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Las viudas de Graham

by Milagros Villamea

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Marzo de 2005
_Bueno, adelante muchacho, no seas tímido y preséntate ante tus compañeros.

_Mason Smith, 25 años. Nací en Boston, Massachusetts, pero actualmente estoy viviendo en Baltimore, Maryland_ hablé fuerte. Espero poder llevarme bien con todos ustedes.

_ ¡¿Pero qué es lo que tenemos aquí?!_ exclamó divertidamente una mujer mientras entraba a la oficina. ¿Será que él resolverá el caso imposible?

_ ¿Caso imposible?
?
La mujer, la cual todavía no sabía su nombre, largó una carcajada que hizo que mis oídos zumbaran.
_ Escucha cariño, hay un caso que nadie ha podido descifrar_ susurró cerca de mí cara_. Quedó archivado como “Las viudas de Graham”. Si eres capaz de resolverlo, puede que te ganes un premio.
_ Pero por favor señora, nadie lo ha podido resolver, ¿qué puede esperar de alguien que es nuevo en el trabajo?_ intervino burlonamente un hombre que se encontraba sentado en una de las sillas que estaban en el medio del despacho.
_ ¿Sabe que cuando entró aquí yo fui la única que tuvo esperanzas en usted?_ replicó ella_. Todos en este lugar alguna vez fueron “los nuevos”, pero eso no significa que no tengan la capacidad para resolver los trabajos que se les ordenaron.

El hombre quedó callado y se formó una ligera tensión en el ambiente. La mujer suspiró suavemente y empezó a caminar hacia el escritorio que estaba al final de la sala, en el cual había una placa que decía: “Jane Hunter; Directora”.

_Lamento haberte hecho pasar por esta situación incómoda, Mason. Pero a veces las cosas son así en este lugar_ dijo disculpándose, mientras se sentaba_. Entonces, ¿aceptarás mi propuesta sobre el caso que te dije anteriormente?_
?
_ Pero por favor señora, nadie lo ha podido resolver, ¿qué puede esperar de alguien que es nuevo en el trabajo?_ intervino burlonamente un hombre que se encontraba sentado en una de las sillas que estaban en el medio del despacho.
_ ¿Sabe que cuando entró aquí yo fui la única que tuvo esperanzas en usted?_ replicó ella_. Todos en este lugar alguna vez fueron “los nuevos”, pero eso no significa que no tengan la capacidad para resolver los trabajos que se les ordenaron.

El hombre quedó callado y se formó una ligera tensión en el ambiente. La mujer suspiró suavemente y empezó a caminar hacia el escritorio que estaba al final de la sala, en el cual había una placa que decía: “Jane Hunter; Directora”.

_Lamento haberte hecho pasar por esta situación incómoda, Mason. Pero a veces las cosas son así en este lugar_ dijo disculpándose, mientras se sentaba_. Entonces, ¿aceptarás mi propuesta sobre el caso que te dije anteriormente?_
Noviembre de 2005
Y así fue como el "caso imposible" quedó cerrado.
Y así fue como el "caso imposible" quedó cerrado.
15 años después. 12 de Diciembre de 2020
Dirijo la mirada hacia mis manos. Tengo un cuchillo entre ellas y están llenas de sangre. Me las paso por la cara y las meto a la boca. El sabor metálico se esparce dentro de ella hasta que logro tragarlo. Relamo mis labios y se me forma una pequeña sonrisa. 
Despierto con la respiración a mil por hora y el corazón que parecía que se me quería salir del pecho. Me levanto rápidamente y medio mareándome por la acción repentina, guío mi cuerpo hacia donde tengo un pequeño botiquín y trago en seco una pastilla.

Voy al baño y mojo mi cara un par de veces. Apoyo ambas manos en los bordes de la bacha, dejo que mi cabeza caiga y cierro mis ojos. Trato de respirar de manera suave, pero siento que un par de ojos se me clavan en la espalda y un frío me recorre toda la columna vertebral. Me doy vuelta instintivamente, sin embargo no hay nada. Volteo nuevamente, pero al mirarme en el espejo no era “yo”, sino que mi reflejo ya me estaba viendo.
_Dios_ digo arrastrando levemente la “s”. Extrañaba tanto esta sensación. Desearía que Mason Smith no despierte jamás.
_Despierta_ dijo mi "yo" del espejo.

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