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Carolina vivía en Argentina, con su hermano Nacho, su mamá, y su papá. A la edad de 12 años viajó a España ,donde allá la estaban esperando sus tíos. Fue sola ,sin sus hermanos ni su mama, y llevó unas cartas de su bisabuela que estaban guardadas en una caja.
Cuando llegó al aeropuerto de Barajas estuvo más de 2 horas leyendo mientras esperaba al tío Dani.
En España Carolina no se adaptó tan fácilmente a sus nuevos amigos, a su colegio. Pero lo mas difícil para ella fue adaptarse al acento español. Después de unos meses empezó a extrañar a sus padres. Los tíos se dieron cuenta de que se sentía sola y triste y por eso decidieron regalarle un perro que Carolina lo llamó "Feroz".
Carolina recibía cartas de su madre, diciendo de que iba a ir a España una vez que les aceptaran los papeles en el Consulado, algo que le daba esperanza pero a la vez tristeza.
Empezó a acostumbrarse a su nueva vida, a vivir con sus tíos, tener otros amigos, etc. Un día le llega una muy buena noticia de que el consulado les dio los papeles a los padres para que puedan viajar a España.
Cuando llegó al aeropuerto de Barajas estuvo más de 2 horas leyendo mientras esperaba al tío Dani.
En España Carolina no se adaptó tan fácilmente a sus nuevos amigos, a su colegio. Pero lo mas difícil para ella fue adaptarse al acento español. Después de unos meses empezó a extrañar a sus padres. Los tíos se dieron cuenta de que se sentía sola y triste y por eso decidieron regalarle un perro que Carolina lo llamó "Feroz".
Carolina recibía cartas de su madre, diciendo de que iba a ir a España una vez que les aceptaran los papeles en el Consulado, algo que le daba esperanza pero a la vez tristeza.
Empezó a acostumbrarse a su nueva vida, a vivir con sus tíos, tener otros amigos, etc. Un día le llega una muy buena noticia de que el consulado les dio los papeles a los padres para que puedan viajar a España.
María del Pilar vivía en en un pueblo de España llamado Portas, a los 17 años se fue a Argentina, sola , en barco. Al llegar paró en el puerto de Montevideo (Uruguay) , pero decidió desembarcar en Buenos Aires.
Ella en todo su trayecto le escribía a su prima Isabel, María le reclamaba a Isabel que tenía que darle el mantón de Lola, su abuela.
Al principio, María no se podía adaptar fácilmente a Argentina. Empezó a buscar trabajo y encontró uno como niñera, donde conoció a una persona llamada Josefa , quien era la cocinera.
María del Pilar empezó a ir a un restaurante llamado "El Molino" ,donde conoció a un mesero llamado Ramón . Ellos se volvieron muy amigos y después de un tiempo, se enamoraron. Pero no se atrevieron a decírselo, hasta que un día Ramón le dijo a María si quería ser su novia y María le dijo que sí .
Después de un tiempo Ramón y María fueron a un bosque, allí él se arrodilló, sacó un anillo y le pidió matrimonio …. María, ansiosa le dijo que sí.
Ella en todo su trayecto le escribía a su prima Isabel, María le reclamaba a Isabel que tenía que darle el mantón de Lola, su abuela.
Al principio, María no se podía adaptar fácilmente a Argentina. Empezó a buscar trabajo y encontró uno como niñera, donde conoció a una persona llamada Josefa , quien era la cocinera.
María del Pilar empezó a ir a un restaurante llamado "El Molino" ,donde conoció a un mesero llamado Ramón . Ellos se volvieron muy amigos y después de un tiempo, se enamoraron. Pero no se atrevieron a decírselo, hasta que un día Ramón le dijo a María si quería ser su novia y María le dijo que sí .
Después de un tiempo Ramón y María fueron a un bosque, allí él se arrodilló, sacó un anillo y le pidió matrimonio …. María, ansiosa le dijo que sí.
"EL DESTINO"
Al tiempo ellos hicieron su casa que la llamaron "El destino" .
Un día le llegó la noticia que le habían enviado el baulito verde con el mantón de la abuela Lola que tanto reclamaba, pero también le llego la triste noticia de que su prima Isabel había fallecido.
María fue al patio de atrás de su casa, debajo del ciruelo, enterró las cartas de su amada prima Isabelica.
Un día le llegó la noticia que le habían enviado el baulito verde con el mantón de la abuela Lola que tanto reclamaba, pero también le llego la triste noticia de que su prima Isabel había fallecido.
María fue al patio de atrás de su casa, debajo del ciruelo, enterró las cartas de su amada prima Isabelica.