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Autora: Lina Marcela Castro
Los hermosos sueños de Juan
Juan era un niño soñador, inteligente, solidario, obediente y atento, con tan solo 7 años de edad. Siempre tenia grandes sueños, entre ellos estaba el ser médico y poder ayudar a todos los niños del mundo que tuvieran una condición especial como la tenía él.
Desde muy pequeño le habían diagnosticado una condición física llamada distrofia muscular, esta enfermedad debilitaba de forma progresiva los músculos de su cuerpo, siendo este un trastorno genético que había heredado de su familia paterna, la cual le impedía caminar por sus propios medios. Por lo tanto, siempre se mantenía en una silla de ruedas.
Desde muy pequeño le habían diagnosticado una condición física llamada distrofia muscular, esta enfermedad debilitaba de forma progresiva los músculos de su cuerpo, siendo este un trastorno genético que había heredado de su familia paterna, la cual le impedía caminar por sus propios medios. Por lo tanto, siempre se mantenía en una silla de ruedas.
Los hermosos sueños de Juan
Su padre se llamaba Jaime, un agricultor muy dedicado y responsable con su hogar; y su madre Rosa, una mujer dedicada y amorosa con su familia, siempre sintieron temor de enviar a Juan a una institución educativa porque sentían temor de que fuera lastimado y que además nos recibiera la educación que el niño necesitaba.
Los hermosos sueños de Juan
Siendo este un motivo para que Juan no asistiera a la escuela, su madre se dedicó a enseñarle a leer y a escribir a su pequeño hijo para que el niño poco a poco fuera adquiriendo el conociendo adecuado del mágico mundo de la educación y pudiera poco a poco ir fortaleciendo sus capacidades físicas, cognitivas, sociales y afectivas, las cuales le permitirían a Juan cada día aprender y poder vivir más en ese mundo lleno de aventuras, de conocimientos y aprendizajes de los cuales el deseaba ansiosamente poder disfrutar.
Sus padres al ver que su hijo le encantaba estudiar, se pusieron a la tarea de buscarle una escuela en donde lo aceptaran por su condición física, se acercaron a la institución educativa para hablar con la directora del plantel, para que le permitiera ingresar a la escuela a Juan y ser uno de los tantos niños que existían en ese en esa institución.
Los hermosos sueños de Juan
Al ingresar a la escuela se pudieron dar cuenta de que la condición de su hijo no era un impedimento para acceder a la educación formal, debido a que habían muchos niños con múltiples diferencias entre las cuales pudieron ver un niño con Síndrome de Down, otro niño autista, otro niño con problemas de aprendizaje, un niña muy hiperactiva, entre muchos otros niños los cuales no pudieron identificar que tenían en especial; las cuales no eran un obstáculo para que todos ellos pudieran aprender y gozar de una educación con mucha diversidad en su enseñanza - aprendizaje y además en donde les permitían a todos los niños y las niñas ser incluidos en la educación.