Las mujeres en la publicidad

LAS MUJERES EN LA PUBLICIDAD
(AYER Y HOY)

Decálogo para reconocer los estereotipos de la mujer en la publicidad

1. Las imágenes y la narración refuerzan las pautas tradicionales de género.
2. La mujer debe siempre estar en casa.
3. Las mujeres deben atenerse a estándares fijos de belleza.
4. La mujer se tiene que corregir con productos o incluso con pseudónimos.
5. La mujer necesita ayuda de un hombre aunque no la solicite.
6. La mujer es la única que se ocupa de la familia.
7. La mujer como objeto.
8, La mujer es incapaz de controlarse.
9. La mujer tiene siempre un papel de subordinada.
10. La publicidad de niños y niñas divididos en un mundo de color azul y otro de color de rosa.

Introducción al tema:

Roles tradicionales de género.

Sveva

Estas imágenes muestran las pautas tradicionales de género en todas las formas, por ejemplo en la primera muestra de lo que estoy hablando es decir de el ejemplo más sexista donde la mujer es rosa y el hombre es azul . Cerca de esta en la segunda que es una publicidad de huevos de chocolate kinder, donde no solo están los dos colores que no sólo clasifican los dos géneros y también los juguetes porque por el chico hay un coche y por la chica una muñeca. Luego en las últimas dos, bajo donde tenemos una niña que no sabe elegir un juguete , quizás por el miedo de las opiniones y en la otra una niña que trata de bailar y su hermano que lo intenta junto a ella, porque simplemente es también su pasión. Pero quizás su mamá no quería que el niño practicara este deporte porque era masculino, tenía que hacer cosas para él.
En conclusión, yo creo y también veo como nuestra sociedad intenta esconder la desigualdad que en realidad está todavía aquí, nosotros mismos cuando miramos publicidad no podemos entender pronto el significado sexista detrás.

Sveva

La mujer siempre tiene que estar en casa

Valentina

Este video muestra un anuncio de mujeres que se ven obligadas a quedarse en casa y hacer tareas.
Se puede ver tambièn la "violencia de género" que da nombre a un problema, que incluso hace poco, formaba parte de la vida personal de las personas; era considerado un asunto de familia que no debía trascender de puertas para fuera y, por lo tanto, en el que no se debía intervenir. Entender la violencia como un asunto personal refuerza a las mujeres a una situación de subordinación respecto al hombre e implica asumir las relaciones de poder históricamente desiguales entre ambos y a través de las cuales se legitima al hombre a mantener su status-quo de la dominación incluso a través de la violencia. Esta percepción contribuye a que las mujeres no denuncien su situación por miedo, vergüenza o culpabilidad.

«Fíjate, ella aquí y sus hijos en casa», «La maternidad impide que las mujeres se centren en su trabajo», «La mujer no tiene la suficiente autoridad para ocupar cargos directivos» para mi para destruir este estereotipo hay que empezar por la educación de los peques y, sobre todo, a través de nuestro ejemplo. (Valentina)