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BOGOTÁ CONTADA EN 100 PALABRAS POR LA AURORALoading...
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TEXTO AURORISTA
PUBLICADO EN LOS 100 MEJORES 2019
PUBLICADO EN LOS 100 MEJORES 2019
Tan efímero como un miedo eterno
Todo empezó al entrar a medicina legal del Ricaurte. Un misterioso frío recorrió mi cuerpo al caminar por esos pasillos. Sus techos estaban cubiertos de hongos por la humedad. Era tanta la carga de ese lugar que me imaginé una noche en la que seres extraños se lamentaban allí de sus
pecados. La compañía de mi mamá me calmaba, pero sabía que también estaba aterrada. La agarré fuerte de la mano y al llegar a nuestro destino nos acogieron durante tres horas hasta que nos atendieron. A la salida agradecí como si fuera la primera vez que veía el mundo.
Lorena Velandia
1101
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La estatua que lloraba
Mientras pasaba por el chorro de Quevedo, escuche una persona buscando sentido a la posición de la estatua de un hombre, que parecía saltar de un techo, explicaba que fingía estar huyendo porque lo querían asesinar, debido a algún problema por dinero; esta persona petrificada parecía muy mayor, lo cual, hizo que mi mente viajara al pasado y recordará a mi abuelo, mientras algunas lágrimas recorrían mis mejillas, el recuerdo de mi viejito me invadió, murió de la misma manera que representaba la estatua de la historia que un completo extraño acababa de inventar.
Andrés Miranda 1102
Caótica
Lo vi mientras paseaba por el parque; el patinaba. En el colegio apenas le daba una ojeada. Un encuentro inesperado en Taller Sur, el grafiteaba; me acompaño a casa. En una fiesta nos rencontraríamos de nuevo, ¿volveríamos a vernos? Al día siguiente recibí su mensaje. Recorriendo el barrio hablábamos de la vida, lo linda y cruel que era. Nos resguardamos bajo el resplandor de la luna; Parecía nuestra. Me comparaba
con Bogotá, por ser hermosa y caótica. Chica de oro me llamaba, mientras en su mente algo maquinaba, nuestro efímero amor olvidaba.
Vanessa Quijano 1001
Asesino ¿yo?
Sentado en la plaza España apareció un hombre ¿Mi padre? alce la mirada ¿qué quiere? -Tengo trabajo para ti, te pagaré muy bien-. No sabía a qué me exponía y solo quería una buena vida. – Matar por encargo -.
Lo mire, sentí terror al pensar que era un asesino, pero necesitaba trabajar para poder mantener a mi madre; tan solo recuerdo esa mañana fría y oscura llego ese sujeto golpeó en la puerta de mi casa - “Primer encargo”- me entregó un revólver , quede en blanco, pues yo no era un asesino. Lo vi alejarse en su moto, jamás volvió.
Jostin Esquivel
902
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El olvido
Solo recuerdo estar en silla de ruedas camino a uno de los quirófanos del Simón Bolívar, a mí lado se encontraba la señora que decía ser mi madre y detrás mío la enfermera empujando la silla, diciendo que todo estaría bien y ya, al despertar tenía una lámpara gigante sobre mi, me sentía rara y adolorida. Estaba sola, aquella señora se fue, dijo que no tardaría, pero no regresó, me llene de miedo e incertidumbre
de solo pensar que me quedaría sola en aquel hospital tan grande, espere y espere hasta que desperté al día siguiente y aún no llegaba...
Estefanía Díaz
1101
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