La bicicleta mágica

by Stella Allegrini

Pages 2 and 3 of 13

Loading...

Había una vez, un niño llamado Tiago que tenía una hermana menor llamada, Ámbar.
Una tarde, para el día del niño, sus padres les regalaron una bicicleta con cambios a cada uno.
Ellos, se emocionaron tanto que se pusieron los cascos y salieron a probarlas.
Cuando estaban por llegar a la plaza, ámbar, sin querer, tocó un cambio de su bicicleta y poco a poco, se fue desvaneciendo. Tiago, asustado se acercó a ella y juntos aparecieron en un lugar que parecía ser un bosque. Los hermanos, confundidos y sin bicicletas, caminaron hasta poder encontrar una ciudad o un pueblo.
-¿Dónde estamos? – dijo Ámbar.
-No sé-le contestó Tiago.
-¿Cómo vamos a volver a casa?
-No sé.-
-¿A dónde estamos yendo?-
- A algún lugar donde descansar y pasar la noche. Allí pediremos ayuda para volver a casa-
- ¿Falta mucho?-
- ¡No sé!, dejá de preguntar porque no sé- contestó Tiago, molesto por tantas preguntas.
Los chicos, siguieron caminando en un silencio incómodo hasta que llegaron a lo que parecía ser una ciudad. Al entrar fueron corriendo a preguntarle a un niño dónde estaban.
Loading...
- Hola, soy Tiago y ella es mi hermana, Ámbar.
-¿Dónde estamos?- preguntó Tiago.
- En Mannheim- contestó Mateo.
- ¿Man qué? – preguntó confundida, Ámbar.
-Mannheim, Alemania- aclaró el chico.
Antes de poder decir algo, llegó una señora que parecía ser la madre de Mateo.
- Hola chicos, que hacen acá solos, ya es de noche y es peligroso. –dijo la mujer.
- No tenemos donde ir, recién llegamos y nuestros padres no están- contestó triste, Ámbar.
- Pueden pasar la noche en la casa del tío Tommy, y yo me quedo con ustedes-sugirió Mateo.
- Bueno, vamos- dijo la mamá del niño.
En el camino, Ámbar vio cosas muy raras, pero la que más le llamó la atención fue una bicicleta muy diferente a como ella las conocía.
-¡Mirá esa bicicleta! – señaló la joven.
-¿Bicicleta? Eso es una Laufmaschine- dijo, Mateo.
Tiago y Ámbar, se miraron extrañados ya que sabían que algo estaba pasando. Al llegar a la casa donde iban a pasar la noche, cenaron y se fueron a dormir. Al día siguiente, los tres chicos, se despertaron y salieron a recorrer la ciudad.
Más tarde, Mateo fe a buscar agua y al volver, los hermanos le preguntaron en qué año estaban. Él, al darse cuenta de que estaban actuando raro y preguntando cosas obvias, los obligó a decir la verdad, ya que si no lo decían, él no los ayudaría a volver a su casa.
Loading...
- Hola, soy Tiago y ella es mi hermana, Ámbar.
-¿Dónde estamos?- preguntó Tiago.
- En Mannheim- contestó Mateo.
- ¿Man qué? – preguntó confundida, Ámbar.
-Mannheim, Alemania- aclaró el chico.
Antes de poder decir algo, llegó una señora que parecía ser la madre de Mateo.
- Hola chicos, que hacen acá solos, ya es de noche y es peligroso. –dijo la mujer.
- No tenemos donde ir, recién llegamos y nuestros padres no están- contestó triste, Ámbar.
- Pueden pasar la noche en la casa del tío Tommy, y yo me quedo con ustedes-sugirió Mateo.
- Bueno, vamos- dijo la mamá del niño.
En el camino, Ámbar vio cosas muy raras, pero la que más le llamó la atención fue una bicicleta muy diferente a como ella las conocía.
-¡Mirá esa bicicleta! – señaló la joven.
-¿Bicicleta? Eso es una Laufmaschine- dijo, Mateo.
Tiago y Ámbar, se miraron extrañados ya que sabían que algo estaba pasando. Al llegar a la casa donde iban a pasar la noche, cenaron y se fueron a dormir. Al día siguiente, los tres chicos, se despertaron y salieron a recorrer la ciudad.
Más tarde, Mateo fe a buscar agua y al volver, los hermanos le preguntaron en qué año estaban. Él, al darse cuenta de que estaban actuando raro y preguntando cosas obvias, los obligó a decir la verdad, ya que si no lo decían, él no los ayudaría a volver a su casa.