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Sara Pacheco MartínezEl paracaidismo es un deporte que consiste en saltar desde una aeronave a 4.600m de altura y permanecer en caída libre hasta la apertura del paracaídas a unos 1.200m aproximadamente.
El equipo necesario para la práctica de este deporte consiste en un arnés contenedor que se ajusta el paracaidista mediante perneras, asas de hombros y banda de pecho, el cual contiene
un paracaídas principal, uno de reserva, y un sistema de apertura automática de emergencia o AAD (Automatic Assistance Device). También es obligatorio uso de casco (integral o abierto), gafas protectoras y altímetro. Se recomienda uso de guantes y ropa adecuada (mono de salto).
Antes de realizar el salto y, tras comprobar el perfecto estado del equipo y material, se debe ensayar y planificar en tierra todos los detalles del mismo, tanto si se salta solo como en grupo (orden de salida en función del estilo de salto a realizar, ejercicios, maniobras, así como la altura de separación y de apertura) ya que durante la caída libre la comunicación acústica es imposible debido al exceso de ruido.
Alcanzada la altura de salto el piloto de la aeronave encenderá una luz roja, momento en el que el primer saltador abrirá la puerta y tras comprobar que se encuentran sobre la DZ (Drope Zone) esperará a que se encienda la luz verde para saltar, siendo seguido por los demás grupos a intervalos de 5 a 10 segundos (dependiendo de la velocidad del viento) con el fin de establecer una separación y evitar colisiones a alta velocidad.
Alcanzada la altura de salto el piloto de la aeronave encenderá una luz roja, momento en el que el primer saltador abrirá la puerta y tras comprobar que se encuentran sobre la DZ (Drope Zone) esperará a que se encienda la luz verde para saltar, siendo seguido por los demás grupos a intervalos de 5 a 10 segundos (dependiendo de la velocidad del viento) con el fin de establecer una separación y evitar colisiones a alta velocidad.
Una vez abandonada la aeronave, el paracaidista acelerará entre los 5 y 7 segundos hasta alcanzar la velocidad terminal, la cual puede variar entre los 190 y los 400 km/h dependiendo de la posición que adopte el saltador con su cuerpo o modalidad que practique.
Se permanecerá en caída libre una media de 50 segundos manteniendo en visual a los demás paracaidistas de la formación y realizando maniobras sin brusquedad, tanto de aproximación como de cambio de nivel, ya que las velocidades pueden variar en 100 km/h en tan solo 2 segundos, debiendo comprobar el altímetro de muñeca después de cada ejercicio.
Si se dispone de altímetro acústico insertado en el casco (obligatorio según la disciplina de salto a realizar), este avisará a la altura de separación y posteriormente otro tono indicará la altura de apertura (valores programables según el tipo de salto).
Una vez abierto el paracaídas principal y tras comprobar que se ha desplegado correctamente y está libre de daños, tomaremos los mandos y sobrevolaremos la zona de espera observando el resto de campanas para no colisionar con ellas, teniendo en cuenta que generalmente la más baja tiene preferencia. Durante dicho vuelo evitaremos zonas susceptibles de generar turbulencias tanto térmicas como mecánicas (edificios, asfalto, tendido eléctrico, techos de metal, etc).
Alcanzados los 300m se procederá a realizar el patrón de aterrizaje respetando el tráfico, realizando dos giros de 90 grados en el mismo sentido (según dirección del viento) de 300 a 150 y de 150 a 90 metros, aterrizando en línea recta con el viento en contra y en la zona deseada.
Una vez abierto el paracaídas principal y tras comprobar que se ha desplegado correctamente y está libre de daños, tomaremos los mandos y sobrevolaremos la zona de espera observando el resto de campanas para no colisionar con ellas, teniendo en cuenta que generalmente la más baja tiene preferencia. Durante dicho vuelo evitaremos zonas susceptibles de generar turbulencias tanto térmicas como mecánicas (edificios, asfalto, tendido eléctrico, techos de metal, etc).
Alcanzados los 300m se procederá a realizar el patrón de aterrizaje respetando el tráfico, realizando dos giros de 90 grados en el mismo sentido (según dirección del viento) de 300 a 150 y de 150 a 90 metros, aterrizando en línea recta con el viento en contra y en la zona deseada.
En líneas generales y resumidamente, en esto consiste la práctica de este deporte, el cual siempre hay que practicarlo respetando todas las medidas de seguridad, siendo muy divertido y especialmente bonito para compartir, aportando sensaciones y experiencias únicas e imposibles de describir.
Lago Balaton, Hungría
¿Para qué?... Paracaidismo