Loading...

Loading...

Loading...
Caperucita Roja en la era cibernética
Loading...






Caperucita estaba jugando tranquilamente con su compu, cuando su mamá le dijo:
-Cape, ya que estás con la compu, fíjate si tu abuela está conectada y pregúntale si necesita que le compremos algo del súper.
-Cape, ya que estás con la compu, fíjate si tu abuela está conectada y pregúntale si necesita que le compremos algo del súper.
Caperucita entró al chat para ver si encontraba a su abuela, pero en cambio apareció un señor llamado Lobo.
-Hola Caperucita, ¿cómo estás? -escribió Lobo.
-Perdón pero no chateo con desconocidos -contestó Caperucita, muy correcta. Pero Lobo ignoró el rechazo y continuó la charla.
-¿Estás buscando a tu abuelita?
-Sí, ¿cómo sabías?
-Lo imaginé -dijo Lobo-. Entra a esta dirección que te voy a pasar, allí encontrarás a tu abuelita.
-Hola Caperucita, ¿cómo estás? -escribió Lobo.
-Perdón pero no chateo con desconocidos -contestó Caperucita, muy correcta. Pero Lobo ignoró el rechazo y continuó la charla.
-¿Estás buscando a tu abuelita?
-Sí, ¿cómo sabías?
-Lo imaginé -dijo Lobo-. Entra a esta dirección que te voy a pasar, allí encontrarás a tu abuelita.


Caperucita ignorando los peligros de entrar a una dirección desconocida que le pasaron por chat, hizo lo que le había dicho el señor Lobo. En esa dirección había una sala de chat llena de links que prometían dinero fácil y otras cosas que Caperucita no entendía ni le interesaban. Lo único que ella quería era encontrar a su Abue, y en esa sala de chat no había nadie, así que se dispuso a cerrar la página. Pero justo cuando estaba por hacerlo, se conectó al chat una persona llamada “Abuelita”.

Aliviada, Caperucita se apresuró a hablarle.
-Hola Abue -escribió.
-Hola Caperucita, ¿cómo estás?
-Bien.
-¿Estás sola en tu casa?
-No, estoy con mamá.
-¿Y tu papá?
-Está en el trabajo.
-¿Y tus hermanos?
-¿Qué hermanos, Abue? Si sabés que no tengo.
-Ay, es verdad, es que a mi edad me olvido de las cosas. ¿Cuál es la dirección de tu casa? Es que también me la olvidé.
-No la sé, pero espera que le pregunto a mami.
-¡No, no! No importa, ya me la acordé. ¿Ahora me dejas verte?
-Hola Abue -escribió.
-Hola Caperucita, ¿cómo estás?
-Bien.
-¿Estás sola en tu casa?
-No, estoy con mamá.
-¿Y tu papá?
-Está en el trabajo.
-¿Y tus hermanos?
-¿Qué hermanos, Abue? Si sabés que no tengo.
-Ay, es verdad, es que a mi edad me olvido de las cosas. ¿Cuál es la dirección de tu casa? Es que también me la olvidé.
-No la sé, pero espera que le pregunto a mami.
-¡No, no! No importa, ya me la acordé. ¿Ahora me dejas verte?


El Lobo invitó a Caperucita a una videoconferencia, pero ella no sabía lo que era.
-¿Para qué es la videoconferencia, Abue?
-Para verte y escucharte mejor.
Caperucita comenzó a ver las imágenes de su supuesta Abue, y aunque no podía verla bien (por que había poca luz), notó que se veía algo rara.
-¿Para qué es la videoconferencia, Abue?
-Para verte y escucharte mejor.
Caperucita comenzó a ver las imágenes de su supuesta Abue, y aunque no podía verla bien (por que había poca luz), notó que se veía algo rara.

