El marinero perdido

"Cuando un relato o recuerdo se construye no existe forma de distinguir lo verdadero de lo falso."

Oliver Sacks (Londres, 1933 - Nueva York, 2015) Fue un neurólogo y escritor británico conocido por sus libros sobre los efectos de los trastornos neurológicos y la falibilidad de la memoria, basados en las experiencias reales de sus pacientes. Su libro "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero" fue escrito en el año 1985, y narra veinte historiales médicos de pacientes perdidos en el mundo extraño y aparentemente irremediable de las enfermedades neurológicas.

Le comento de una historia de un paciente con fallos en la memoria, y le pido permiso para examinarlo, él acepta de inmediato. Jimmie tiene gran resultado en la prueba de inteligencia, pero no es capaz de permanecer largos tiempos concentrado, olvida las cosas que le hago memorizar y escribir de hecho ni su letra es capaz de reconocer.

Él tenía grandes problemas&nbsp;para recordar las vivencias recientes, al paso de unos minutos, él no recordaba nada de lo había hecho, ni un juego, ni una conversación ni la época en la que se encuentra. Pero a pesar de todo eso tenía una gran inteligencia, sobre todo en matemáticas y ciencias, pero sus conocimientos no estaban actualizados.

—¿En qué año estamos, señor G. ? le pregunté . —En cuál vamos a estar, en el cuarenta y cinco— me dijo. El estaba viviendo en un recuerdo. Lo puse frente a un espejo,pero el señor G se puso pálido y no se reconoció.

—¡Hola, doctor! —me dijo— ¿Me siento en esta silla? Vuelve a presentarse como si no nos conocieramos. Está bastante desorientado, le pido que me hable de su vida pero el piensa que yo investigue su expediente.

Propuse que lo incluyesen en los programas recreativos de la Residencia, al principio se involucraba con los juegos pero de pronto le dejaron de significar un reto. Él quería hacer algo significativo y no podía. ¿Era capaz de hacer un trabajo «normal»? Había dos cosas que dominaba a la perfección: el alfabeto morse y la mecanografía al tacto. Entonces le dimos la tarea de la mecanografía, recuperó enseguida su destreza de escribir pero sus frases eran sin conexión. 

&nbsp;«¿Ustedes creen que tiene alma?» les pregunté una vez a las monjas.. «Vaya a ver a Jimmie en la capilla y juzgue usted mismo» respondieron. Lo hice y quedé conmovido,porque él estaba arrodillado, con una atención nunca antes vista y no dude de la sincronización de su espíritu con el espíritu de la misa.

En Jimmie pareciera que no había síndrome de Korsakov ya que su espiritualidad estaba intacta, seguía piezas de artes y le encantaba la jardinería, solo estaba perdido en el tiempo espacial. Cuando se le daba una tarea con relación a un juego se desmoronaba al finalizar y regresaba a su amnesia, pero cuando la tarea estaba relacionada con el arte o asistir a misa él encontraba la paz.

"Hay que haber empezado a perder la memoria,para darse cuenta de que esta memoria es lo que constituye toda nuestra vida. Una vida sin memoria es vida. Nuestra memoria es coherencia,razón,acción y sentimiento. Sin ella, no somos nada (Viene por fin la amnesia retrógrada, que puede borrar toda una vida)". Luis Buñuel

Estas palabras me hacen recordar a un paciente que llegó en nuestra residencia de ancianos. Jimmie era un hombre de buen aspecto cuarenta y nueve años, de aspecto saludable,se presenta&nbsp; y recuerda con entusiasmo lo que para él es un pasado cercano, con mucho hincapié en su paso por la Marina.&nbsp;

Al principio le desconcertó el hecho de verse entre pacientes, decía que no se sentía mal. Tenía buena forma física, poseía energía pero igual mostraba inercia y pasividad. Un día le pregunté: —¿Cómo se siente? —No puedo decir que me sienta mal o bien. —¿Es usted desgraciado? —continué. —No puedo decir que lo sea. —¿Disfruta de la vida? —No puedo decir que disfrute... —No disfruta usted de la vida —repetí —¿Pero se siente usted vivo? —En realidad no. Hace muchísimo tiempo que no me siento vivo. Su expresión era de una resignación y una tristeza infinita.

¿Habrá sufrido algún trauma en esa época que le haya afectado desde entonces? Le hicimos varias pruebas, y no hallamos rastro de lesión cerebral de gran envergadura, aunque las pruebas no revelar la atrofia de los pequeños cuerpos mamilares.

Su historial clínico era claro, hasta 1965 se mantuvo un marino competente. Pero un informe clínico de 1971, declara que se encontraba desorientado y con un síndrome cerebral orgánico avanzado por una cirrosis. En 1975 llegó a nuestra Residencia en estado deplorable.

¿Por qué Jimmie no recordaba sus últimos años en la Marina? Pensé en la posibilidad de que estuviera huyendo de algo horrible, entonces propuse una vista con psiquiatra. El informe de ésta fue exhaustivo e incluso se intentó hipnotizar con la esperanza de evocar recuerdos. Pero se fracasó porque a Jimmie no se lo podía hipnotizar, debido a su amnesia perdía el hilo de lo que le decía la hipnotizadora.

Busqué ayuda en la literatura médica, Korsakov escribió en 1887: Parece como si los recuerdos recientes desaparecieran, mientras que los de hace tiempo se recuerdan con éxito. En las investigaciones de Luria&nbsp;«Estos pacientes presentan siempre graves trastornos en la organización de los acontecimientos y su sucesión en el tiempo», escribió. A mí me había desconcertado profundamente esea corte brusco en 1945, una fecha, que simbólicamente era determinada y precisa. Escribí la siguiente nota:

&nbsp;Hay un gran espacio en blanco. No sabemos lo que pasó entonces, ó a continuación... Hemos de rellenar esos años «perdidos», recurriendo a su hermano, o a la Marina, o a los hospitales en los que ha estado…

Un colega me contaba de un paciente que olvidó 30 años de su vida. Los únicos que sufren con esto es la familia porque los pacientes olvidan la situación en minutos. En otra oportunidad conocí a otro paciente con síndrome de «Korsakov», cuya amnesia solo abarcaba unos años. Un día lo llevaron a su hogar y lograba reconocer todo , pero cuando fue llevado al hospital nuevamente se aterraba y comenzaba a gritar, aunque lo olvidaba rápido. A estos pacientes se les ha detenido el tiempo.

La primera vez que vi a Jimmie me pregunte: ¿estará condenado al pensar de los humanos? La ciencia me decía que no, pero esta no considera el alma ni tampoco la estimulación del espíritu humano.

Un caso fascinante de un síndrome de Korsakov agudo apareció hace poco en la llamada Amnesia Global Transitoria (AGT) relacionada con lesiones en el cerebro o déficit de sangre, esta amnesia puede durar un par de horas y no afecta al desempeño de las tareas.

Entonces yo, convencido de que se trataba de un síndrome de Korsakov, escribí a Luria y le pedí su opinión. Ella me habló de su paciente Bel, al cual la amnesia retroactiva le había borrado 10 años, escribe Buñuel, «la que puede borrar toda la vida». Los recuerdos de Jimmie había parado en 1945, pero a veces tenía algunos recuerdos después de esa fecha.

Hoy nueve años después, ¿Qué debíamos hacer? Luria me escribía «Hay pocas esperanzas de que recupere su memoria, pero un hombre no es solo memoria, quizás no hay nada que hacer neuropsicológicamente; pero como individuo quizás pueda hacerse más».

El marinero perdido, es uno de los veinte relatos médicos del libro&nbsp;El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, de Oliver Sack, 1985, en el cual relata&nbsp;diferentes historias de sus pacientes y sus problemáticas que aparentemente están ligados a enfermedades. Este caso narra las observaciones de la situación de Jimmie G, un ex marinero que presenta&nbsp;graves trastornos a su memoria, desencadenado por un abuso de alcohol lo que lo lleva a padecer del síndrome de Korsakov. Jimmie a pesar de tener amnesia retrógrada, es capaz de conectarse con el área de la espiritualidad y el arte.

Estefanía Concha, Gabriela Huerta, Nicol Nahuelqueo, Yessica Saravia 2do año Educación Diferencial. Mabel Urrutia - Neurociencias

Luego, yo me quedé allí en shock, era asombroso pensar en su vida perdida. Escribí en mis notas:

Aislado en un momento solitario del yo. Es un hombre sin pasado (ni futuro), atrapado en un instante. El resto del examen neurológico es completamente normal. Impresión: probable síndrome de Korsakov, debido a degeneración alcohólica de los cuerpos mamilares.&nbsp;&nbsp;

Me hizo recordar a Hume «Me atrevo a afirmar que no somos más que una colección de sensaciones diversas, que se suceden unas tras otras. En cierto modo él había quedado reducido a un yo «humeano». La tosca reducción de un hombre a un mero flujo y un mero cambio desconectados, incoherentes.

Pronto le tomó cariño a la monja de la residencia, la identificaba. Decía que había sido condiscípula suya en el Instituto de Secundaria. —¡Caramba! —dijo un día—¡Jamás me habría imaginado que acabarías siendo una religiosa! Al único que identifica es a su hermano pero no podía entender por qué parece tan viejo. A pesar de estos encuentros Jimmie aún vive en el pasado , teníamos esperanza de ayudarle al principio pero nunca imaginamos que su amnesia era devastadora.

Luria comenta que tenía un paciente Kur, que podía recordar muy bien su pasado, pero no tenía recuerdos de su presente. Jimmie padecía lo mismo, aunque tanto tiempo llevaba en la residencia, que era capaz de desenvolverse bien ahí e incluso reconocer a algunos trabajadores, aunque los confundiese. 

Localizamos a su hermano mayor y recibimos una carta en donde mencionaba que no se había visto desde 1943. En opinión de su hermano la Marina le proporcionaba un marco de vida y que los problemas empezaron cuando Jimmie la abandonó, en ese instante Jimmie se comenzó a beber en exceso lo que le causó&nbsp;Korsakov de tipo más leve, pero se terminó hundido así que ingresó Bellevue.

Luego de 20 años sin verse, su hermano lo visitó y quedó aterrado al ver que Jimmie no&nbsp;lo reconocía y le decía:&nbsp;

- ¡Basta de bromas! Tú estás viejo, podrías ser mi padre. Mi hermano es una persona joven, que estudia contabilidad

Él conocía los planetas, sus características, pero no era capaz de reconocer una imagen satelital de la Tierra, la confundía con la luna. Ahí noté algo importante y lo registré en mis notas:

Me convence de que su corte memorístico hacia 1945 es auténtico...Lo que le mostré, y le dije, le produjo el asombro sincero. 

La situación lo irritaba, se notaba cansado, irritable y nervioso bajo la presión de lo anómalo y contradictorio.&nbsp;

Propuse como idea&nbsp; que llevara un diario, pero constantemente lo perdía, sus frases eran inconexas, no tenían sentido. «Huevos de desayuno» y&nbsp; «Vi el partido en la tele».

Pero, ¿había profundidades sentimentales o de pensamiento en aquel hombre desmemoriado, o había quedado reducido a una especie de estupidez «humeana» ?

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