesar este velo. Siendo joven había navegado por toda la bahía tratando de divisar lo que había detrás de esta. Pero su felicidad siempre se veía perturbada por el hecho de que el humo apareciera en otro lugar.
A continuación, kevin se alejaba por el agua y se concentraba en una zona de la lejanía que se presentaba nublada ante sus ojos. Pero, siempre que creía poder verla por fin con claridad, ocurría como si el humo se trasladaba justo al lado de su bote, de modo que nunca fue capaz de contemplar la gran bahía en toda su extensión.

-Quizás nunca consiga ver el algo en su totalidad, pero intentaré, en la medida de la posible, descubrirlo y disfrutarlo.- pensó Kevin mientras se dirigía remando al puerto de su casa. 

Tampoco los más viejos del lugar habían visto la bahía en toda su extensión. Algunos conocían ciertos lugares en el agua en los que rara vez se concentraba el humo ahí. En la región circulaban dos teorías sobre la niebla.

Una sostenía que disminuía en intervalos regulares y que se renovaba con l misma regularidad. Otra afirmaba que el humo disminuía, a pesar de sus oscilaciones, constantemente, y que llegaría el precioso día en el que todo el mundo lograría observar en su totalidad e hermoso cielo de la Bahía.

En la región se producían fuertes discusiones incluso enfrentamientos, con respecto a estas dos teorías. Incluso, en una ocasión, su madre le había logrado tirar un pescado a la cabeza a su vecina.

Ah, sí, su familia. Se trataba de una familia especial. Cada uno de sus miembros era muy agradable, salvo que a veces reflexionaban en exceso. Sus padres no eran en absoluto una pareja extraña, su madre era una típica Clinton. Los Clinton eran desde hacía mucho tiempo una conocida e influyente familia de la bahía y no disimulaban en absoluto que se consideraban gente especial. Poseían una especialidad muy marcada de dejar de lado la realidad.
-Si fuéramos gobernadores o si los gobernadores fueran como nosotros, todo iría mejor- solían decir en tales momentos.

Una sostenía que disminuía en intervalos regulares y que se renovaba con l misma regularidad. Otra afirmaba que el humo disminuía, a pesar de sus oscilaciones, constantemente, y que llegaría el precioso día en el que todo el mundo lograría observar en su totalidad e hermoso cielo de la Bahía.

En la región se producían fuertes discusiones incluso enfrentamientos, con respecto a estas dos teorías. Incluso, en una ocasión, su madre le había logrado tirar un pescado a la cabeza a su vecina.

Ah, sí, su familia. Se trataba de una familia especial. Cada uno de sus miembros era muy agradable, salvo que a veces reflexionaban en exceso. Sus padres no eran en absoluto una pareja extraña, su madre era una típica Clinton. Los Clinton eran desde hacía mucho tiempo una conocida e influyente familia de la bahía y no disimulaban en absoluto que se consideraban gente especial. Poseían una especialidad muy marcada de dejar de lado la realidad.
-Si fuéramos gobernadores o si los gobernadores fueran como nosotros, todo iría mejor- solían decir en tales momentos.

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Acaso el padre de Kevin tenía más los pies en la tierra. Era de la idea de que las cosas funcionarían mejor si todos reflexionaran más, mientras que su mujer frecuentemente utilizaba metáforas y tendía a disfrutar abiertamente de la vida; su marido era una persona más retraída.

En ocasiones, para despejarse un poco, Kevin va en bici a unas pequeñas colinas no muy lejos de la bahía, entre las cuales se encontraba un valle, por donde corría una fuerte brisa que disipaba los restos de las nubes negras. Era el lugar preferido de Kevin, ya que el sol brillaba y abundaban el cantar de las aves. De cuando en vez, Kevin soñaba con que la bahía pudiera exhibir tanta pureza.

Kevin subió las escalerillas que conducían del embarcadero a la plataforma de la casa. Esta estaba situada a las afueras de la costa, y se observaba mejor que cualquier casa desde la lejanía. Las casas más atractivas eran las que no estaban precisamente en la tierra, al igual que su casa, que la sostenía tres grandes pilares apoyados en la profundidad del mar.

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Al entrar a su hogar, en una de las paredes del pasillo se encontraba una hoja de papel, una nota, de su madre:

-''El alcalde ha convocado a todos los interesados a una reunión, que se realzará en la plaza para conversar sobre las falsas acusaciones que lo involucran con la nube negra''.

Luego de esto, Kevin agarró su bici y emprendió marcha hacia la plaza de aquella región.

Los veranos se volvieron más calurosos incluso con sequías inclementes. La época de lluvia ahogaba a la gente en sus casas. La desesperación se respiraba en cada esquina, un día de abril, fue tanta la exaltación de los pobladores embravecidos que el alcalde se vio obligado a responder sobre ciertas acusaciones que lo involucraron de alguna forma con aquella nube negra. Con la astucia y el verbo embustero, el alcalde prometía que el tiempo iba a mejorar; y que mientras tanto, podían disfrutar de una riqueza que permitía la expansión de la ciudad.

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Al entrar a su hogar, en una de las paredes del pasillo se encontraba una hoja de papel, una nota, de su madre:

-''El alcalde ha convocado a todos los interesados a una reunión, que se realzará en la plaza para conversar sobre las falsas acusaciones que lo involucran con la nube negra''.

Luego de esto, Kevin agarró su bici y emprendió marcha hacia la plaza de aquella región.

Los veranos se volvieron más calurosos incluso con sequías inclementes. La época de lluvia ahogaba a la gente en sus casas. La desesperación se respiraba en cada esquina, un día de abril, fue tanta la exaltación de los pobladores embravecidos que el alcalde se vio obligado a responder sobre ciertas acusaciones que lo involucraron de alguna forma con aquella nube negra. Con la astucia y el verbo embustero, el alcalde prometía que el tiempo iba a mejorar; y que mientras tanto, podían disfrutar de una riqueza que permitía la expansión de la ciudad.

 Kevin, con suspicacia le pregunta al alcalde con voz exaltada:
-¿De dónde viene el dinero al que usted tanta referencia hace? Y¿Qué relación tiene con esa nube que aniquila nuestro futuro?- El alcalde al verlo, con sonrisa burlesca, le contesta: mirando al resto de los asistentes:

-No pierdo mi tiempo en acusaciones ni señalamientos que provienen de un ignorante y exaltado jovencito.- Sobraron las risas y algunos asentaron el improperio del alcalde. Kevin se sintió solo, cabizbajo, e incluso avergonzado. Hasta que escuchó una voz firme y sutil a la vez, que le aseguraba que el alcalde era un farsante:

-El alcalde miente, y tú tienes suficientes razones para involucrarlo con la nube negra.

-¿Cómo estás tan segura?.


-Porque yo sé de donde proviene aquella nube.- La expresión de Kevin fué de sorpresa.

 Y algo exaltado se dispuso a preguntar por el nombre de aquella chica, pero se vió interrumpido por la anterior nombrada, que con algo de prisa respondió:

-Si quieres saber de donde proviene espérame a las 6 am en el puerto superior este. Ven solo, si veo que le dices a alguien más de esto acabaré contigo.- Luego de esto la misteriosa chica se alejó a pasos rápidos de la multitud, y luego de unos segundos Kevin la perdió de vista.

 Y algo exaltado se dispuso a preguntar por el nombre de aquella chica, pero se vió interrumpido por la anterior nombrada, que con algo de prisa respondió:

-Si quieres saber de donde proviene espérame a las 6 am en el puerto superior este. Ven solo, si veo que le dices a alguien más de esto acabaré contigo.- Luego de esto la misteriosa chica se alejó a pasos rápidos de la multitud, y luego de unos segundos Kevin la perdió de vista.

2.Travesía y sorpresa: ¡El culpable!
Devastación

Segundo Capítulo

Gran parte de esa noche, la pasó preguntándose quién era esa chica. Luego de las 10 pm el olor ácido proveniente de aquella nube fué más intenso. Mientras observaba el muelle desde la ventana, Kevin pensó:

-¿Por qué al alcalde no le interesa averiguar el origen de esa nube y los daños que produce en el ambiente y en los pobladores de la bahía?.
Recuerdo cuando en la bahía abundaban el canto de los pájaros risueños, que construían en aquellos árboles que hoy no existen, fantásticos nidos donde criaban a los polluelos que hoy no existen.- Con una expresión taciturna suspiró pesadamente. No podía quitarse de la mente la propuesta de aquella chica, la curiosidad le ganó y en mucho silencio se preparó para ir al muelle donde tendría lugar aquella pequeña reunión.

2.Travesía y sorpresa: ¡El culpable!
Devastación

Gran parte de esa noche, la pasó preguntándose quién era esa chica. Luego de las 10 pm el olor ácido proveniente de aquella nube fué más intenso. Mientras observaba el muelle desde la ventana, Kevin pensó:

-¿Por qué al alcalde no le interesa averiguar el origen de esa nube y los daños que produce en el ambiente y en los pobladores de la bahía?.
Recuerdo cuando en la bahía abundaban el canto de los pájaros risueños, que construían en aquellos árboles que hoy no existen, fantásticos nidos donde criaban a los polluelos que hoy no existen.- Con una expresión taciturna suspiró pesadamente. No podía quitarse de la mente la propuesta de aquella chica, la curiosidad le ganó y en mucho silencio se preparó para ir al muelle donde tendría lugar aquella pequeña reunión.

En su bici usual se acercó al respectivo muelle, dejó su bici a un lado y se acercó al borde de este mientras que la madera crujía por el peso de Kevin. Una sombra se divisó a tres metros de él, a la cual éste se le acercó dudoso y algo temeroso. Al acercarse a dos pasos de la sombra reconoció el rostro de la misma, las sospechas de Kevin eran ciertas, se trataba de la misma chica de la plaza, la cual lo había impresionado con su propuesta.
Ésta sólo lo observó detalladamente con una mirada intensa, luego de eso su mirada se dirigió a las espaldas de éste para verificar que nadie lo siguiera. Luego de rectificar aquello volvió a dirigir la mirada en Kevin, quien tenía expresión de querer aclarar cientos de dudas, lo cual la contraria notó y se propuso a dar una explicación:

- ¿Por qué estás interesado en saber el origen de aquella nube?.
Aquella pregunta atrapó a Kevin desprevenido, pero luego de pensarlo un poco con firmeza respondió:

-He notado que desde que esa nube ha llegado, la población de las aves ha disminuido. Y que,  al llover, el agua que proviene de esa nube ocasiona un daño en la superficie, me parece preocupante y muy extraño que nuestro alcalde, que debería ser el principal interesado, no haya notado las consecuencias de esta o que a pesar de saberlo no busque una solución. Quiero saber las respuestas, pero primero tengo que saber que lo ocasiona, para después buscar una solución-.
La chica lo miró algo sorprendida por aquella respuesta, no muchos en el pueblo se preocupaban de esto y menos aún buscaban una solución.
-Sí, yo también opino lo mismo. Está bien, confío en ti. Me llamo Katherine ¿Cuál es tu nombre?.
 
-Soy Kevin, Kevin Miller.
 
-Bien, antes de explicártelo te voy a presentar un ami... -Antes de que Katherine terminara la oración, de la oscuridad salió un hombre joven sorprendiendo a Kevin y a Katherine.