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Inventodo y hermanos

Había una vez 4 odos hermanos, Nicolodo, Odoacro, Odosio y Teodo. Nicolodo era mecánico, Odoacro era albañil y Odosio era carpintero, Pero Teodo no tenía trabajo, porque él era muy tímido. Los hermanos intentaban hacer que tenga trabajo, pero era muy difícil. Teodo estaba triste, porque se sentía diferente, ya que todos sus hermanos tenían trabajo menos él.
Un día Teodo iba caminando, por la calle, suspiró y dijo nunca voy a tener un trabajo. Al otro día, Teodo fue a pasear y pensó: que tal si invento cosas. Teodo le dio la noticia a sus hermanos de que el iba a ser “INVENTODO”. Los hermanos se pusieron tan contentos al igual que Teodo, Teodo dijo bueno, voy a empezar a inventar cosas.
En su habitación se escuchaba ¡CRASH! ¡PUM! ¡PAM! ¡TOING! Teodo estaba re contento, ya que por fin tenía un trabajo. También se le ocurrió que sus hermanos lo podían ayudar en su proyecto. Fue así que Teodo fue inventor, y junto con Nicolodo como mecánico, Odoacro como albañil y Odosio como carpintero armaron un gran equipo de trabajo e inventaron muchísimas cosas. A los 3 meses, se pusieron una tienda afuera de la casa de Teodo llamada “Inventodo y hemanos” y empezaron a vender cosas de todo tipo.
Teodo se sentía muy contento, ya que habían venido un montón de odos y bichos a su tienda y era muy popular en el barrio. Sus hermanos se sentían orgullosos de Teodo y él se sentía orgulloso de sí mismo.

Había una vez, dos chicos y dos chicas, Sara, Ali, Dani y Thomas, y entre ellos decidieron formar un club. Ese club se llamaba “El Club de los Imperfectos” porque todos/as las/os chicos/as del barrio eran perfectos, menos Sara, Ali, Dani y Thomas. Sara tenía pecas, Ali era petisa, Dani siempre estaba despeinado, y Thomas también tenía pecas como Sara porque eran hermanos.
Ellos/as vivían en una casa normal y tenían muchas flores plantadas, sobre todo malvones de color celeste. No se les permitía salir de su casa, porque ni un perfecto los/as podía ver porque eran “imperfectos” y toda la gente del barrio era “perfecta”.
Un día a Thomas se le ocurrió una idea, como no podían ir al supermercado y no podían salir, se le ocurrió que podían hacer una huerta para cultivar su propia comida y así poder vivir. También hacer un patio grande y construir una pileta para poder ir en días de mucho calor, ya que no los/as dejaban ir a el club de natación.

A Ali, Sara y Dani les encantó la idea así que pusieron manos a la obra y empezaron a trabajar. Las chicas, Sara y Ali cultivaban y los chicos, Dani y Thomi hacían la pileta. Todo hasta que ¡pasaron 6 meses! y lo terminaron. Pero cuando los “Perfectos” se enteraron de que los “Imperfectos” habían hecho eso se enojaron porque ellos/as pensaban que los/las que no eran “perfectos o perfectas” no podían disfrutar ni hacer nada, solo quedarse ahí sin hacer nada. Entonces entraron y le destruyeron todo pero todo, la pileta y todo lo que habían hecho. Y después de eso, los “Perfectos” se burlaban de los/las que no eran “perfectos”.

Pero un día, los “Imperfectos” les dijeron ¿por qué no vivímos todos/as juntos/as y hacemos nuestro propio barrio?. Los “Perfectos” lo pensaron y aceptaron que nadie es ni imperfecto ni perfecto y se disculparon por lo que habían hecho. Todos y todas fueron trayendo cosas del otro barrio y formaron todos y todas juntos/as un gran barrio al que llamaron “Nadie es Perfecto” y vivieron felices por siempre.