Nadie Quiere Jugar Conmigo

Gabriela Keselman
Gabriela Keselman Porter







Emily Espinoza Ulloa
Emily Espinoza Ulloa



Loading...
Había una vez un castor llamado Pocosmimos.
Era muy chiquito,
pero tenia una soledad muy grande.
Loading...

Loading...

Loading...

Loading...

Loading...

Loading...

Loading...

Loading...

Loading...

Loading...
Un día, Pocosmimos se sentó debajo de una nube.
La más negra que encontró.
Arrancó una zarzamora.
Y la arrojó a ninguna parte.
Luego, cogió otra.
Y la lanzó más lejos todavía.
Así, hasta dejar el arbusto pelado
Loading...

Loading...

Loading...
CAPTIONS (clockwise) insert your text captions here


Después, apoyó la cabeza
en su almohada de setas.
Y se puso a llorar.
―Lloró y lloró
hasta que las palabras se le mojaron.
―¡Bueaadie ee gaaar ooonmiooooo!
―se lamentaba.
en su almohada de setas.
Y se puso a llorar.
―Lloró y lloró
hasta que las palabras se le mojaron.
―¡Bueaadie ee gaaar ooonmiooooo!
―se lamentaba.


Cuando las lágrimas
se secaron un poco, la cosa se aclaró.
―¡Na die eee gaaar con mi go!
―dijo, hipo va hipo viene.
Pero, hasta que no se sonó la nariz,
no se le entendió ni torta.
―¡Nadie quiere jugar conmigo!
―suspiró al fin.
se secaron un poco, la cosa se aclaró.
―¡Na die eee gaaar con mi go!
―dijo, hipo va hipo viene.
Pero, hasta que no se sonó la nariz,
no se le entendió ni torta.
―¡Nadie quiere jugar conmigo!
―suspiró al fin.



Cuando ya no le quedó
ni un puchero,
ni un gemido,
ni un resoplido,
Pocosmimos tuvo una idea.
¡Una fiesta!
Haría una fiesta en el río.
En su islote preferido.
ni un puchero,
ni un gemido,
ni un resoplido,
Pocosmimos tuvo una idea.
¡Una fiesta!
Haría una fiesta en el río.
En su islote preferido.









Así que, al día siguiente,
se levantó temprano.
Preparó una tarta
de arándanos con leche.
Colgó bellotas luminosas
por todas partes.
Y, con una ramita
mojada en jugo de grosella,
escribió invitaciones
a todos los gatos de la región.
se levantó temprano.
Preparó una tarta
de arándanos con leche.
Colgó bellotas luminosas
por todas partes.
Y, con una ramita
mojada en jugo de grosella,
escribió invitaciones
a todos los gatos de la región.


Los gatos
recibieron la noticia encantados.
Se relamieron los bigotes
pensando en tantos manjares.
Y se fueron gateando
a la fiesta de Pocosmimos.
recibieron la noticia encantados.
Se relamieron los bigotes
pensando en tantos manjares.
Y se fueron gateando
a la fiesta de Pocosmimos.



