Ludwig van Beethoven

Me llaman "El Sordo Genial"

Mi instrumento preferido es el pianoforte

Mi música llegará lejos

Mi himno"Oda a la Alegría" habla de libertad y hermandad

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Me llamo, ludwig van Beethoven. Nací en una humilde buhardilla el 17 de diciembre de 1770, en la ciudad de Bonn (Alemania).

Mi abuelo era muy conocido porque era el músico maestro de Capilla del Príncipe. Pero, mi cariñoso abuelo con el que yo paseaba por los jardines del palacio del Príncipe, muere poco después de cumplir yo los 3 años.

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A los 5 años empecé a demostrar aptitudes para la música y mi padre, que también era músico violinista, comenzó a enseñarme a tocar el piano, el órgano y el clarinete. A mí, en esa época, me gustaba tocar a mi aire e improvisar melodías, pero mi padre me hacía repetir mis lecciones y no me dejaba bajar a jugar, hasta que no me equivocara en ninguna nota. Supongo que esa exigencia en mis estudios fue porque en esa época, mi padre estaba impresionado con Leopoldo Mozart y sus dos hijos Wolfgang y Nannerl, que recorrían Europa dando conciertos de gran éxito.

A los 5 años empecé a demostrar aptitudes para la música y mi padre, que también era músico violinista, comenzó a enseñarme a tocar el piano, el órgano y el clarinete. A mí, en esa época, me gustaba tocar a mi aire e improvisar melodías, pero mi padre me hacía repetir mis lecciones y no me dejaba bajar a jugar, hasta que no me equivocara en ninguna nota. Supongo que esa exigencia en mis estudios fue porque en esa época, mi padre estaba impresionado con Leopoldo Mozart y sus dos hijos Wolfgang y Nannerl, que recorrían Europa dando conciertos de gran éxito.

Con 12 años escribí mi primera composición musical y con 17 me trasladé a Viena, donde pasé casi toda mi vida. Allí, pude recibir clases de grandes compositores como Haydn y Salieri e incluso pude conocer brevemente a Mozart en uno de sus conciertos.
A partir de los 24 años empecé a componer mis grandes obras: sonatas, conciertos y sinfonías. También daba conciertos de piano por diferentes ciudades europeas, Praga, Berlín , Budapest... con gran éxito.

Pero comencé a tener problemas de audición. Sentía que mi sordera era cada vez mayor y unido esto a mi fuerte carácter, empecé a reñir con mis amigos por cualquier motivo. Luego siempre me arrepentía y les pedía disculpas.
Mi sordera progresiva no me quitó las ganas de componer. Por suerte yo oía la música en mi corazón. Además he tenido suerte en poder ser un artista libre, no he tenido que estar al servicio de nobles y he llegado a vivir de la venta de mi música.
Mi muerte fue el 26 de marzo de 1827 en Viena y asistieron a mi entierro 20.000 personas, fue todo un acontecimiento.