CUENTOS MODERNOS EN TIEMPOS ÍBEROS

Él tuvo suerte porque en ese momento era verano y el pozo no tenía agua. Pidió ayuda, pero parecía que no había nadie alrededor y no lo escuchaban. Él se quedó dormido durante tres días, hasta que lo encontró el León de Cástulo y su mujer Sphina por la noche. Lo intentaron coger para llevárselo al poblado hasta que se dieron cuenta que era el mismo lobo azul que intentó estafar al León de Cástulo y a su mujer Sphina. Al ver que estaba herido lo primero que hicieron fue llevarlo al veterinario del poblado para que a este le curaran el rasguño y posteriormente llevárselo a otra celda distinta para que él no se pudiera escapar nunca más por lo que había hecho.

Los dioses de Cástulo le hicieron una propuesta en la que si él no hacía nada malo nunca más, lo llevaban otra vez al bosque donde él había nacido y taparían el pozo correctamente. El lobo de inmediato aceptó la propuesta y lo dejaron libre, pero los dioses de Cástulo no confiaban mucho en él así que mandó a dos de sus guardianes reales para que lo espiaran durante un cierto tiempo a ver lo que hacía. Los guardianes reales lo estuvieron haciendo durante seis meses. Estos se dieron cuenta de que el lobo había sido legal con la propuesta. Cuando los guardianes reales llegaron al poblado se lo dijeron a los dioses de Cástulo y se pusieron muy contentos y felices y hasta celebraron una noche en el restaurante más caro del poblado.

Llegaron a un pueblo con una hermosa laguna, bastante más pequeño que Cástulo, donde conocieron a muchas personas amables que les dieron comida y un hogar. A los pocos días de su estancia en el pueblo, descubrieron que los habitantes temían a un ser que habitaba en lo más profundo de su lago. Como el lobo y el león querían devolverles el favor a los habitantes, decidieron ir a capturar al monstruo que los atormentaba. Cuando llegaron al lago, no se lo pensaron dos veces y saltaron al agua. Nada más tocar el agua, una fuerte ola los arrastró hacia afuera, seguido de un gran rugido.

De repente, un monstruo salió del agua. Tenía unas garras muy grandes, el pelo rosa y unas alas blancas como la nieve. -¿Qué vamos a hacer ahora?- dijo el león muy asustado. -Lucharemos contra él para salvar al pueblo de sus garras.- contestó Budar. -¡Jamás me venceréis!- gritó el monstruo antes de atacar al león. Todo parecía perdido, pero, de repente, la luna salió y la diosa Selene se reflejó en el agua del lago. El monstruo, muy asustado, iba a huir, pero un rayo de luz de la luna cayó sobre él, y lo transformó en una hermosa criatura llamada Sphina.

Pero los niños, para que no se fuesen tan tristes, inventaron una historia que trataba de tres amigos bondadosos que se querían ayudar, y que así conocieron a sus nuevos amigos.

“Cuentos en tiempos de Iberos” de Manoli Fernández se encuentra bajo una Licencia  Creative Commons Atribución-Compartir Igual 3.0 España.

Pero, como castigo, la convirtió en estatua y la condenó a ser una estatua por el resto de sus días. Budar y su amigo, se volvieron héroes, y fueron recordados por muchos siglos. Pero como la diosa Selene hizo gran parte, Budar fue borrado de la historia, por lo tanto, nadie fue capaz de recordarlo jamás. En cuanto al león, fue transformado en estatua y puesto en la entrada del pueblo al que atormentó.

Cuando llegaron a Cástulo estaba el león esperando a sus dos amigos. Este estaba muy contento de enseñarles su pueblo ya que es muy bonito. El lobo contó que Cástulo es un pueblo que existió a partir del III a.C. Los amigos conocieron mucho sobre Cástulo, se echaron muchas fotos y se lo pasaron genial haciendo muchos más amigos que nadie. Cuando se tenían que marchar, se dieron un abrazo enorme y se despidieron hasta la próxima aventura del “Lobo y sus amigos”.

Érase una vez un lobo azul que mientras caminaba por el bosque se encontró a un Pegaso llamada Sphina. Ella vivía en un pueblecito llamado Cástulo, lo cual era un obstáculo para el lobo porque se había enamorado de ella y a él no le dejaban entrar en Cástulo. Este lobo, al día siguiente, intentó entrar a Cástulo, después de varias horas intentándolo por fin lo consiguió. El lobo azul se puso en búsqueda del Pegaso Sphina e intentando que no lo vieran los guardianes de Cástulo, pero en la búsqueda de Sphina un guardián de

Un día, tres animales, uno llamado el lobo azul, otra Sphina y el león de Cástulo, se conocieron en un parque de atracciones. Sphina era un poco vergonzosa, pero se fue soltando. El león de Cástulo era muy simpático y el lobo azul era muy arisco, pero consiguió ser agradable. Al verse, pensaron que eran de la misma especie y entonces se hicieron amigos. Eran diferentes, pero ellos no lo sabían ni sedaban cuenta. Al principio se llevaban muy bien.

Al conocerse un poco más, decidieron realizar un viaje a la Sierra de Cazorla a ver más animales de su especie y hacerse más allí. Una vez allí, cuando llegó la noche se fueron a pasear y encontraron a Rómulo y Remo, dos gemelos. Estos dos gemelos le dijeron a los tres que no eran de la misma especie, porque uno era de la especie de los gemelos, pero ellos no se lo creyeron. Al día siguiente decidieron ir a un sabio que sabía mucho de animales raros como ellos para saber la verdad. El mago sabio le dijo la verdad porque tenía que decirle la verdad. El sabio le dijo: -Pues esos dos gemelos, Rómulo y Remo, tienen toda la razón- Entonces ellos se pelearon porque ellos tenían una costumbre de no juntarse con los animales que no son de su especie.

Alumnos y alumnas IES Alhajar 1º ESO CEIP Gloria Fuertes Curso 2018/19

lejos lo vio; este llamó a toda la guardia de Cástulo. Sphina vio al lobo corriendo de lejos y le dijo: - Ven, yo te ayudarÉ, entra a mi casa ¡corre! - Muchas gracias, soy el lobo azul, y tú... - Sphina, así me llaman mis amigos. Los guardianes inmediatamente se lo contaron al León de Cástulo (El guardián jefe) que el lobo los había despistado, este comunicó por todo el pueblo que había un intruso, los guardianes pusieron barreras y guardias por todo el alrededor de Cástulo. La gente cerró sus casas para que el lobo no entrase. Durante el día el lobo y Sphina se amaron y por la noche se intentaron escapar de Cástulo, pero vieron que era imposible escapar.

Al día siguiente Sphina se acordó de que debajo de Cástulo había unos túneles que daban al bosque. Cruzar por los túneles no era muy difícil ya que había trampas y al final de los túneles estaba el León de Cástulo así que había que despistarlo. Después de esquivar todas las trampas llegó la hora de enfrentarse al León de Cástulo. Estos crearon un plan que se trataba de que Sphina hiciera un ruido para atraer al León de Cástulo, este se tropezó con una piedra y cayó en una trampa y así el Lobo y Sphina fueron felices juntos para siempre.

Dos días después, allí en la Sierra de Cazorla,después de la pelea, sin mirarse ni hablarse, se dieron cuenta de que eso no importaba en la amistad, que unos buenos amigos como ellos son para siempre. Finalmente, volvieron a su pueblo y fueron a ir al parque de atracciones.Se dieron cuenta de que una amistad como la suya desde que se conocieron eran una amistad inseparable.

Moraleja: En la vida no importa lo raro que seas o costumbres que tengas para tener amistad con alguien.

Érase una vez, hace mucho tiempo existían tres tipos raros de animales, por un lobo azul, un grifo y Shefina. Los dos amigos estaban ayudando al lobo azul a encontrar su cuento. Sus amigos decidieron ayudarlo a buscar su cuento. Shefina y el grifo llamado Orison no encontraron nada , y por eso tuvieron la gran idea de ponerse en contacto con los humanos. Los dos amigos no querían defraudar al lobo azul, y salieron en busca de alguien que pudiese ayudarlos.

Había una vez un león llamado Alfonso, el cual vivía en una calle cuyo nombre se llamaba Alfonsilandia. Tenía demasiado dinero, sin embargo, no tenía un hogar fijo, y decidió vivir en la calle. Sus amigos, Sphina y Loazul, le envidiaban, ya que veían que él tenía demasiada fortuna, pero no sabían lo que le sucedía a Alfonso, el león. Ellos eran muy presumidos, al contrario del león, que era muy honrado. Las personas que necesitaban algo de dinero y pedían para sus familiares e incluso para ellos mismos acudían a Shpina y Loazul, pero a estos les daba igual y no le hacían caso.

Un día, Alfonso se dio cuenta del desprecio que sus amigos cometían con aquellas personas, y los convenció para ayudarles y hacerle la vida más fácil. Para esto tendrían que hacer una gran misión todos juntos. Alfonso y todos los demás decidieron desalojar sus casas por unos cuantos días para que Sphina y Loazul sintieran la vergüenza que pasaban dichas personas al estar un día tras otro tirados en la calle. Después de unos largos días, Alfonso vio a Sphina y Loazul en la calle tirados pidiendo cualquier tipo de ayuda, ya que se encontraban en una mala etapa. Él decidió ir y hablar con ellos dos para ver cómo se sentían.

Ya muy lejos de donde vivían. vieron una especie de casa muy grande llena de pequeñas personas. Al principio se asustaron, no sabían lo que hacer, pero querían ayudar a su amigo. Shefina se atrevió a entrar , pero Orison el cobarde no quiso entrar, él estaba demasiado asustado. Shefina, sin importarle nada, decidió entrar. Se metió por un huequecito que habían dejado en la ventana, y todos se quedaron sorprendidos al ver un gato sin pelo, con un tocado rosa y con alas de águila. De repente, toda la sala quedó en total silencio, pero una niña llamada Jimena se levantó y dijo: -Sí, sí los voy a ayudar- Todos se unieron a Jimena, la pequeña niña de tres años que decidió ayudarlos.

Más tarde, se atrevió a entrar Grifo , a él lo trataron mejor, ya que era un poco más tímido. Shefina y Orison Les contaron lo que había pasado y les sugirieron buscar algún cuento. Shefina y Orison se marcharon y quedaron en volver tras una semana para conocer nuevas noticias. Ya pasada una semana. volvieron los amigos, pero esta vez con una nueva compañía, ya que esta vez había venido Blue, el lobo azul. Ya, sin ninguna vergüenza porque eran amigos, preguntaron qué es lo que habían encontrado los niños. Un poco tristes contestaron que nada, que no existía ningún cuento en el que estuviesen ellos.

Érase una vez una noche de luna llena, en un poblado llamado Cástulo, se originó una gran tormenta, la diosa Selene dio a luz a un lobo azul llamado Budar. Era muy fácil de reconocer por su pelaje azul, y una marca en la pata con forma de luna. El lobo creció en este poblado y se convirtió en un lobo muy fuerte. Una noche, algo extraño sucedió, las personas del poblado no hacían más que correr y gritar.

El lobo, alarmado, decidió salir de su escondite para ayudar a los habitantes. Cuando llegó al lugar del que provenía todo el ruido, descubrió a un león con un aspecto muy singular. Tenía pico, alas y una cola muy extraña. A su alrededor había mucha gente asustada, pero el león no les hacía nada. Él solo había venido a por algo de comida, y estaba muy asustado. El lobo azul decidió sacarlo de ahí y se lo llevó a un lugar más tranquilo. Al cabo de varios días, el lobo y el león se hicieron amigos, y al ser tan inquietos, unos meses después se prepararon para salir en busca de nuevas aventuras.

Hace mucho tiempo un lobo de color azul, se sentía muy solo y se encontró al león de Cástulo y a Sphina en la playa de Málaga disfrutando del verano. El lobo decidió ir a hablar con ellos, el lobo muy tímido dijo “¡Hola!” y los dos amigos contestaron a la vez “¡Buenas tarde señor lobo azul! ¿Quieres sentarse aquí con nosotros? el lobo muy entusiasmado dijo “Sí” y el lobo se sentó con ellos. Estuvieron casi todo el día charlando, echándose unas risas y nadando en el mar.

El lobo estaba muy contento ya que había hecho dos amigos nuevos, entonces el León de Cástulo les dijo ¿queréis venir mañana a Cástulo para visitar el pueblo en el que yo nací? Los dos amigos contestaron muy entusiasmados “Sí”. La noche cayó y los tres amigos se despidieron y fueron cada uno a su casa a descansar porque al día siguiente tenían que tener mucha energía para ir a Cástulo, la pueblo en la que nació el lobo. A las 7:00 de la mañana sonó el despertador del lobo azul este fue a ducharse, a desayunar y vestirse. A las 9.00 de la mañana llegó Sphina a la casa del lobo azul, estos cogieron un autobús el cual estaba lleno de muchos animales, como las gallinas, conejos, perros, gatos...

Al final Alfonso les ayudo, y Sphina y Loazul fueron a pedir perdón a esas personas. El desprecio es algo muy importante para todas las personas. Esta palabra hace que nos sintamos de una manera diferente a la felicidad. Recuerda que a aquellos que lo necesitan le tienes que dar un trozo de felicidad y amabilidad.

Érase una vez hace mucho mucho tiempo un lobo azul en el mundo íbero y se quería escapar de la cárcel porque había intentado estafar al León de Cástulo y su mujer Sphina el anillo de diamantes que más aprecio le tenían. Él se tiró por un pequeño hueco que había hecho en su celda. Al atravesar todo el túnel que había cavado con las manos apareció en el bosque fuera del poblado donde él había nacido hasta que se cayó en un pozo que él no había visto aproximadamente de 5 metros, al caer este se hizo un rasguño en su pierna derecha y le escocía un poco.

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