Por
Gabriel Duenez-Luna

La manzana roja

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Había un manzana roja. Era la más grande y roja manzana. "Soy la mejor manzana del mundo. Un día seré un pay grandioso" decía la manzana. "No hay mejor manzana que las rojas".

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"Hay otras manzanas que son ricas también" dijo el pájaro. "No es posible. Solamente las manzanas rojas y bonitas como yo son deliciosas" dijo la manzana. El pájaro tuvo la idea de enseñarle a la manzana roja otros colores.

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El pájaro se llevó la manzana a una casa donde algo olía muy rico.

"Pero qué fea manzana! Nadie se comerá una manzana verde" dijo la manzana roja. "Yo no soy fea! Yo soy verde, ofrezco un sabor más ácido, y soy muy saludable para comer" dijo la manzana verde.

"Somos dos manzanas, tu roja y yo verde, pero al final del día somos manzanas. Tal vez tengo diferente color y diferente sabor pero soy manzana. Me pueden usar para varios postres también."


"No te creo. ¿Cómo qué?" dijo la manzana roja.

La manzana verde le enseñó a la manzana roja los varios postres que se pueden hacer con las manzanas verdes. "Ya ves que las manzanas verdes son muy ricas y se usan para todo."

"Hay manzanas de muchos colores como amarillas, rojas y amarillas, y en veces rosas! Unas no se ven agradables pero siguen siendo manzanas muy ricas y se pueden consumir en un postre o como un bocadillo. También siguen siendo saludables para comer aunque no sean bonitas." Dijo la manzana verde.