El Jardín de la Felicidad:  un legado de amor y aprendizaje

Victoria asintió y dijo: "Es verdad, Alejandro. Como cuando trabajamos juntos en proyectos de ciencias. Todos aportamos ideas igualmente valiosas, sin importar nuestro género".

Ahí, ella rodeada de su alumnado, compañeros y compañeras docentes y de los recuerdos de incontables días llenos de aprendizaje y aventuras, supo que aunque dejaba el CEIP Araya, la semilla que había plantado en cada corazón seguiría creciendo, floreciendo en actos de bondad, en sueños cumplidos, en futuras generaciones que llevarían un poco de su espíritu allá donde fueran.

Todo el profesorado junto a Esther compartían el mismo sentimiento de realización, sabiendo que este jardín sensorial era más que un espacio físico; era la  materialización de sus esfuerzos, de su cariño, de su pedagogía. Era un lugar de refugio y de encuentro, donde las lecciones de compasión, responsabilidad y alegría florecerían en el alumnado.

Biblioteca virtual del CEP Santa Cruz de Tenerife

ASESORAMIENTO ACOMPAÑAMIENTO FORMACIÓN

La labor educativa presenta la premisa fundamental de que enseñar va mucho más allá de impartir conocimientos académicos; se trata de sembrar semillas para la vida de nuestro alumnado, donde cada lección, cada palabra, cada gesto, se convierte en una huella en su alma. Este cuento, que hoy les presento, es un homenaje al papel de la radio escolar y a las bibliotecas como espacios de innovación, creatividad y descubrimiento, así como al compromiso del profesorado en el cuidado de las personas para que el alumnado pueda adquirir los aprendizajes necesarios para que puedan expresar sus ideas, compartir conocimientos y, lo más importante, escuchar y valorar las opiniones de las personas con respeto gestionando sus emociones.

La tarea de educar es un acto de amor profundo hacia las próximas generaciones. Es creer en el potencial de cada alumno y alumna, es cultivar con paciencia y cuidado el jardín de su espíritu, y es, sobre todo, tener la fe inquebrantable en que cada semilla sembrada hoy florecerá mañana en actos de bondad, en decisiones justas y en sueños alcanzados. La esencia de lo que enseñamos, de lo que vivimos y de lo que amamos, perdura. Sean felices con la lectura de este cuento...

Richard Martín Velázquez Guzmán

Asesor del Centro del Profesorado Santa Cruz de Tenerife (Competencia Comunicativa, Bibliotecas y Radios Escolares) Consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes rvelguz@gobiernodecanarias.org

Leo intervino, con un ejemplo propio: "¿Y recuerdan cuando organizamos el torneo de brilé mixto? Aprendimos que tanto niños como niñas pueden ser excelentes deportistas. Eso cambió mi forma de pensar".

"Cada libro que abro me transporta a un nuevo mundo. Es como si cada página fuera una puerta que se abre a infinitas posibilidades", dijo con una sonrisa que iluminaba su rostro. 

"Morning Mood" de Edvard Grieg

"Le deseamos que cada día sea una página de alegría en el libro de su vida", leía en otro. Y así, cada mensaje era una caricia, un abrazo, un susurro de "te vamos a extrañar".

El día que el jardín se abrió, la comunidad del centro se reunió, y el aire se llenó de asombro y afecto. Esther, con lágrimas de dicha en sus ojos, observaba cómo los niños y niñas descubrían el jardín, sus pequeñas manos tocando las hojas, sus pies descalzos sintiendo la frescura del pasto, sus rostros iluminados por la emoción pura de un lugar creado con el único fin de traerles felicidad y paz.

LEER NOS UNE

El Jardín de la Felicidad: un legado de amor y aprendizaje

Over the Rainbow/Simple Gifts (Piano/Cello Cover) - The Piano Guys

Al abrir la pequeña puerta, la abrumadora cantidad de mensajes casi hizo que el buzón desbordara, cada mensaje era un testimonio del amor y la gratitud que los niños y niñas sentían hacia ella.

Leo, un niño vivaz y entusiasta, empezó la conversación. "Me encanta cómo nos enseñan a resolver problemas aquí," dijo con una sonrisa. "Recuerdo cuando llegué por primera vez al colegio y cómo me ayudaron a adaptarme y hacer amigos".

Nadia, con una voz suave pero firme, mencionó la importancia de la radio escolar. "Nuestra radio no es solo un medio de comunicación dentro del centro. Es una voz que nos une, que lleva nuestras historias, sueños y aprendizajes más allá de estas aulas. Cada cuña que transmitimos llega a toda la comunidad educativa, conectándonos con familias, amigos y vecinos, compartiendo lo que vivimos y aprendemos aquí".

Con cada nota que sacaba, las lágrimas de Esther comenzaron a fluir, brillantes como las promesas del amanecer, y dulces como el recuerdo de años llenos de enseñanzas y cariño. Eran lágrimas de felicidad, de orgullo, de un amor inmenso que solo una vida dedicada a la educación y al cuidado de los jóvenes corazones podía conocer.

En el CEIP Araya, un centro educativo que se alza en el sereno barrio de Araya, en Candelaria, Tenerife, cada día es una celebración del aprendizaje y la alegría. Rodeado de un cielo azul intenso, montañas verdes y vistas al mar que inspiran tranquilidad, el colegio se destaca por su ambiente limpio y acogedor, lleno de música y risas.

En mi corazon viviras #DISNEY #Tarzan (Cover)

The Enchanted Garden - Kevin Kern

Victoria, siempre atenta y reflexiva, comentó: "Los proyectos de reciclaje y el cuidado de nuestro huerto escolar nos enseñan a cuidar el medio ambiente. Es increíble ver cómo nuestras pequeñas acciones pueden hacer una gran diferencia".

Alrededor de Mónica, otros niños y niñas asentían, cada una con un recuerdo personal.&nbsp; "La biblioteca es nuestro refugio, nuestra escuela, nuestro campo de juego. Y todo gracias a aquellos docentes&nbsp; que con cada toque de sus manos ha esparcido el polvo de estrellas de su amor por los libros en nuestras almas".

Mientras el alumnado hablaba, las palabras de Esther resonaban en sus mentes, recordándoles el valor de su colegio, un lugar donde cada niño y niña era valorado y cuidado con amor por sus docentes, donde aprendían no sólo materias académicas sino también lecciones de vida.

Mateo, pensativo, añadió: "Y no olvidemos las veces que resolvimos conflictos. Aprendimos a escuchar y respetar las opiniones de todos, lo que nos ayuda a ser mejores amigos y compañeros. Ser un 'pros' nos hace sentir responsables, importantes, escuchados y valiosos. Ayudamos a los demás y aprendemos a ser mejores personas".

Pero lo que más tocó el alma de Esther fueron las palabras de agradecimiento, los deseos sinceros de los niños y niñas por su felicidad ahora que se alejaba del centro. "Gracias, maestra Esther, por enseñarnos a leer no solo palabras, sino el mundo", decía uno. 

Cada detalle del jardín sensorial había sido pensado para estimular no solo los sentidos, sino también el alma. Los colores representaban la diversidad del centro, los aromas eran memoria de las temporadas compartidas, y las texturas eran la variedad de experiencias que cada niño y niña llevaba consigo. Había un rincón especial para cada curso, cada clase, cada individualidad, asegurando que cada persona de la comunicad educativa del CEIP Araya estuviera representada en este espacio mágico.

Una mañana especial, Esther, una maestra a punto de jubilarse, se preparaba para dar una charla tradicional en el centro, un homenaje a su carrera y su contribución a la comunidad educativa. Los niños y niñas, emocionados, se reunieron en el aula de usos múltiples para escucharla.

Esther, con cada nota, cada dibujo, cada letra temblorosa escrita por manos pequeñas, sentía cómo su legado se hacía tangible, cómo su trabajo de toda una vida resonaba en las vidas que había tocado.

Hablaban de la igualdad que se respiraba en cada clase, de la sostenibilidad que se vivía en cada proyecto del huerto escolar, y del sentido de comunidad que los unía a todos, como hilos de un tapiz maravilloso.

Mónica, con ojos brillantes que reflejaban la vasta constelación de mundos contenidos en los libros a su alrededor, habló con una voz suave que parecía abrazada por el conocimiento antiguo y las historias recién nacidas que yacían en las estanterías de la biblioteca.

Estos diálogos entre el alumnado reflejaban cómo las lecciones aprendidas en el CEIP Araya iban mucho más allá de los muros del aula. La igualdad, el respeto y la coeducación no eran solo palabras en un libro de texto, sino valores vividos y respirados cada día, preparándolos para ser ciudadanos responsables y empáticos en su vida cotidiana.

“Nuestro profesorado ha conseguido transformar la biblioteca en un hogar de sueños e imaginación. Cada estante pulido, cada libro seleccionado con amor, cada rincón lleno de luz y color, refleja la pasión y&nbsp; la magia volcada en este lugar”. 

Con cada planta seleccionada, cada piedra colocada y cada elemento incorporado, Esther y sus compañeros y compañeras docentes infundieron en el jardín la esencia de los mensajes del buzón arcoíris. Había rincones dedicados a la alegría, donde las risas del alumnado resonarían en los carrillones de viento; senderos de felicidad, bordeados con flores de colores vibrantes que se mecían al ritmo de los sueños infantiles; y zonas de amor, con bancos acogedores donde los abrazos podían compartirse en la tranquilidad del atardecer.

Kiss the Rain - Yiruma

AGRADECIMIENTO

Con cada palabra de este cuento, deseo expresar mi agradecimiento a todo el equipo de docentes del CEIP Araya, extendiendo un reconocimiento especial a la coordinadora del eje 4 de la Red Canaria InnovAS, cuya confianza ha sido fundamental en la realización de este proyecto de cuentos personalizados. La dedicación y el afecto de la comunidad educativa por la labor de la maestra Esther, quien se jubila, han sido el corazón de este cuento, transformando estas páginas en un homenaje a su dedicación y al cuidado hacia los demás. Gracias por permitir que la esencia del CEIP Araya se plasme en este cuento.

Asesor del Centro del Profesorado Santa Cruz de Tenerife (Competencia Comunicativa, Bibliotecas y Radios Escolares) Consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes rvelguz@gobiernodecanarias.org

Ejercicio 2: Diseña Tu Propio Jardín Sensorial Instrucciones: El jardín sensorial del CEIP Araya es un lugar mágico lleno de colores, sonidos, aromas y texturas. Ahora, imagina que tienes la tarea de diseñar un nuevo rincón para este jardín. ¿Cómo sería? ¿Qué plantas, flores o elementos especiales incluirías? Dibuja un boceto de tu jardín y escribe una breve descripción de cada elemento que has elegido y por qué es importante para ti. Piensa en cómo tu rincón puede ayudar a los demás a sentirse felices, inspirados o tranquilos.

Consejos: <ul><li>Considera incluir elementos que estimulen los cinco sentidos: vista, oído, olfato, gusto y tacto.</li><li>Piensa en actividades o juegos que los niños y niñas puedan hacer en tu rincón del jardín.</li><li>Reflexiona sobre cómo tu diseño puede hacer del colegio un lugar aún más feliz y mágico.</li></ul>

El Jardín de la Felicidad: un legado de amor y aprendizaje

<ul><li>Comunicación.</li><li>Cuidado a las personas.</li><li>Biblioteca.</li><li>Radio.</li><li>Nuevas tecnologías.</li><li>Jardín sensorial.</li><li>Compromiso.</li><li>Felicidad.</li></ul>

¡Feliz Navidad a todas las personas maravillosas de los centros educativos canarios!

En el mágico colegio CEIP Araya, cada día es una aventura llena de risas y aprendizaje. Cuando Esther, una profesora muy querida, decide compartir un último reto con su alumnado antes de jubilarse, todos se emocionan: deben llenar un buzón arcoíris con mensajes sobre lo que más les gusta de su colegio. A través de historias divertidas y proyectos geniales como cuidar el planeta y programar robots, los niños y niñas descubren lo importante que es trabajar juntos, respetarse y ayudar a los demás. ¡Únete a ellos y descubre cómo un colegio puede ser el lugar más feliz del mundo!

Este cuento permite escuchar diversas melodías en algunos momentos del mismo: canciones, sin palabras pero llenas de emoción y significado para sumergir a personas oyentes en la atmósfera única del CEIP Araya, reforzando visual y emocionalmente la narrativa del cuento a través del poder evocador de la música. Te sugiero que cierres los ojos cuando escuches cada canción...

Mónica concluyó: "Estas experiencias nos preparan para el futuro. Entendemos la importancia del respeto y la igualdad, no solo en la escuela, sino en toda nuestra vida. Nos ayudan a ser personas justas y compasivas".

Los niños y niñas, llenos de ideas y recuerdos felices, se marcharon del aula y comenzaron a conversar entre ellos, recordando sus experiencias favoritas. 

<ul><li>¿Quién es Esther y por qué es un día especial para ella?</li><li>¿Qué les pidió Esther a los niños y niñas que hicieran con el buzón arcoíris?</li><li>¿Qué aprendieron Leo y sus amigos sobre trabajar en equipo en el colegio?</li><li>Menciona una cosa que a Leo le encanta del colegio y por qué.</li></ul>

<ul><li>¿Cómo cambió el torneo de brilé la forma de pensar de Leo?</li><li>¿Qué enseñanza especial quiere que recuerden los niños y niñas sobre las clases de arte?</li><li>¿Qué proyecto final está preparando Esther para el colegio y qué quiere representar con él?</li><li>¿Por qué los mensajes en el buzón arcoíris son tan importantes para Esther?</li></ul>

Los mensajes, escritos con la inocencia y sinceridad de la infancia, hablaban de todo lo que el CEIP Araya significaba para ellos y ellas: el amor que había en cada rincón, el cuidado del profesorado hacia el alumnado, las lecciones aprendidas, no solo de los libros, sino de la vida misma.

Leo, con entusiasmo, habló de la tecnología en el aula. "¡Y qué decir de las tablets y Chromebooks que usamos! Aprender se ha convertido en una aventura. Con cada aplicación, cada proyecto, nos sumergimos en un mundo donde la educación es dinámica y divertida. Estos dispositivos nos permiten explorar, crear y colaborar de maneras que nunca imaginamos".

Victoria, con una sonrisa amplia, añadió: "Y no olvidemos el pensamiento computacional. Trabajar con juegos y robots es increíble. Programarlos y verlos cobrar vida nos enseña lógica, creatividad y trabajo en equipo. Es fascinante ver cómo estos robots no solo nos enseñan sobre tecnología, sino también sobre cómo resolver problemas y pensar de manera crítica".

FIN

En los días previos a su despedida, Esther, junto con un equipo de docentes entregados y apasionados, había estado trabajando en un proyecto que sería su regalo final al CEIP Araya: un jardín sensorial. No era un simple espacio al aire libre, sino un refugio cuidadosamente diseñado para ser un reflejo de todo lo bueno y puro que emanaba tanto de las personas como del centro educativo en sí. Era un homenaje a la comunidad que con tanto amor había construido juntos.

Ejercicio 1: Carta al Buzón Arcoíris Instrucciones: Imagina que tú también eres alumno/a del CEIP Araya y tienes la oportunidad de dejar un mensaje en el mágico buzón arcoíris para Esther, la maestra que se jubila. Escribe una carta expresando lo que más te gusta de tu colegio y cómo Esther o tus maestros/as han hecho de él un lugar especial. ¿Qué aprendizajes o experiencias quieres agradecer? Recuerda ser creativo/a y expresar tus sentimientos con sinceridad.

Consejos: <ul><li>Piensa en tus propias experiencias escolares que te hayan hecho feliz.</li><li>Describe cómo te sientes cuando participas en actividades con tus compañeros/as.</li><li>Menciona alguna enseñanza importante que hayas aprendido y que quieras llevar siempre contigo.</li></ul>

Mónica concluyó con emoción: "Todo esto, la radio, la tecnología, el pensamiento computacional, las matemáticas manipulativas, nos prepara para el mundo real. Nos enseña a pensar, a ser creativos, a colaborar y a conectar con los demás. Aquí no solo aprendemos; vivimos las lecciones que nos llevarán a ser mejores personas".

<ul><li>Jubilarse: Significa retirarse del trabajo después de muchos años, como cuando un maestro decide que es hora de descansar y dejar de enseñar en la escuela.</li><li>Caleidoscopio: Es un tubo lleno de cristales de colores que al girarlo muestra patrones y formas bellas y cambiantes, como magia visual.</li><li>Coeducación: Aprender juntos chicos y chicas, sin diferencias, entendiendo que todos tienen el mismo valor y pueden hacer las mismas actividades.</li><li>Sostenibilidad: Cuidar nuestro planeta asegurándonos de que lo que hacemos hoy no dañe el medio ambiente, para que en el futuro todos puedan disfrutar de la naturaleza como nosotros.</li></ul>

<ul><li>Computacional: Relacionado con el uso de ordenadores para resolver problemas. Como cuando usamos juegos o programas en la tableta para aprender cosas nuevas de manera divertida.</li><li>Sensorial: Algo que puedes sentir con tus sentidos, como oler flores, tocar hojas suaves, escuchar el sonido del viento o ver colores brillantes.</li><li>Legado: Todo lo bueno y especial que alguien deja atrás cuando ya no está, como las enseñanzas y el amor de un maestro.</li><li>Empatía: Sentir y entender lo que otra persona está sintiendo, como cuando un amigo está triste y tú también te sientes un poco triste por él.</li></ul>

Alejandro, con su seriedad característica, agregó: "Y la forma en que nos enseñan sobre igualdad y respeto. En cualquier clase se refleja la coeducación. Aprendemos a valorar a todos por igual, sin importar si somos chicos o chicas. Esto es vital para nuestra vida diaria".

Y así, bajo la luz dorada del sol que se despedía del día, Esther comprendió que aunque ella dejara el CEIP Araya, su legado seguiría vivo en cada niño y niña que encontrara consuelo en el susurro de las hojas y en cada corazón que encontrara inspiración en ese jardín. Era un regalo de despedida, sí, pero también era una promesa de continuidad, un símbolo de que la esencia del centro siempre sería de alegría, felicidad y amor, elementos que, como la naturaleza misma, siempre encuentran una manera de perseverar y prosperar.

Finalmente, el día tan esperado llegó. El buzón arcoíris, un caleidoscopio de sueños y agradecimientos, esperaba a Esther, quien con manos temblorosas pero llenas de expectación, se acercó para conocer el corazón escrito de su amada comunidad educativa.

Mientras el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos dorados y rosados, Esther cerró suavemente el buzón arcoíris, guardando en su interior los mensajes y en su corazón, la certeza de que el amor y la educación son los regalos más preciados que podemos dar y recibir.

Mateo, reflexivo y atento, habló sobre las matemáticas. "Lo que más me gusta es cómo aprendemos matemáticas. No son solo números en un libro, son regletas, tangram, geoplanos que podemos tocar y manipular. Esto nos ayuda a entender los conceptos matemáticos de una manera más profunda y   emocionante. Aprendemos jugando, y eso hace que cada lección sea una aventura".

Nadia sonrió y compartió otra experiencia: "En las clase de “arts”, todos, niños y niñas, expresamos nuestra creatividad. Nos enseñaron que el arte no tiene género, y eso me ayudó a sentirme más libre y valorada".

Esther comenzó su charla con una sonrisa cálida, recordando los momentos especiales vividos en el colegio. Luego, propuso un reto emocionante: el alumnado debía dejar mensajes en un gran buzón arcoíris sobre lo que más les gustaba del CEIP Araya.

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