PINOCHO

Una vez, un carpintero llamado Gepetto fabricó un muñeco de madera al que llamó Pinocho. ¡Que bonito que era! ¡Gepetto deseaba que fuera su hijo!

Una noche, una nube de estrellitas se coló por la ventana... ¡Eran el Hada Azul y Pepe Grillo! ¡Que maravilloso!
El hada despertó a Pinocho con su varita mágica

Y pinocho se despertó.
Si era bueno y no decía mentiras... ¡Sería un niño de verdad!
Pepe Grillo iba a acompañarlo siempre y lo iba a aconsejar para que se portara bien.
¡Pinocho saltaba de alegría! Tanto ruido hizo que Gepetto pensó que había ratones, pero cuando vio a pinocho... ¡Que felicidad tenía Gepetto!

Al día siguiente... Pinocho tenía que ir a la escuela (como todos los niños).
En el camino, se encontró ¡Con un malvado niño! "¡No le hables, Pinocho!", le dijo Grillo.
Pero, en vez de ir a la escuela, Pinocho se fue a bailar al teatro con ese niño! Y cuando terminó... lo encerraron en una Jaula, ¡Ohh!

¡El hada Azul fue rápido a salvarlo! Pero él solo decía mentiras y el Hada no podía ayudarlo. Cuantas más mentiras... ¡Más le crecía la nariz!
Por fin, contó la verdad. ¡Uff! La nariz recobró su tamaño y el Hada lo sacó de la jaula. ¡Lo mandó derechito a su casa con grillo! ¡Gepetto estaba muy preocupado!

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Pero... se encontraron con un señor que los invitó a un parque de diversiones. "¡No vayas, Pinocho!", le dijo Grillo.
Pero, Pinocho si fue. Pasó tantos días sin ir a la escuela que le crecieron ¡Orejas y cola de burro!. Entonces decidió volver y contó toda la verdad. ¡Ahora sí el hada lo convirtió en un niño!

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