Book Creator

14 de febrero

by Luis Arroyo

Pages 4 and 5 of 41

TLRIID
1
1
Arroyo Ramirez Luis
Relato anecdotico.
Amor de Temporada
Varlación Creativa
Comentario Libre
Reseña descriptiva
INDICE
Relato anecdotico.
Amor de Temporada
____________________________7
Varlación Creativa
___________________________20
Comentario Libre
_____________________________
Reseña descriptiva
____________________________
Loading...
RELATO ANECDOTICO
Loading...
RELATO ANECDOTICO
Loading...
14 DE FEBRERO
Loading...
MÓNICA LAVÍN
Nació el 18 de Agosto de 2006 en el Estado de México, a sus 2 años nació su hermana llamada María de la luz entro al kinder hasta el segundo año el cual se llamaba Ovidio de Croli y no fue hasta primaria que entró al Instituto Americano Cultural y ese es el colegio en el que sigue hasta ahora, entre sus pasiones se encuentra el karate y en el se ha destacado en varios torneos.
Arroyo Ramirez Luis
Nació el 18 de Agosto de 2006 en el Estado de México, a sus 2 años nació su hermana llamada María de la luz entro al kinder hasta el segundo año el cual se llamaba Ovidio de Croli y no fue hasta primaria que entró al Instituto Americano Cultural y ese es el colegio en el que sigue hasta ahora, entre sus pasiones se encuentra el karate y en el se ha destacado en varios torneos.
Si han tenido un amigo como Cristian me comprenderán. Christian y yo pasábamos no solo los recreos en la escuela juntos, pertenecíamos al mismo equipo cuando de investigaciones o tareas se trataba, sino que un fin de semana el se quedaba a dormir en mi casa y el otro yo en la suya. Su papa renegaba cuando era en la mía ya que el lo quería ver el domingo pues era cuando estaba en casa. Pero teníamos catorce años y lo que más queríamos era no parar de platicar, escuchar los discos tumbados en la cama hasta la madrugada, reírnos, levantarnos tarde y ver películas, volver a reírnos, escoger nuestra ropa para ciertas ocasiones, soñar con las chicas que nos gustaban. sobre todo, eso, confiar el secreto de quien nos gustaba para que cada uno se convirtiera en el impecable espía y nos informara si acaso nos había mirado alguna de las chicas que nos gustaban, si se notaba un poco si les gustábamos o si murmuraban algo entre ellas. 
Christian era muy bueno para dibujar, siempre hacia unas personitas muy dulces que se agarraban de las manos o se acurrucaban bajo un árbol, veían puestas de sol, normalmente los ilustraba con corazones o globitos con pensamientos amorosos. Yo era bastante torpe para eso así que componía pequeños poemas donde aseguraba que la chica de Christian no dormía pir el y todo lo que deseaba era topársela en la cafetería de la escuela o en los pasillos al salir. Por eso era tan importante aquella fiesta del 14 de febrero, no tanto por lo del amor y la amistad, sino que era un buen pretexto, buenísimo de hecho para que Cristian pudiera estar con paola. Vamos casi era como alfombrar la posibilidad de que se hicieran pareja. Nos prestarían la casa club del edificio donde yo vivía.
Habíamos pasado los fines de semana anteriores a pesar de los enojos del padre de Cristian, pintando enormes corazones en papel terciopelo color rojo y haciendo cadenas de papel crepe rojo y blanco que nosotros colgaríamos de lado a lado del salón. Teníamos los discos seleccionados y esperando en mi cuarto el momento de llevarlos al salón aquel sábado 14 de febrero. Fuimos corriendo la voz en la escuela entre los de nuestro grado, pero también entre los chicos de tercero donde se encontraba paola. 
Vaya si lo que mas interesaba a los propósitos de Cristian era que fuera paola con esa sonrisa decía el, preciosa porque entonces yo no había puesto mi empeño en nadie, al principio del año me gusto samanta, pero a ella le gustaba julio y ni siquiera me saludaba. El viernes dejamos listos los ingredientes para hacer los sándwiches la tarde siguiente, si los untábamos de pate antes se harían duros y curvos.
-         Por favor, Arturo, no le insistas. Tiene fiebre y está llorando en el cuarto, lo que mas quiere es ir a la fiesta. No entiende que con esta calentura no puede- me recibió la voz de su madre.
Cristian no quiso contestarme el teléfono, su rabia era superior a cualquier cosa.
Dígale que lo voy a extrañar quise decirle y en vez dije un resignado “que se mejore”
Me tarde en volver a retomar la solitaria tarea de preparar los platones con sándwiches, pensé que podía explicarle a cada uno de los invitados cuando llegara que se cancelaba la fiesta, que sentido tenían aquellos corazones rojos y la ropa que estaba en mi cuarto desde el día anterior si Cristian no estaba ahí. La fiesta era para los dos y para el y paola. Me dieron ganas de meterme a la cama y taparme la cabeza con la almohada.
PrevNext