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OBRAS PICTÓRICAS ESPAÑOLAS Loading...
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EL CABALLERO DE LA MANO EN EL PECHO
El cuadro llamado "El Caballero de la Mano en el Pecho", es un retrato del marqués de Montemayor, pintado por un pintor del s. XVI llamado "El Greco".
En él aparece un personaje que tiene unos cincuenta y dos años, con el pelo moreno y oscuro como la noche, liso, corto y con entradas. Su cara es pálida, suave y alargada. Los ojos son negros, redondos, pequeños y podemos apreciar que tiene ojeras. Tiene las pestañas cortas, oscuras y finas. Sus cejas son oscuras, largas y gruesas. La boca es pequeña con labios son gruesos y carnosos. Está cubierta por un gran bigote y una barba larga, espesa y perfilada Sus orejas son pequeñas, largas, puntiagudas y pegadas a la cara. La nariz es puntiaguda, alargada y pequeña.
El marqués, protagonista del cuadro, es un hombre delgado y alto, en apariencia débil y serio.
Lleva puesto una casaca negra con cuello y mangas blancas de encaje. Llama la atención la disposición de su mano derecha sobre su pecho, postura que da nombre al cuadro. Se adivina un medallón semi escondido en la casaca y podemos apreciar una espada la empuñadura de una espada dorada y labrada.
El fondo del cuadro es oscuro y tenebroso.
”Inmaculada Concepción “
“La Inmcaculada Concepción” es un cuadro pintado por Murillo en el s. XVI en el que aparece una Virgen y varios ángeles a su alrededor.
La figura principal aparenta unos veinte años y tiene el pelo largo, suelto, castaño, ondulado y un poco encrespado. La cara es redonda, con mofletes sonrojados y piel clara. Sus ojos son marrones y redondos, con la mirada dirigida hacia el Cielo. Las cejas son finas y perfiladas. Su nariz es pequeña y redondita. Bajo ella su boca aparece pequeña con labios carnosos y rojizos. Tiene una figura estilizada que parece que flota en el aire. Sus delgadas manos, aparecen en actitud de oración. Lleva puesto una túnica blanca y vaporosa. Sobre el hombro lleva un manto azul y largo, muy voluminoso. Transmite alegría, dulzura y mucha paz.
A su alrededor podemos ver unos cuantos ángeles regorditos, desnudos y flotando entre las nubes. Cada uno lleva un atributo mariano (lirio, rosa, etc.). Bajo sus pies, aparece la luna como representación de Señora de cielo y tierra.
La figura principal aparenta unos veinte años y tiene el pelo largo, suelto, castaño, ondulado y un poco encrespado. La cara es redonda, con mofletes sonrojados y piel clara. Sus ojos son marrones y redondos, con la mirada dirigida hacia el Cielo. Las cejas son finas y perfiladas. Su nariz es pequeña y redondita. Bajo ella su boca aparece pequeña con labios carnosos y rojizos. Tiene una figura estilizada que parece que flota en el aire. Sus delgadas manos, aparecen en actitud de oración. Lleva puesto una túnica blanca y vaporosa. Sobre el hombro lleva un manto azul y largo, muy voluminoso. Transmite alegría, dulzura y mucha paz.
A su alrededor podemos ver unos cuantos ángeles regorditos, desnudos y flotando entre las nubes. Cada uno lleva un atributo mariano (lirio, rosa, etc.). Bajo sus pies, aparece la luna como representación de Señora de cielo y tierra.
RETRATO DE PABLO PICASSO
JUAN GRIS
JUAN GRIS
El "Retrato de Pablo Picasso" es un cuadro pintado por Juan Gris, en el siglo XX. Picasso y el autor eran amigos y compañeros. Esta obra se enmarca dentro del género cubista, del que Pablo Picasso fue uno de sus principales representantes.
Por tratarse de una obra de este género, no se aprecian con claridad los rasgos de la figura humana que representa, un hombre de mediana edad, con el pelo castaño, corto y liso. Su cara se intuye alargada, con mofletes y sonrosada. Los ojos son grandes, almendrados y grises. Su nariz es aguileña y grande. La boca es pequeña, con labios gruesos y carnosos. Llama la atención su barbilla prominente.
Picasso aparece sentado en actitud de descanso. Es corpulento y tiene una expresión de seriedad y tranquilidad. Lleva puesto una chaqueta azul con botones y una camisa blanca debajo de ella. En su mano porta una paleta de pintor, ya que era su profesión.
Por tratarse de una obra de este género, no se aprecian con claridad los rasgos de la figura humana que representa, un hombre de mediana edad, con el pelo castaño, corto y liso. Su cara se intuye alargada, con mofletes y sonrosada. Los ojos son grandes, almendrados y grises. Su nariz es aguileña y grande. La boca es pequeña, con labios gruesos y carnosos. Llama la atención su barbilla prominente.
Picasso aparece sentado en actitud de descanso. Es corpulento y tiene una expresión de seriedad y tranquilidad. Lleva puesto una chaqueta azul con botones y una camisa blanca debajo de ella. En su mano porta una paleta de pintor, ya que era su profesión.
S. Lucas pintando la Crucifixión
Zurbarán
Zurbarán
Este cuadro está pintado en el año 1639 por Francisco de Zurbarán, coetáneo de Velázquez, y representa el momento de la Crucifixión de Jesús.
En él aparecen dos figuras: Jesús, que es la principal, y S. Lucas.
Podemos ver a Jesús con el pelo largo, descuidado, ondulado y castaño oscuro. Lleva una corona de espinas. Su rostro no se aprecia bien debido a estar cubierto por el pelo y una prominente barba castaña. Los ojos están cerrados, posiblemente porque esté ya muerto o agonizando.
La figura llama la atención porque aparece crucificado, aunque no como lo vemos habitualmente, sino con los pies cruzados con dos clavos, y esto da sensación de movimiento. Su cuerpo es alto y tan delgado que se le marcan las costillas. Lleva puesto un trozo de tela blanca a la altura de las caderas, que tapa sus partes íntimas.
La segunda figura corresponde al evangelista Lucas, discípulo de Jesús, y es un auto retrato del pintor. Es un hombre de unos sesenta y dos años. Su cabeza aparece calva por arriba y con pelo liso, descuidado y canoso a los lados. La nariz es grande, puntiaguda y aguileña. Su cara es pequeña, alargada y blanca con una expresión de misticismo por el momento que está contemplando. Tiene las cejas grandes, canosas y pobladas. La boca es grande con labios carnosos, aunque está ligeramente tapada por una barba un poco canosa y poco poblada.
San Lucas es alto y delgado. En sus manos lleva una paleta de pintor y cubriendo su cuerpo una túnica rosada y voluminosa, con una sobre túnica marrón.
El fondo del cuadro es oscuro, aunque aparecen iluminadas las dos figuras principales para que nos fijemos en ellas.
En él aparecen dos figuras: Jesús, que es la principal, y S. Lucas.
Podemos ver a Jesús con el pelo largo, descuidado, ondulado y castaño oscuro. Lleva una corona de espinas. Su rostro no se aprecia bien debido a estar cubierto por el pelo y una prominente barba castaña. Los ojos están cerrados, posiblemente porque esté ya muerto o agonizando.
La figura llama la atención porque aparece crucificado, aunque no como lo vemos habitualmente, sino con los pies cruzados con dos clavos, y esto da sensación de movimiento. Su cuerpo es alto y tan delgado que se le marcan las costillas. Lleva puesto un trozo de tela blanca a la altura de las caderas, que tapa sus partes íntimas.
La segunda figura corresponde al evangelista Lucas, discípulo de Jesús, y es un auto retrato del pintor. Es un hombre de unos sesenta y dos años. Su cabeza aparece calva por arriba y con pelo liso, descuidado y canoso a los lados. La nariz es grande, puntiaguda y aguileña. Su cara es pequeña, alargada y blanca con una expresión de misticismo por el momento que está contemplando. Tiene las cejas grandes, canosas y pobladas. La boca es grande con labios carnosos, aunque está ligeramente tapada por una barba un poco canosa y poco poblada.
San Lucas es alto y delgado. En sus manos lleva una paleta de pintor y cubriendo su cuerpo una túnica rosada y voluminosa, con una sobre túnica marrón.
El fondo del cuadro es oscuro, aunque aparecen iluminadas las dos figuras principales para que nos fijemos en ellas.
"LAS MENINAS"
VELÁZQUEZ
VELÁZQUEZ
El cuadro "Las Meninas" fue pintado por Velázquez en el año 1656. Este pintor fue uno de los más importantes del siglo de oro español. Esta obra se encuentra en el Museo del Prado y representa a la familia del rey Felipe IV e incluye un autorretrato del propio autor que está pintando la escena. Se trata de una estancia del Palacio Real, concretamente el salón.
A la izquierda hay un caballete con el cuadro que está pintando Velázquez; delante de él vemos a María Agustina Sarmiento de Montemayor, que está inclinada hacia la infanta Margarita, que aparece en el centro del cuadro.
A la derecha de ésta se encuentra otra menina, Isabel de Velasco, también en actitud servicial. Al lado de ella observamos a María Bárbola, un personaje con rasgos de enanismo, y Nicolasito Percusato, otro enano de la Corte.
Delante de ellas vemos un perro mastín tumbado en el suelo. Detrás de estos personajes encontramos a la viuda Marcela de Ulloa y al lado al guardacamas de la Corte en penumbra.
Al fondo observamos al aposentador de la reina en el umbral de la puerta, no sabemos si entrando o saliendo de la estancia.
Nos sorprende ver colgado de la pared del fondo un cuadro de los Reyes entre otros muchos cuadros que decoran las paredes.
A la izquierda hay un caballete con el cuadro que está pintando Velázquez; delante de él vemos a María Agustina Sarmiento de Montemayor, que está inclinada hacia la infanta Margarita, que aparece en el centro del cuadro.
A la derecha de ésta se encuentra otra menina, Isabel de Velasco, también en actitud servicial. Al lado de ella observamos a María Bárbola, un personaje con rasgos de enanismo, y Nicolasito Percusato, otro enano de la Corte.
Delante de ellas vemos un perro mastín tumbado en el suelo. Detrás de estos personajes encontramos a la viuda Marcela de Ulloa y al lado al guardacamas de la Corte en penumbra.
Al fondo observamos al aposentador de la reina en el umbral de la puerta, no sabemos si entrando o saliendo de la estancia.
Nos sorprende ver colgado de la pared del fondo un cuadro de los Reyes entre otros muchos cuadros que decoran las paredes.