8M
IES RASCANYA
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Cuando abrimos los libros de texto observamos que la Literatura cada vez queda más relegada a un segundo plano. Un trocito de historia, muchas veces inconexa, con cuatro características enlatadas, tres autores seleccionados con sus fechas de nacimiento y muerte, etapas y obras y dos fragmentos o textos con actividades. Se está perdiendo poco a poco el sentido de la materia que no es otro que acercarnos a los grandes temas universales contados, poetizados, dramatizados por la especie humana a lo largo de la historia. Es una asignatura muy ambiciosa, pues pretende dar a conocer el mundo al tiempo que aprendes a conocerte a ti mismo.Loading...
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Si además le añadimos que lo que solemos encontrar es esto...Loading...
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Hoy queremos empezar a cambiar las cosas. Queremos mostraros al menos la otra cara de la moneda, la de esas voces femeninas que han sido invisibilizadas y que también quisieron hacer literatura; que hablaron de la locura, del amor, de la belleza, del miedo o de la muerte; que crearon grandes historias y mundos de belleza, también destructivos y violentos como los que muchas de ellas vivieron; que denunciaron injusticias de su época; que reclamaron su espacio en el mundo; o, simplemente, que escribieron para reafirmar que existían, que tenían su propia voz, su propia mirada. La otra mirada.
Hoy deseamos presentar una muestra, una selección. Ojalá con los años seas tú quien ame la Literatura y siga completando esta nómina, sacando a las escritoras y a sus obras del anonimato.
Hoy deseamos presentar una muestra, una selección. Ojalá con los años seas tú quien ame la Literatura y siga completando esta nómina, sacando a las escritoras y a sus obras del anonimato.
Nuestra línea del tiempo
S. X
S. XVI-XVII
S. XX
S. XVIII
S. XIX
S. XXI
Lubna de Córdoba
¿Quieres saber más?
https://revistaabril.org/lubna-de-cordoba-en-la-corte-de-alhakenken-ii/
https://revistaabril.org/lubna-de-cordoba-en-la-corte-de-alhakenken-ii/
Nací en el siglo X, en Madinat Al-Zahra. Me crié en una familia de esclavos árabes. Servíamos para el castillo de Abderramán III. Viví toda mi infancia entre los muros del palacio. Córdoba era una ciudad espléndida en ese entonces. Tenía más doscientas mil casas y más de seiscientas mezquitas. Nadie creía en mí, me decían que por ser de familia pobre que no conseguiría nada en este mundo. Yo quería aprender y salir de mi situación. No me gustaba vivir en el palacio, yo quería salir de ahí y viajar por todo el mundo. A medida que fui creciendo, fui destacando con mis habilidades intelectuales y conseguí un puesto de copista en la biblioteca. En escaso periodo de tiempo llegué a ser la organizadora de la biblioteca palaciega. Poco después me ascendieron y fui la secretaria personal de Alhaken II. Fue entonces cuando empecé a escribir mis primeras poesías que relataban mi vida en el palacio. Gracias a mi inteligencia y habilidad me nombraron conservadora de la biblioteca real de Córdoba.
Fui escritora y traductora y también realicé comentarios y reseñas. Asimismo, fui impulsora de la famosa biblioteca de Medina Azahara. Aparte de mi vida entre libros, también daba clase de matemáticas a niños pobres. A pesar de ser mujer, viajé a muchos países para conseguir más ejemplares para mi biblioteca. Acabé refugiándome en un palacio de Carmona y estuve ahí hasta la fecha de mi muerte, en el año 984. Mira, al final, puedo decir que mis sueños de niña se hicieron realidad. Ayudé a gente con necesidad y viajé por todo el mundo en busca de la sabiduría.
Escribí a lo largo de mi vida numerosos poemas y traduje una gran cantidad de libros, pero casi todos fueron destruidos tras la muerte del califa Alhakén II. Esa es la razón por la que si hoy buscáis algo de mi obra, os será muy difícil encontrarla. Ni siquiera unos versos míos podéis leer en internet…
Durante mi vida, consideré grandes reconocimientos el lograr un puesto de copista en la biblioteca del palacio, y más adelante el papel de organizadora de la misma. También me considero muy afortunada por haber sido elegida la secretaria mayor del califa y conservadora de la Gran Biblioteca de Córdoba, en la que dirigí más de 500.000 libros. Además, actualmente, he tenido un homenaje que ya no me esperaba. A partir del 2019 el ayuntamiento de Córdoba le puso a una calle el nombre de Escriba Lubna. En el año 2022, en el IES Rascanya de Valencia añadieron mi nombre a un proyecto sobre mujeres escritoras, y varios estudiantes de 3.º de ESO investigaron sobre mí. Esto también lo considero un homenaje once siglos después de haber vivido.
Fui escritora y traductora y también realicé comentarios y reseñas. Asimismo, fui impulsora de la famosa biblioteca de Medina Azahara. Aparte de mi vida entre libros, también daba clase de matemáticas a niños pobres. A pesar de ser mujer, viajé a muchos países para conseguir más ejemplares para mi biblioteca. Acabé refugiándome en un palacio de Carmona y estuve ahí hasta la fecha de mi muerte, en el año 984. Mira, al final, puedo decir que mis sueños de niña se hicieron realidad. Ayudé a gente con necesidad y viajé por todo el mundo en busca de la sabiduría.
Escribí a lo largo de mi vida numerosos poemas y traduje una gran cantidad de libros, pero casi todos fueron destruidos tras la muerte del califa Alhakén II. Esa es la razón por la que si hoy buscáis algo de mi obra, os será muy difícil encontrarla. Ni siquiera unos versos míos podéis leer en internet…
Durante mi vida, consideré grandes reconocimientos el lograr un puesto de copista en la biblioteca del palacio, y más adelante el papel de organizadora de la misma. También me considero muy afortunada por haber sido elegida la secretaria mayor del califa y conservadora de la Gran Biblioteca de Córdoba, en la que dirigí más de 500.000 libros. Además, actualmente, he tenido un homenaje que ya no me esperaba. A partir del 2019 el ayuntamiento de Córdoba le puso a una calle el nombre de Escriba Lubna. En el año 2022, en el IES Rascanya de Valencia añadieron mi nombre a un proyecto sobre mujeres escritoras, y varios estudiantes de 3.º de ESO investigaron sobre mí. Esto también lo considero un homenaje once siglos después de haber vivido.
Wallada bint al-Mustakfi
¿Quieres escuchar la canción?https://youtu.be/LvWXDy9b2oI
Mi nombre es Wallada bint al-Mustakfi y fui hija de Muhammad al-Mustakfi (efímero undécimo califa de Córdoba) y de Amin’am (esclava cristiana). Nací a principios del s. XI y llegué a vivir hasta el año 1091. Fui una escritora segura y decidida, que quise demostrar mi singularidad con cada uno de mis versos. Tuve una historia de amor con un maravilloso poeta llamado Ibn Zaydun, considerado por muchos el mayor poeta de al-Andalus. La época en la que transcurrió mi vida no fue del todo buena, ya que coincidió con la llamada decadencia de
al-Andalus. Mi padre falleció en 1025 sin descendencia masculina. Por ser mujer no pude heredar su poder, pero sí sus riquezas, que me ayudaron a independizarme de cualquier poder masculino y a alejarme por fin de la realeza. Por aquel entonces seguía soltera y aproveché para construir un palacio en el que organizar un salón poético donde practicaba y enseñaba poesía y canto a chicas tanto de buena familia como también a esclavas.
Fui conocida como la mujer más culta, famosa y escandalosa de Córdoba, y siempre fui muy admirada por mi genio creador. Siempre me sentía inspirada para escribir versos. Casi toda la obra que se conserva actualmente de mi puño y letra son poemas que me intercambié con Ibn Zaydun, tanto composiciones de amor como de desamor, después de sufrir su traición.
Mi nombre ha estado prácticamente desaparecido de la historia de la literatura hasta que ha llegado el s. XXI, en el que parece que nuevas investigadoras están interesadas en saber cómo vivíamos y lo que creábamos las mujeres durante la época islámica de la Península ibérica. Así pues, en el año 2000, la historiadora Matilde Cabello escribió mi biografía, titulada Wallada, la última luna. En 2004 se estrenó un musical rock que lleva mi nombre y cuenta mi historia con Ibn Zaydun, Wallada (sueño de un poeta cordobés); relacionado con lo anterior, en 2008, el grupo Saurom me dedicó la canción “Wallada la Omeya”. ¡Buscadla en youtube si tenéis curiosidad! También he aparecido en multitud de proyectos en los que se intenta visibilizar la figura de la mujer creadora a lo largo de la historia.
¡Por fin estoy alcanzando la gloria que siempre supe que merecía!
Estoy hecha, por Dios, para la gloria,
y camino, orgullosa, por mi propio camino.
Doy poder a mi amante sobre mi mejilla
y mis besos ofrezco a quien los desea.
al-Andalus. Mi padre falleció en 1025 sin descendencia masculina. Por ser mujer no pude heredar su poder, pero sí sus riquezas, que me ayudaron a independizarme de cualquier poder masculino y a alejarme por fin de la realeza. Por aquel entonces seguía soltera y aproveché para construir un palacio en el que organizar un salón poético donde practicaba y enseñaba poesía y canto a chicas tanto de buena familia como también a esclavas.
Fui conocida como la mujer más culta, famosa y escandalosa de Córdoba, y siempre fui muy admirada por mi genio creador. Siempre me sentía inspirada para escribir versos. Casi toda la obra que se conserva actualmente de mi puño y letra son poemas que me intercambié con Ibn Zaydun, tanto composiciones de amor como de desamor, después de sufrir su traición.
Mi nombre ha estado prácticamente desaparecido de la historia de la literatura hasta que ha llegado el s. XXI, en el que parece que nuevas investigadoras están interesadas en saber cómo vivíamos y lo que creábamos las mujeres durante la época islámica de la Península ibérica. Así pues, en el año 2000, la historiadora Matilde Cabello escribió mi biografía, titulada Wallada, la última luna. En 2004 se estrenó un musical rock que lleva mi nombre y cuenta mi historia con Ibn Zaydun, Wallada (sueño de un poeta cordobés); relacionado con lo anterior, en 2008, el grupo Saurom me dedicó la canción “Wallada la Omeya”. ¡Buscadla en youtube si tenéis curiosidad! También he aparecido en multitud de proyectos en los que se intenta visibilizar la figura de la mujer creadora a lo largo de la historia.
¡Por fin estoy alcanzando la gloria que siempre supe que merecía!
Estoy hecha, por Dios, para la gloria,
y camino, orgullosa, por mi propio camino.
Doy poder a mi amante sobre mi mejilla
y mis besos ofrezco a quien los desea.
Leonor López de Córdoba y Carrillo
¿Quieres saber más de su vida? https://youtu.be/JyRGyxviMfk
Soy Leonor López de Córdoba y Carrillo. Nací en 1363 en Calatayud. Mi padre, Martín López de Córdoba, servía al rey, Pedro I de Castilla. Mi madre murió en Segovia, al poco tiempo de tenerme. Como era costumbre en esos tiempos, se concertó mi matrimonio a los 7 años con Ruy Gutiérrez de Hinestrosa, con quien tuve cuatro hijos: Juan Fernández de Hinestrosa, que murió a los 12 años de peste; Gutierre Ruiz de Hinestrosa; Martín López de Hinestrosa, que abandonó la región y se casó con Beatriz de Quesada, y por último, Leonor de Hinestrosa, que se casó con Juan Alfonso Pérez de Guzmán y Castilla. Cuando llegó al trono Enrique II de Castilla, condenó a muerte a mi padre, y a mi marido y a mí nos encarceló en Sevilla hasta 1379. Cuando el rey nos levantó la condena, me trasladé a Córdoba con mi tía María García Carrillo. Años después, de 1406 a 1412, tras la muerte del rey Enrique II de Castilla, conseguí ser consejera de su viuda, Catalina de Lancaster, con la que conseguí grandes privilegios hasta la llegada de otra, Inés de Torres, que me robó el puesto de favorita de la corte y logró mi destierro.
Escribí mis memorias en las que cuento, en 9 páginas, lo que vi y viví junto a mi marido. El manuscrito se tituló Memorias de Leonor López de Córdoba, y lo finalicé después de la muerte de mi hijo mayor, a finales del siglo XIV. Aunque no se conserve nada más de lo que escribí en vida, por esta obra se me reconoce como la primera autora que escribió sus memorias en lengua castellana.
En el año 2009, cuando pensaba que la mayoría de gente de se había olvidado de mí, la historiadora y escritora Vicenta María de Márquez de la Plata escribió la novela La valida, una obra histórica en la que me tomó como protagonista y con la que ganó el III premio Ateneo de Novela Histórica. Ser protagonista de una novela y que sigan acordándose de mi nombre en los institutos de secundaria, es el mayor homenaje que se me puede hacer.
Sepan, pues, quienes vean este escrito que yo, doña Leonor López de Córdoba, hija de mi señor el maestre don Martín López de Córdoba y de doña Sancha Carrillo, a quien dé Dios gloria y paraíso, juro por este significante de la cruz que yo adoro, que todo lo que está escrito aquí es verdad que lo vi y que me pasó. Y lo escribo en honra y alabanza de mi Señor Jesucristo y de la Virgen Santa María, su madre que lo parió, para que todas las criaturas que padezcan tribulación estén seguras de que yo espero de su misericordia que, si se encomiendan de corazón a la Virgen Santa María, Ella las consolará y socorrerá como me consoló a mí; y para que quien lo oiga sepa la historia de todos mis hechos, y de los milagros que la Virgen Santa María me mostró. Y es mi intención que quede en la memoria. Y lo mandé escribir en la forma en que lo veis.
Escribí mis memorias en las que cuento, en 9 páginas, lo que vi y viví junto a mi marido. El manuscrito se tituló Memorias de Leonor López de Córdoba, y lo finalicé después de la muerte de mi hijo mayor, a finales del siglo XIV. Aunque no se conserve nada más de lo que escribí en vida, por esta obra se me reconoce como la primera autora que escribió sus memorias en lengua castellana.
En el año 2009, cuando pensaba que la mayoría de gente de se había olvidado de mí, la historiadora y escritora Vicenta María de Márquez de la Plata escribió la novela La valida, una obra histórica en la que me tomó como protagonista y con la que ganó el III premio Ateneo de Novela Histórica. Ser protagonista de una novela y que sigan acordándose de mi nombre en los institutos de secundaria, es el mayor homenaje que se me puede hacer.
Sepan, pues, quienes vean este escrito que yo, doña Leonor López de Córdoba, hija de mi señor el maestre don Martín López de Córdoba y de doña Sancha Carrillo, a quien dé Dios gloria y paraíso, juro por este significante de la cruz que yo adoro, que todo lo que está escrito aquí es verdad que lo vi y que me pasó. Y lo escribo en honra y alabanza de mi Señor Jesucristo y de la Virgen Santa María, su madre que lo parió, para que todas las criaturas que padezcan tribulación estén seguras de que yo espero de su misericordia que, si se encomiendan de corazón a la Virgen Santa María, Ella las consolará y socorrerá como me consoló a mí; y para que quien lo oiga sepa la historia de todos mis hechos, y de los milagros que la Virgen Santa María me mostró. Y es mi intención que quede en la memoria. Y lo mandé escribir en la forma en que lo veis.