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El lobo y los 7 cabritillos

by VALERIA DIAZ GAYO

Pages 2 and 3 of 9

Los 7 cabritillos
Nombre: Valeria
Apellidos: Díaz Gayo
Asignatura: Lengua
Centro: H.H. Amorós
Profesora: Marisol Durán
Clase: 6ºA Nº:6
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Para Marcos
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Espero que en un futuro te encante la lectura tanto como a mí, y también espero que disfrutes de este libro que he creado para ti.
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Érase una vez, una cabra que vivía con sus siete cabritillos. Una mañana les dijo:
-Hijos míos, tengo que ir al bosque a por comida. No abráis la puerta a nadie, porque si viniera el lobo y entrara, os comería. Sabréis que es él por su fuerte vozarrón y sus patas negras.
-No te preocupes mamá, te prometemos que no abriremos la puerta-contestaron los cabritillos.
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Escondido tras unos arbustos, el lobo lo había escuchado todo y en cuanto mamá cabra se fue, se acercó a la casa y llamó a la puerta.
-¡Hijos míos, hijitos míos, soy mamá! ¡Abridme la puerta!
-¡Mamá no tiene la voz tan ronca como la tuya! ¡Eres el lobo y no te vamos a abrir!-Dijeron los cabritillos.
El lobo se fue al gallinero y allí se comió todas las claras de huevo que pudo para suavizarse la voz y después regresó a casa de los cabritillos y llamó a la puerta otra vez.
-¡Hijos míos, hijitos míos! Soy mamá abridme la puerta.
Pero el mayor de los cabritillos vio las patas del lobo por debajo de la puerta y dijo:
-¡No eres mamá no tienes las patas blancas como ella! ¡Eres el lobo y no te vamos a abrir jamás!
El lobo furioso se marchó a comprar harina y se rebozó con ella las patas hasta que se volvieron blancas totalmente y entonces volvió a casa de los cabritillos y llamó a la puerta.
- ¡Hijos míos, hijitos míos! Soy mamá abrirme la puerta.
-¡Esta vez sí es nuestra madre tiene las patitas blancas!-Dijeron los cabritillos y abrieron la puerta.
-¡Grrrr!-De un salto el lobo entró en la casa.
-¡Socorro!-Gritaron los cabritillos asustados buscando un lugar donde esconderse. Uno se escondió bajo la mesa, otro bajo la cama, otro en la cocina, otro en el cesto de la ropa sucia y el más pequeño, dentro del reloj de pared.
El lobo se comió al primer cabritillo y en cuanto lo hizo apareció mamá cabra por la puerta. Ella le regañó y le dijo que estaba muy mal lo que había hecho y le ordenó que escupiera al cabritillo. El lobo pidió perdón y todos se hicieron amigos, el lobo dejó de comer carne y se mudó al lado de ellos, en una casa que hizo él mismo.
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