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“ EL DÍA DE MI GRAN AVENTURA”
Hoy les voy a contar lo que me sucedió un día que comenzó muy bien.
Vivo en la ciudad de Rafaela, en un hermoso barrio que tiene una plaza muy linda donde se mezclan los juegos con la naturaleza.
Esa plaza, según mi mamá, es mi segundo hogar. Suelo ir a ella todos los días. A veces, con amigas y otras con Kira, mi perra de dos años, que también adora este lugar.
Este día, que les conté, decidimos junto a Salomé y María, hacer un picnic para festejar que faltaban 21 días para que llegue la primavera.
Mis amigas pasaron a buscarme. Parecía un día de ensueños, el sol pintaba todo de dorado y las flores desprendían su perfume como si fuera la última vez que lo harían. Kiara nos acompañaría.
Ni bien llegamos buscamos un lugar para desplegar nuestra manta y dejar todo lo que habíamos llevado para el picnic.
Vivo en la ciudad de Rafaela, en un hermoso barrio que tiene una plaza muy linda donde se mezclan los juegos con la naturaleza.
Esa plaza, según mi mamá, es mi segundo hogar. Suelo ir a ella todos los días. A veces, con amigas y otras con Kira, mi perra de dos años, que también adora este lugar.
Este día, que les conté, decidimos junto a Salomé y María, hacer un picnic para festejar que faltaban 21 días para que llegue la primavera.
Mis amigas pasaron a buscarme. Parecía un día de ensueños, el sol pintaba todo de dorado y las flores desprendían su perfume como si fuera la última vez que lo harían. Kiara nos acompañaría.
Ni bien llegamos buscamos un lugar para desplegar nuestra manta y dejar todo lo que habíamos llevado para el picnic.
Como era temprano para comer, recién habíamos almorzado, fuimos al parque.
Kiara nos seguía corriendo y saltando.
Hasta que en un momento nos detuvimos a saludar a la maestra que se encontraba paseando su perro. Sin darnos cuenta, Kiara había desaparecido. Muy preocupadas comenzamos su búsqueda.
Salomé, buscaría en el parque y almacén, mientras tanto, María y yo le preguntaríamos a las personas que se encontraban caminando por la zona si la habían visto.
Se podrá decir que nos recorrimos toda la ciudad, cuando de pronto, empezamos a escuchar el llamado de Salomé: ¡Chicas, apareció! ¡Está conmigo!
Esperamos que pase su inflamación, y después de una tarde super agitada, nos sentamos a merendar.
Fue una tarde llena de emociones, pero lo mejor fue terminarlo juntas.
Y colorín colorado, esta aventura ha terminado feliz como una perdiz.
Kiara nos seguía corriendo y saltando.
Hasta que en un momento nos detuvimos a saludar a la maestra que se encontraba paseando su perro. Sin darnos cuenta, Kiara había desaparecido. Muy preocupadas comenzamos su búsqueda.
Salomé, buscaría en el parque y almacén, mientras tanto, María y yo le preguntaríamos a las personas que se encontraban caminando por la zona si la habían visto.
Se podrá decir que nos recorrimos toda la ciudad, cuando de pronto, empezamos a escuchar el llamado de Salomé: ¡Chicas, apareció! ¡Está conmigo!
Esperamos que pase su inflamación, y después de una tarde super agitada, nos sentamos a merendar.
Fue una tarde llena de emociones, pero lo mejor fue terminarlo juntas.
Y colorín colorado, esta aventura ha terminado feliz como una perdiz.
Seudónimo: ELEFANTITA LA LOCA