Loading...

Loading...
RENACER

La luz brillaba tenue en el salón oscuro y vacío. Él pensaba que su vida estaba perdida, ya casi no sentía sus muñecas y su tibia transpiración corría lentamente por su frente. Su ropa se sentía holgada y sucia, no recordaba la última vez que había cambiado su camisa azul y sus pantalones marrones. En el fondo se preguntaba si alguien notaba su ausencia, si la planta de la esquina del comedor seguía viva o si el plato de comida recalentada continuaba en el fregadero. El transcurso de los días parecía tan lento y tan rápido a la vez. En cierto momento el foco comenzó a titilar hasta que se apagó. La oscuridad invadió cada parte de la habitación y lo hizo olvidar. Olvidó cómo se veía su rostro, olvidó cómo llegar a su casa, olvidó cómo había llegado ahí y la razón del trato con gente equivocada. Decidió dejarse ir y fundirse en esa habitación, en las tinieblas. Cerró los ojos, agachó su cabeza rindiéndose ante la muerte y finalmente vio la luz. Su vida había comenzado de nuevo.
La luz brillaba tenue en el salón oscuro y vacío. Él pensaba que su vida estaba perdida, ya casi no sentía sus muñecas y su tibia transpiración corría lentamente por su frente. Su ropa se sentía holgada y sucia, no recordaba la última vez que había cambiado su camisa azul y sus pantalones marrones. En el fondo se preguntaba si alguien notaba su ausencia, si la planta de la esquina del comedor seguía viva o si el plato de comida recalentada continuaba en el fregadero. El transcurso de los días parecía tan lento y tan rápido a la vez. En cierto momento el foco comenzó a titilar hasta que se apagó. La oscuridad invadió cada parte de la habitación y lo hizo olvidar. Olvidó cómo se veía su rostro, olvidó cómo llegar a su casa, olvidó cómo había llegado ahí y la razón del trato con gente equivocada. Decidió dejarse ir y fundirse en esa habitación, en las tinieblas. Cerró los ojos, agachó su cabeza rindiéndose ante la muerte y finalmente vio la luz. Su vida había comenzado de nuevo.