La mágica flor de Tita

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Sofía y Luna estaban muy felices jugando en la nieve, aunque extrañaban demasiado regar el jardín de Tita y las historias de Tito. “Niñas!” dice su mamá, “Les llegó&nbsp;una carta de Tita”

“Niñas, les llegó&nbsp; una carta de Tita”

“¡Hasta luego niñas!"

Sofia y Luna se despidieron de sus Titos y les prometieron visitarlos en las vacaciones de verano.&nbsp;“¡Hasta luego niñas!” dijeron los titos de Sofia y Luna.&nbsp;

Todos los días Sofía y Luna salían a regar el jardín mientras Tito les contaba historias. Sofia y Luna vivían muy felices en el rancho de Tita, ellas amaban el jardín y las flores. Su flor favorita era amarilla y la llamaban “La mágica flor de Tita”.

"¡Se nos olvidó empacar una flor mágica de Tita!”

Es hoy!! Es hoy!!!!

"Es hoy, es hoy!!!" Gritaba Sofía muy emocionada. Al fin se iban a ir a Alaska, las dos hermanitas estaban muy emocionadas, pero justo en ese momento se acordaron de algo… La mágica flor de Tita!! "Se nos olvidó empacar una flor mágica de Tita" dijo Luna.

Sofia y Luna estaban tristes porque no querían dejar a sus titos, pero también estaban muy felices porque su mamá les contó que Alaska es muy bonito con mucha nieve para jugar.

"La flor de Tita!!" exclamaron las dos. Las niñas se sintieron como si estuvieran en la casa de sus titos y esto las hizo muy felices. Aún seguían extrañando a sus titos, pero la flor mágica de Tita les ayudaba cuando se sentían lejos de casa.&nbsp;

Janeth vive en Colorado donde es una estudiante en la universidad de Colorado State University-Pueblo. Janeth está estudiando enfermería y español. Uno de sus pasatiempos favoritos es tocar la guitarra y la fotografía. La idea de este libro viene de sus experiencias con la adaptación al migrar. Los personajes de Sofía y Luna son sus hermanas en la vida real. La moraleja de esta historia es seguir adelante recordado que siempre tienes a familia que te apoya desde lejos.

“Lo siento niñas, pero las flores de Tita no crecen en la nieve”

“¿Nos podemos llevar una de las mágicas flores de Tita?”&nbsp;Preguntó Luna a su mamá, pero su mamá le dijo que las flores de Tita no crecían en Alaska.&nbsp;“Lo siento niñas, pero las flores de Tita no crecen en la nieve” dijo su mamá.

Al día siguiente, Sofía y Luna plantaron la semilla mágica, “Espero que la semilla mágica funcione” dijo Luna. “Listo, ahora solo queda esperar” dijo Sofia.

“Espero que la semilla mágica funcione”

“Listo, ahora solo queda esperar”

Niñas, ¡¡Vamos a vivir en Alaska!!

Un día por la mañana, Sofía y Luna estaban desayunando cuando su mamá entró a la cocina y les dijo muy emocionada que se mudarían a un pueblo en Alaska.

La carta de Tita decía, “Queridas nietas: aquí les envío una semilla mágica para que se sientan en casa.” ¿Pero podría&nbsp; brotar una flor de la mágica semilla de Tita?...

Había una vez, un pequeño rancho llamado Satevó. Este rancho estaba en Chihuahua, pero solo el rancho de Abuelita Tita es mágico. La casa de Tita era muy grande, pero ella no vivía sola. Vivía con su esposo Abuelito Tito, sus nietas; Sofía y Luna, acompañadas por sus padres.

Sofia y Luna esperaron…

Janeth Guerrero - SPN 462

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