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El Tesoro Encontrado por Ovocito y sus AmigosLoading...

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Ven y disfruta de esta fantástica aventura.Loading...
Autores: Darlin RiascosLizeth Tobar
Yelena Gallego
Laura Ramírez
Jessica Garcés
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Erase una hermosa mañana de verano, cuando Pulgarcita una abeja muy bonita, se paseaba por el cielo disfrutando del verde pasto, de repente a lo lejos visualiza a uno de sus amigos Ovocito, quien se disponía a salir a jugar con su amiga Conejita y con la pelota que le había regalado su padre.
Conejita a través de unos binoculares , observaba a lo lejos una nube gris que prometía una fuerte lluvia.
-¡Conejita, conejita¡ estoy listo para que juguemos y disfrutemos de este hermoso día.
-Vamos, disfrutemos pronto porque presiento que va a venir una fuerte tormenta. Le respondió Conejita.
Conejita a través de unos binoculares , observaba a lo lejos una nube gris que prometía una fuerte lluvia.
-¡Conejita, conejita¡ estoy listo para que juguemos y disfrutemos de este hermoso día.
-Vamos, disfrutemos pronto porque presiento que va a venir una fuerte tormenta. Le respondió Conejita.
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-¿Pero por qué dices eso? preguntó Ovocito, si hoy el día esta tan reluciente.
-Lo he observado con mis binoculares.
Respondió conejita
Mientras ellos conversaban se acerca Pulgarcita y dice:
-¿Será que puedo jugar con ustedes?
- !Claro que tú no puedes jugar con nosotros!
-¿Pero por qué?
-porque eres muy frágil y delicada, te puedes quebrar un ala, con solo un toquecito de mi pelota.
-Lo he observado con mis binoculares.
Respondió conejita
Mientras ellos conversaban se acerca Pulgarcita y dice:
-¿Será que puedo jugar con ustedes?
- !Claro que tú no puedes jugar con nosotros!
-¿Pero por qué?
-porque eres muy frágil y delicada, te puedes quebrar un ala, con solo un toquecito de mi pelota.
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Pulgarcita muy triste se dio la vuelta, y llorando levantó sus alas para continuar su rumbo, en el camino se encontró con Molly quien al igual que ella tenía alas porque era un ave.
Molly al ver tan triste a su amiga le pregunta.
-¿Qué te sucede querida amiga?
A lo que Pulgarcita le responde sollozando
-Ovocito, no quiso jugar con migo, dice que soy frágil, no puedo jugar con un balón.
-Pulgarcita no estés triste, mas bien busquemos la manera de solucionar este problema y no lo veas por el lado malo, a lo mejor ese juego puede ser rudo para nosotros los animales que tenemos alas, es mejor buscar un juego en el que todos podamos ser incluidos.
Le contestó Molly a Pulgarcita y ellas siguieron su camino.
Molly al ver tan triste a su amiga le pregunta.
-¿Qué te sucede querida amiga?
A lo que Pulgarcita le responde sollozando
-Ovocito, no quiso jugar con migo, dice que soy frágil, no puedo jugar con un balón.
-Pulgarcita no estés triste, mas bien busquemos la manera de solucionar este problema y no lo veas por el lado malo, a lo mejor ese juego puede ser rudo para nosotros los animales que tenemos alas, es mejor buscar un juego en el que todos podamos ser incluidos.
Le contestó Molly a Pulgarcita y ellas siguieron su camino.

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Por otro lado le pregunta Conejita a Ovocito.
-¿Por qué hiciste eso? no ves que heriste sus sentimientos.
- Pero es verdad es que la podemos lastimar con el balón.
-No, si jugamos de una manera mas suave que le permita integrarse con nosotros, así todos podríamos disfrutar y ser amigos, en fin, mejor me voy ya no quiero jugar mas.
Triste por todo lo sucedido Ovocito sintió remordimiento y se sentó encima de su pelota a pensar.
-¿Qué fue lo que hice? no puedo ser tan egoísta e indiferente, debí dejar jugar a Pulgarcita teniendo cuidado de no herirla.
Después de varias horas de estar triste, solo y arrepentido de lo que había hecho, pasó por ahí su amigo Marcelino.
-¿Por qué hiciste eso? no ves que heriste sus sentimientos.
- Pero es verdad es que la podemos lastimar con el balón.
-No, si jugamos de una manera mas suave que le permita integrarse con nosotros, así todos podríamos disfrutar y ser amigos, en fin, mejor me voy ya no quiero jugar mas.
Triste por todo lo sucedido Ovocito sintió remordimiento y se sentó encima de su pelota a pensar.
-¿Qué fue lo que hice? no puedo ser tan egoísta e indiferente, debí dejar jugar a Pulgarcita teniendo cuidado de no herirla.
Después de varias horas de estar triste, solo y arrepentido de lo que había hecho, pasó por ahí su amigo Marcelino.

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