Las espigadoras

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Dolores se casó con el hijo del panadero porque tenía lo que necesitaba su familia, que era dinero y comida. 

Pero el hijo del panadero no estaba de acuerdo con que ella protegiera a sus hermanas y él quería que ella las abandonara. 

Llegó a la casa de sus hermanas contenta y decidida pero lo que no sabía era que una de sus hermanas salió de casa después de una discusión muy fuerte. Muy enfadada con lo que había pasado decidió ir a buscar a la otra hermana...&nbsp;

Mientras buscaba a su hermana vio el carro del panadero frente a una cafetería, queriendo ver lo que estaba haciendo, fue discretamente a mirar por la ventana de la cafetería y allí encontró a su hermana con el panadero tomando café.&nbsp;

El panadero no podía creer que Dolores se había ido.

Al llegar a casa de la familia de Dolores, se dio cuenta que nadie ahí había visto a su mujer. Pensó: 

¿Dónde estará? Seguro que con sus hermanas.

¿Dónde estará mi mujer si nadie la ha visto?

Dejar a sus hermanas era lo mismo que partir el corazón en dos partes. En la cabeza de Dorotea surgían las mismas preguntas.

¿Con quién volverá a cantar canciones en el campo mientras trabaje? ¿Con quién crecerán sus hijos? ¿Volverá a ver a sus hermanas? ¿Qué pasará con ellas cuando ella, su hermana mayor, estará lejos?

Esas y otras preguntas la volvían loca y no tenía respuesta a ninguna de ellas.&nbsp;

Un día el marido de Dolores la notó muy triste y pensativa. Al contarle todo lo que sentía Dolores pensaba que algo le conmovería el corazón pero ¡NO! Todo lo que el panadero pudo contestar fue

¡Tonterías! Tus hermanas ya no son tan pequeñas y deben aprender a vivir solas.

¿Qué le pudo contestar la pobre mujer? &nbsp;

Entonces decidió salir del tren y caminar en dirección a la casa de sus hermanas para asegurarse que estaban bien. 

En el camino, como había salido del tren, mientras caminaba, se encontró con su marido que regresaba de casa de sus hermanas en su lujoso coche y la buscaba muy preocupado, pero también un poco furioso.

El marido se alegró al verla, pero Dolores, palideció, se asustó y huyó.&nbsp; Cerca había una granja, entró y se escondió. Ya estaba muy cerca de la casa de su familia, de sus hermanas. Su corazón latía muy rápido. Ahora no podía volver sin verlas.&nbsp;

 Ahí, preparada para coger el tren, se puso muy preocupada y con muchas preguntas en la cabeza:

En realidad, Dolores había descubierto un pasaje secreto en su casa mientras ordenaba el salón y ese pasillo la llevó a la estación de trenes.

¿Cómo reaccionaría mi esposo cuando se diera cuenta de mi huída? ¿Le hará daño a mi familia?

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LA VIDA SECRETA DE LOS CUADROS

Sin embargo, cuando llegó nadie estaba allí. Oyó unas voces hablando muy alto, discutiendo cerca del establo. Se acercó pero no entendía nada. No conocía a nadie. Había muy poca luz. ¿Dónde estarían sus hermanas?

Hablaban de culpas, se amenazaban, de encubrir un accidente…Dolores no tenía dudas, ¡algo muy grave había ocurrido!

Furiosa y muy molesta con su hermana, se animó, entró en el café y empezó a decirle a su hermana que el panadero era un traidor, porque mientras el panadero salía con ella, hablaba mal de las hermanas.&nbsp;

La hermana, también furiosa con el panadero, le robó su dinero, se fueron a vivir juntas y vivieron felices por un tiempo.

Autores Grupo I - Los/Las Mafaldas Rashed B., Alex C. (IES Caro Baroja) Ines, Mara (AE Muralhas do Minho) Livia, Stefan (S.S. Alighieri-Pascoli) Adolfo, Diogo, Carolina, Catarina (AE Quinta de Marrocos) Nastia J. (Oleksandria School № 9) Afonso F., Jonatas S., Ana Beatriz, Raquel, Gonçalo (AE Vieira de Leiria)

La hermana mediana se llamaba Dominga, tenía 24 años y era una chica muy alegre y sociable. Le gustaban la naturaleza, los animales y dibujar. La más pequeña era Dorotea, tenía 18 años y tenía un carácter muy particular, de hecho era una chica testaruda y rebelde.

Decidió darle la mala noticia de que él no estaba de acuerdo con que vivieran juntos,&nbsp;entonces Dolores sintió que él no le quería. Ella no quería elegir entre su familia o el marido, así que lo que hizo fue dejar a su familia en una casa y ella se marchó con el panadero.

Antes de marcharse,&nbsp;les dio dinero a su familia, sin que su marido lo supiera, para que no se enfadara con ella.&nbsp;

Unos años más tarde, las hermanas descubrieron que Dolores, la mayor, estaba seriamente enferma. Dolores, acabó por perder sus movimientos teniendo que quedarse en casa, dejando de ayudar a sus hermanas en el campo.

Unas semanas después, la noticia se difundió llegando al panadero, que se puso muy preocupado y las fue a ayudar, pidiéndoles perdón por sus actos.

Dolores se puso furiosa al enterarse que su marido no aceptaría volver a vivir o a convivir con sus hermanas. Así que tomó una decisión: se llevó el dinero de su marido y se marchó de casa.

Las voces que ella oía le resultaban familiares, pero no las consiguió descifrar. Después de un buen rato,&nbsp;descubrió que lo que había ocurrido de muy grave era que una de las chicas había traicionado a su hermana con su marido.

Después de muchos gritos, culpas y amenazas una de las hermanas se fue. Dolores ya estaba cansada de estar en el establo sin hacer nada, entonces decidió buscar a sus hermanas.

en un tiempo muy lejano, tres hermanas que eran campesinas. Se llamaban

Dolores era la mayor, tenía 27 años, era una chica linda, dulce y muy sabia. Ella siempre trataba&nbsp;de proteger a las hermanas de los peligros pero no siempre lo conseguía. Se iba a casar pronto con el hijo del panadero.

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