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JUANA,LA GUARDIANA, VUELVE AL COLE.Loading...
Yolanda Berengena y Pedro Á. Cabrera. ¡Hola a todos!
Si dijera que no tenía ganas de veros después de estas vacaciones de verano, no diría la verdad. Ver de nuevo llenos los espacios del cole, el "run run" de los pasillos, los juegos de los recreos, las risas, las carreras... en fin, todo aquello que se echa de menos cuando no estás en la escuela, es fantástico.
Si os digo la verdad, echaba de menos hasta el ulular de la estridente sirena, recordándonos lo que tenemos que hacer y haciendo hormiguear a nuestra "barrigoncha".
Si dijera que no tenía ganas de veros después de estas vacaciones de verano, no diría la verdad. Ver de nuevo llenos los espacios del cole, el "run run" de los pasillos, los juegos de los recreos, las risas, las carreras... en fin, todo aquello que se echa de menos cuando no estás en la escuela, es fantástico.
Si os digo la verdad, echaba de menos hasta el ulular de la estridente sirena, recordándonos lo que tenemos que hacer y haciendo hormiguear a nuestra "barrigoncha".
¿Qué cómo he pasado el verano? Me alegro que me hagáis esta pregunta, pues veo que os preocupáis de esta humilde mascota, que bota y bota de alegría al poder veros y oír de nuevo.
Pues, sencillamente bien. He hablado y me he entretenido con mis amigos los búhos de la biblioteca, que ululan mejor que la sirena, y poniendo orden y clasificando todos los libros.
He paseado entre el huerto, algo desvencijado, sucio y olvidado, de momento, y mi nueva ocupación en la biblioteca, donde ha sido imposible aburrirse.
Así, ha transcurrido mi verano.
Pues, sencillamente bien. He hablado y me he entretenido con mis amigos los búhos de la biblioteca, que ululan mejor que la sirena, y poniendo orden y clasificando todos los libros.
He paseado entre el huerto, algo desvencijado, sucio y olvidado, de momento, y mi nueva ocupación en la biblioteca, donde ha sido imposible aburrirse.
Así, ha transcurrido mi verano.
De vez en cuando me asomaba a la piscina del pueblo, por si podía veros, o viajaba a todas la playas del litoral o a cualquier ciudad. Porque, aunque no tenga coche, bicicleta o un potente patinete, tenía a mis inestimables amigos los libros, que me llevaban con las alas que tiene la imaginación, a todos los lugares que me apetecía, a todas la historias, a todos los mundos imaginables y por imaginar.